Sin mayores sorpresas, salvo la elección del alcalde de Dosquebradas, terminó el proceso electoral en el departamento de Risaralda. Como se esperaba en Risaralda perdió el Pacto Histórico y muchas firmas encuestadoras acertaron en los resultados para la gobernación y para la Alcaldía de Pereira.
Tanto en el departamento como en el municipio perdieron los candidatos que representaban el continuismo. Risaralda después de mucho tiempo vuelve a tener gobernador liberal con Juan Diego Patiño, quien logró aglutinar una cantidad de fuerzas políticas y con una buena campaña cautivar una parte del voto de opinión.
En Pereira ganó Mauricio Salazar avalado por el Partido de la U y apoyado por varios movimientos, entre ellos, Sentimiento de Todos, que respaldó al actual gobernador Víctor Manuel Tamayo. Contrario a lo que creían algunos, la suma de los candidatos “alternativos” no hubiese sido suficiente para ganar, sin embargo, se destaca la buena votación que obtuvo el candidato Steven Cárdenas.
Tuvo mejor resultado ese candidato que la candidata del Partido Verde. Perdieron los dos congresistas de ese partido por no haber podido mostrar un partido unido y por su incapacidad política para sumar o liderar la unión a otras fuerzas.
La composición de la asamblea departamental y de los concejos municipales no cambio significativamente. El Partido Liberal sigue con la primera votación en la asamblea y en la mayoría de los municipios de Risaralda (Pereira, Dosquebradas, La Virginia, Pueblo Rico, Belén de Umbría, La Celia, Apía, Balboa). El Partido Verde conservó la Alcaldía de Santa Rosa y sólo aumentó dos concejales en todo el departamento.
Los ciudadanos ya decidieron. Siguen los procesos de empalme entre los gobernantes salientes y los entrantes, ojalá coordinados por equipos técnicos que puedan posteriormente participar en la construcción de los nuevos planes de desarrollo. También la conformación de los nuevos gabinetes en el departamento y en los municipios.
Por último, es importante reconocer el esfuerzo de todos los aspirantes a los diferentes cargos de elección popular que decidieron asumir la difícil tarea de recorrer las calles, los barrios y las veredas presentando sus hojas vida y sus propuestas, en una lucha desigual y desgastante, pero igualmente muy cambiante en cada certamen electoral, como ocurrió en estas elecciones.