Finalizadas las elecciones al Congreso de Colombia, que fueron aprovechadas por tres coaliciones para escoger sus respectivos candidatos Presidenciales, los cuales las representarán en las elecciones presidenciales del 29 de Mayo, conviene advertir variadas situaciones que incidieron de manera directa e indirecta en los resultados.
Empecemos reconociendo la incidencia que tuvo la sentencia de la Corte Constitucional que le devolvió la personería jurídica al Nuevo Liberalismo y que sirvió de precedente para que también se la restablecieran a Oxigeno Verde y a Salvación Nacional.
La democracia está cerrada, no ha habido poder humano que le abra paso a la anhelada apertura democrática en el Congreso, aún siendo uno de los compromisos de los Acuerdos de Paz. Para obtener una personería jurídica o para mantenerla se debe superar un umbral en las elecciones del Congreso para el respectivo partido o movimiento, que está por los lados de 500.000 votos. Suma de votos francamente demasiado alta, para quienes aspiren a fundar una nueva agrupación e igualmente para sostenerla.
La sentencia que comento no solo removió este obstáculo para las fuerzas mencionadas, sino que vino con un dulce adicional; les permitió tener una vida adicional, dándoles la gabela de que podían pasar sin umbral por una sola vez sin volver a perder la personería.
Esto, que parece razonable, también tiene su efecto negativo por cuanto anima a los partidos beneficiarios a jugar equivocadamente, magnificando sus posibilidades .
Lo que voy a decir probablemente incomode, pero imaginen tanto al Nuevo Liberalismo como a Oxigeno Verde sin la lotería que les llegó.
En el caso del Nuevo liberalismo no habrían tenido lista aparte sino que hubieran estado dentro de la lista de la coalicion Centro Esperanza, con los beneficios que ello hubiera logrado para ellos; pues solos apenas obtuvieron 352.704 votos, sin alcanzar el umbral, y en el caso de Ingrid Betancourt, ella no hubiera tenido forma de ser candidata presidencial, aunque difícil predecir lo que hubiera hecho.
Cada vez se hace más evidente la necesidad de la reforma a la democracia en Colombia. Los mecanismos vigentes para participar en elecciones están llamados a recoger en muchos sentidos y aspectos.
Lo del umbral por ejemplo, así se permitan las coaliciones para enfrentarlo no es propiamente la panacea .
En Risaralda nos premió; con el 18 % de los votos válidos, en la lista de alternativos, nos llevamos el 50% de la representación a la Cámara; dos de las cuatro curules en juego . El ejercicio de unidad fue fundamental. No pueden decir lo mismo quienes se fragmentaron y quedaron por fuera .
Estamos felices, se abren grandes oportunidades para el departamento y la región.
En cambio para Fuerza Ciudadana, el movimiento fundado por Carlos Caicedo, actual gobernador del Magdalena, fue fatal. Aún apoyando el Pacto Histórico en la consulta, decidieron inscribir una lista aparte al Senado, abierta en contraste con la del Pacto Histórico que fue cerrada y no alcanzaron el umbral; obtuvieron 417.3000 votos , cerca pero insuficiente; se hundieron todos sus candidatos y perdieron la personería jurídica.
No necesito hablar del fracaso de las listas del Centro Democrático y de otros. Lo hecho hecho está. Finalmente como en toda competencia lo que impera son los resultados. Cuando ellos están en firme, no hay nada que hacer.
Un desastre fue el proceso de computación de los resultados. Los errores detectados en los escrutinios dejan un mal sabor. No me cabe en la cabeza tanta torpeza. Debiera irse a fondo investigando lo qué pasó.
Ya hay unos Congresistas elegidos y un ganador en cada una de las tres consultas. Eso es lo que cuenta.
Se sumarán otros competidores a las presidenciales, sean ellos de verdad o de relleno, pero ahi estarán. Hay toda suerte de sensaciones en los Colombianos: los hay eufóricos, preocupados, tranquilos, aburridos, desilusionados , esperanzados , en fin de todo como es apenas normal.
Se abren grandes perspectivas de auténtico cambio para los próximos gobiernos locales, pero insisto, lo primero es lo primero .
La única verdad es que la forma como los electores voten en las elecciones presidenciales no lo predetermina nadie y ya tuvieron un botón de muestra. Menos aún en estas elecciones que son más desprendidas de los conocidos intereses locales y su estrategias de “compraventa”.
La campaña apenas empieza y por mucho madrugar no amanece más temprano.
Confío en una solución de centro bajo el liderazgo de Sergio Fajardo Valderrama. Lo visiono capaz de unir y reconciliar, medicina urgente que necesita nuestro país, enfrentado como está de manera cada vez más radical.
No es además un dirigente que se mueva como veleta al vaivén de las caprichosas encuestas de opinión, tiene propuestas serias y viables, construidas con expertos y sometidas al escrutinio público. Lo acompaña un excelente equipo, fortalecido con los voceros de la Coalición Centro Esperanza que hoy renuevan su voluntad y compromiso de apoyarlo sin reserva.
Definitivamente esto es de resistencia más que de velocidad.
En este ejercicio hay cupo para la inmensa mayoría de los Colombianos; se trata de barajar y volver a dar con mucho optimismo, lejos de visiones sectarias.
Saludos
Luis Enrique Arango Jiménez
Si fueran honestos y pragmaticos, desisitirian en su intención de continuar, como lo hicieron en el pasado reciente, de intentar fragmentar la votación, y soñar con favorecer los intereses de la derecha narco, y uniéndose al proyecto de Gustavo Petro Urrego, evitarían una segunda vuelta, que podría poner en mayor riesgo la vida de este líder.