Por: Hugo Ocampo Villegas
Hace pocos días tocaron las campanas para anunciarnos el año que nos separa de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Japón 2021. Y frente a este evento –si es que se realiza- es evidente que la actual evolución de la pandemia está afectando más a los deportistas de nuestro continente, aún confinados pues el coronavirus no quiere ceder.
Frente a la fastuosidad de Olimpiadas pasadas y la riqueza técnica de sus resultados, me atrevo a creer que Japón 2021 será un evento mediático más por la huella indeleble del covid 19 que indudablemente tendrá su repercusión organizativa y deportiva. Hasta el cubrimiento periodístico marcará nuevas pautas.
Así lo reconoce también el entrenador de natación Carlos Triana, vinculado hace años a nuestro departamento y especialista en procesos de preparación olímpica, quien sostiene que “por acá vamos un paso atrás”. Y agrega: “que los nadadores chinos hayan impuesto marcas mundiales en tiempo de cuarentena significa que las grandes potencias no han parado”.
Colombia, que en sus últimas participaciones ha tenido notorios progresos, afronta también un enorme reto. No todos los deportes cuentan con las facilidades de enviar a entrenar a Europa a sus deportistas, con la excepción marcada del ciclismo que se ve favorecido por el alto número de pedalistas que integran equipos del World Tour o en las carreras HC (fuera de categoría).
Frente al grueso número de ocupantes ciclísticos en el pasado vuelo del deporte colombiano rumbo a Europa palidecieron las cifras de las otras disciplinas que hacen parte del firmamento olímpico de nuestro país. Y para quienes aún siguen en Colombia, la dificultad de su preparación será enorme pues el receso competitivo es absoluto por estos días y su reapertura será lenta este año.
La competencia previa es vital para el deportista de cara a objetivos de gran envergadura como lo son los Juegos Olímpicos. En este caso la preparación científica e invisible –el cuidado personal- jugará un papel aún mucho más crucial.
El mismo Triana, quien se inclina a pensar que los Olímpicos de Japón aún tienen poca certeza, estima que esa desventaja también está relacionada por la forma de encarar la situación en nuestro medio: “estamos siendo reactivos, mas no proactivos”.
Dentro de este contexto, siete de nuestros deportistas risaraldenses, tienen la mira puesta en Tokio 2021 bajo diferentes perspectivas y posibilidades de clasificar. Ellos son la atleta Angie Melissa Palacios, la boxeadora Jenny Marcela Arias, los hermanos clavadistas Luis Felipe y Viviana Uribe, la gimnasta Angélica Mesa Vergara, el nadador David Arias González y Daniela Alzate Moncada en rugby.
De los siete, Jenny y David han cumplido todo el ciclo olímpico: Juegos Nacionales 2015, Bolivarianos Santa Marta 2017, Suramericanos Cochabamba 2018, los Centroamericanos Barranquilla 2018 y los Panamericanos Lima 2019. La Olimpiada es la ilusión de ambos para coronar con éxito su destacado desempeño internacional. De conseguirlo serían los primeros deportistas risaraldenses en protagonizar un ciclo olímpico completo.
Con el vigor de sus puños y las medallas obtenidas en los certámenes previos, la boxeadora Jenny Marcela Arias Castañeda parece ser la más cercana a ese sueño de todo deportista. En los 5 eventos reseñados subió al podio: oro en nacionales y bolivarianos, plata en suramericanos y centroamericanos, bronce en panamericanos. Su rastro también quedó en los cuadriláteros de dos campeonatos mundiales en 2018 y 2019.
La ansiedad de estos deportistas, descubierta a través de sus palabras, es mucha. Jenny espera poder cuanto antes reintegrarse a los entrenamientos con el grupo de la Selección Colombia: “En lo único que pienso y lo que me interesa son los Olímpicos”. Y la gimnasta Angélica Mesa afirma: “yo lo veo posible. Yo entiendo que han pasado muchas cosas en estos últimos meses, pero no somos los únicos afectados y el objetivo sigue siendo el mismo”.
El incierto rumbo de la pandemia decidirá finalmente la suerte de los Juegos 2021. Si el Fuego Deportivo se puede prender esperamos que mínimo un par de nuestros deportistas puedan ver su sueño cristalizado de agregarle el sello olímpico a sus hojas de vida y agregarse a esta reducida lista de media docena de risaraldenses que, preparados en su tierra, tuvieron la alegría de asistir a una Olimpiada.
Bien vale la pena recordarlos. Rubén Darío Gómez en dos ocasiones, Hernán Barreneche, Mariana Mesa, Catalina Castaño, Santiago Giraldo y Felipe Pineda. Además, el futbolista profesional José Fernando Santa.
Hace cuatro años brillamos por ausentes. Ha sido el único lunar de dos ciclos cuatrienales olímpicos internacionales que han sido destacados para el deporte risaraldense. Si Japón ve la luz confiamos esta vez en tener una doble representación.