Jean Valjean es condenado por robarse una hogaza de pan para alimentar a lafamilia de su hermana. En la cárcel recibe los más crueles abusos que van desde trabajos forzados, hasta la tortura. Angustiado por su vida miserable intenta fugarse en dos oportunidades sin éxito y recibe nuevas condenas. Cuando purgaba más de 19 años en prisión, por fin logra escapar…Era la Francia de comienzos del siglo XIX, que intenta restaurar la monarquía después de la Revolución Francesa y los levantamientos populares-que la precedieron-, de una población sumida en la pobreza, el desempleo, la desigualdad social, la discriminación de clases, la injusticia, el abandono estatal y el hambre.
Así lo describe VÍCTOR HUGO, uno de los más grandes escritores mundo en LOS MISERABLES, un clásico de la literatura universal…
Si Víctor Hugo hubiera vivido en nuestra época, la novela LOS MISERABLES llevaría por título LOS NADIES, porque como pasaba en su tiempo, estuvieran los mismos elementos que le dieron los argumentos para escribir su maravillosa obra. Porque hoy como sucedía hace 200 años, el número de excluidos sería gigantesco, mayoritario de una población que es discriminada, estigmatizada, marginada. Hoy, como en los tiempos del genial escritor, la población está hambrienta, sin oportunidades, con los derechos más coartados, la separación de poderes cada vez más reducida, pues, paulatinamente, los organismos de control y la justicia misma obedecen a intereses mezquinos de una dirigencia política corrupta y unos dueños del poder económico insaciables que no paran de llenar sus bolsillos mientras la mayoría de la población cada día es más pobre.
En Colombia, los “NADIES”, los que nunca cuentan, cada vez son más y que estos dos penosos y largos años de la pandemia ha dejado al descubierto, y el estallido social, que se inició hace un año, fue la consecuencia de años y años de oprobios, de saqueos, de abusos y manoseos por una élite excluyente –henchida de privilegios-, de una sociedad inmensamente inequitativa. Las circunstancias actuales de política en Colombia se asemejan a la narrada por Víctor Hugo. La Justicia supina, por ejemplo, se imparte de igual forma a la descrita en LOS MISERABLES, con la rigidez para unos infractores y una laxitud para otros. Hace unos días fue noticia la prontitud de la Fiscalía para resolver el asesinato de un peluquero de la alta sociedad bogotana y la total incapacidad para dar con los responsablesde los cientos de homicidios de líderes sociales, de defensores de Derechos Humanos y ex combatientes amnistiados del Acuerdo de Paz.
Lo mismo sucede con los juzgamientos de delitos menores como los robos de unos “caldos Maggi” o tres libras de arroz, pero robos de verdad como Reficar (más de 6.000 millones de dólares), Navelena, Odebrech, etc. continúan en laimpunidad.Me decía un vecino -un hombre de 80 años-, que él había sido un Cachiporro (liberal) fiel a su bandera y había votado durante 60 años, siempre esperanzado que llegara un presidente que cambiara el desastre hecho por su antecesor, y que al término de cada gobierno renegaba por lo sucedido jurando no volver a apoyar a ningún candidato; ahora estaba decidido a votar por PETRO, antes que volver a votar por los mismos. Que prefería equivocarse por única vez entregándole el voto a PETRO, que ir a la fija votando por FICO que representaba a los mismos que durante toda la vida republicana nos han engañado. Al preguntarle a mi vecino qué esperaba de Petro, me respondió que nada, o casi nada. Que esperaba que, como presidente, no se vaya a robar ni un solopeso y que empiece a taponar el “oleoducto” de la corrupción el cual tienen chuzado desde Bogotá hasta los últimos rincones de la patria…
Petro tuvo la valentía de denunciar la parapolítica en el Congreso de laRepública lo que involucraba a más de 50 parlamentarios y que envió a la cárcel a la mayoría de los implicados; denunció el contubernio de dichos congresistas con diferentes sectores de la sociedad y empresarios auspiciadores de masacres y desplazamientos forzados en diferentes regionesdel país; Petro, además, denunció el cartel de contratación de Bogotá que puso preso al alcalde en ejercicio Samuel Moreno, a su hermano, a funcionarios y a contratistas implicados. De igual manera, Petro hizo los debates a los escándalos de Odebrech. Petro pudo haberse acomodado a las circunstancias políticas, mantener silencio, dejar que todo continuara como venía y dedicarse a enriquecerse como hacen muchos de los políticos que tienen poder, pero su convicción y principios sociales lo llevaron por un camino espinoso lleno de obstáculos y de intentos por callarlo para siempre.
El racismo y discriminación social tan típicos en Colombia, ha aflorado con gran fuerza durante esta campaña. Que aparezca un representante de los “nadies”, sin fortuna ni títulos nobiliarios, acompañado en su fórmula vicepresidencial por una mujer negra, representante de las poblaciones perseguidas, acorraladas y discriminadas históricamente, es algo que “la gente de bien” no soporta. No es sino ver que la mayoría de los vehículosde alta gama, que son propiedad de los mismos que les meten terror a sus empleados que si gana Petro les va a expropiar su miseria, llevan la publicidad del candidato de Uribe. No es sino ver la agresividad de la publicidad mentirosa y malintencionada que circula por las redes sociales para entender que esa gente de bien va a intentar hacer todo lo posible para no entregarle la presidencia a otro que no sea el candidato de Uribe, así como lo hicieron con Santos y después contra Santos, cuando éste se negó a hacer lo que le imponían desde el Ubérrimo y que encontraron en IvánDuque, el presidente perfecto para sus intereses. Duque hizo trizas los Acuerdos de Paz, no ratificó la firma del Tratado de Escazú, mantuvo total indiferencia ante los cientos de asesinatos de líderes sociales, de defensores de los Derechos Humanos, de excombatientes firmantes de los Acuerdos de Paz; por la torpeza e incapacidad de su gobierno se produjo el estallido social de 2021, con el desastroso balancede jóvenes violadas, marchantes heridos, asesinados y desaparecidos; fue culpable de la quiebra de miles de medianas y pequeñas empresas, mientras que los grandes propietarios se enriquecieron mucho más; dentro de su gobierno no pararon los escándalos de corrupción que involucraban a integrantes del gobierno o de cercanos de él; en fin, este cuatrenio de Duque fue la “hecatombe” de la que tanto hablaba Uribe. Yo, como mi vecino, prefiero equivocarme una vez con Petro y no acertar con Fico, quien es el que encarna al uribismo que camaleónicamente quiere desmarcarse de la extrema derecha, pero rodeado por los partidos de derecha que han sido culpables de todos los desastres sociales y ambientales del país. Es preferible renegar porque se le dio la oportunidad a quien despuésde haber tomado las armas y posteriormente se hubiera reincorporado a la paz, que permitir que todo siga como lo vienen administrando los hampones, criminales y saqueadores que representan a la “gente de bien” que solo han gobernado para sus intereses y que muy poco o nada les importa el sufrimiento de la mayoría de la población que cada día está más empobrecida, más entristecida y más desesperanzada. Jean Valjean, el protagonista de LOS MISERABLES, después de haberse rebelado contra el sistema en la Francia del siglo XIX y haber jurado convertirse en un criminal, hizo un alto en el camino para cambiar de dirección y buscar hacer el bien, velar por los más desprotegidos como la pequeña Cossette (la niña huérfana que adopta), ser un buen alcalde y soportar la persecución inmisericorde de quien lo enviara a la cárcel, lo tratara como a una basura y que luego, al reencontrarse con él, ahora convertido en el inspector de la policía de su ciudad, continuó acosándolo despiadadamente hasta que Jean Valjean –irónicamente-, lo salvó del fusilamiento de los jóvenes revoltosos que habían montado una barricada, y sintiendo que había perdido todo este tiempo siguiendo lo que él entendía por justicia, decide dejar de hostigarlo y prefiere suicidarse.
Petro fue perseguido durante su gobierno en la alcaldía de Bogotá porque cometió dos “delitos”: entregarle el aprovechamiento de la recolección delas basuras –de la cual se lucraba un multimillonario empresario que no resiste cinco minutos dentro de una bodega en donde se almacena material reciclable-, para devolvérselo a quienes tienen el derecho natural a disfrutar de su utilidad por el trabajo de toda la vida y que nunca había sido regulado. Le arrebató un pedazo de pan a quien lo tiene todo para llenar los estómagos hambrientos de miles que desde la madrugada corren detrás de un carro de la basura. Y su segundo gran delito fue haberle rebajado la tarifa al transporte masivo en Bogotá para beneficiar a millones de capitalinos, sin que esto afectara las arcas de la ciudad. No hubo un solo día de su permanencia en la alcaldía de Bogotá en que no fuera denunciado y perseguido. De Petro dijeron de todos los medios prepagos–RCN, Caracol y otros a quienes les restringió, proporcionalmente, los pagos de muchos millones a los que los tenían acostumbrados alcaldes anteriores para hacer apología a los “buenos gobiernos” que nunca tuvo la capital.
Lo único que no pudieron controvertir fue la intachable transparencia del manejo de los dineros públicos, de lo contrario ya lotuvieran puesto preso en la peor de las cárceles, no como tienen a tantos sinvergüenzas ladrones de cuello blanco o asesinos de miles de jóvenes inocentes que disfrutan del bienestar de guarniciones militares o de celdas“swits” de cinco estrellas de donde salen cada que quieren con la complacencia de sus guardianes. A Petro lo multaron, sancionaron y hasta destituyeron, logrando él, al final, restituir su honor y dignidad, pues los fallos de las diferentes autoridades lo han declarado inocente, incluso, conminando la restitución económica por los daños morales contra él cometidos. Con el fervor que despierta Petro en las gentes de todos los rincones de Colombia, pasa como con una joven mujer que se fija en un hombre que es muy insignificante para sus padres: pobre, feo y endeudado; y todos los días, sin haberle dado oportunidad de presentarse y mostrar qué clase de ser humano es, le echan cantaleta a la muchacha con el cuento que ella se merece un mejor partido. El padre de la muchacha hostiga tanto al pretendiente de su hija que, apoyado en sus influencias, intenta hacerlo sacar del trabajo, generando un efecto contrario en la enamorada que encuentra más motivos para encariñarse con el hombre lo que se vaconvirtiendo en amor y su voluntad de casarse con él por encima de lo que piensen sus progenitores.
Gran parte de la campaña presidencial de Petro se la han adelantado quienes lo odian, pues todos los días sacan nuevos infundios para tratar de dañar su imagen sólida, lo que hace que mucha más gente se acerque a ella.—Nunca en la historia de la humanidad hubo tanta información accesible para conocer la verdad y nunca hubo tanta gente negándose a verla.
AUTOR DESCONOCIDO—
AÑADIDURA ÚNICA. El último rey de Francia fue Luis XVI, casado con María Antonieta. Durante ese periodo el derroche y despotismo por parte de la casa real aceleraron la crisis institucional del país y la caída de la corona. Al indagar María Antonieta por la inconformidad del pueblo, ledicen que la población está hambrienta, que no tienen ni un mendrugo depan, y ella les responde que: “Si no tienen pan, que les den pasteles”. Dicha expresión se ajusta a lo que dijo la vicepresidenta Martha Lucía altratar a los más pobres de ATENIDOS.
jorge Diego Hernández V.
jordiegohev@gmail.com
Muy buen artículo. «Así se estrega pa ´que blanquee», dicen las viejitas. Vamos con Petro porque
la historia ha cambiado. Una cosita más, Jorge Diego, Petro también entregó el mínino vital
de agua para sus ciudadanos. Pero, claro, qué les va a gustar que los pobres tengan un poco
de lo que malbaratan los ricos.
Saludos,
Jaime Bedoya Medina