Este gobierno será tristemente recordado, entre otras atrocidades, por las masacres que ordenó, prohijó o justificó, de menores en campamentos donde se supone que habría insurgentes, lugares objeto de bombardeos descomunales y desproporcionados. ¡La guerra tiene unos límites, unos mínimos éticos y políticos, señores Duque y Molano! No todo vale.
Particularmente al señor Molano, Ministro de Defensa, está siendo protagonista en un escenario macabro, donde él, como codirector de la máquina de guerra de la cual dispone, la fuerza mortal del Estado (miles de hombres, aviones de combate, municiones y un largo etcétera), quien luego de consultarlo con su Jefe, el presidente de la república, da una orden seca y letal, “disparen”, y así en minutos acaban con la vida de todo ser vivo que exista en el lugar previamente escogido, qué importa que allá haya menores de edad, quienes por el sólo hecho de estar ahí, ya son víctimas, bien de reclutamiento forzado, o engañados, o simplemente porque su plan de vida en sus territorios es menos que nada.
Le reclamamos desde distintas orillas: Señor ministro Molano: cómo es posible que ordene bombardeos a campamentos o lugares donde hay menores, con la excusa de dar de baja a cabecillas de grupos insurgentes, y este con su cara gélida, sin inmutarse, sin un gesto que denote un mínimo de humanidad, responde “esos menores eran máquinas de guerra”, así además, hace eco de las palabras del verdadero jefe de gobierno y de las tropas, el señor Uribe, cuando dice: “si esos menores estaban ahí, con guerrilleros, qué puede pensar uno”. Cualquiera sentiría escalofrío, menos estos señores.
El último caso del cual tenemos noticia (¿cuántas cosas pavorosas pasarán que no trascienden al conocimiento público?), es el bombardeo a un campamento del ELN en el Chocó, donde supuestamente dieron de baja a un importante líder de ese grupo guerrillero, donde habrían muerto (digo yo, asesinados por el Estado), al menos cuatro 4 menores. Pero eso no conmueve a esta máquina de guerra en que se convirtieron el presidente y el ministro Molano.
Nada justifica la matanza de niños o niñas, así estén en campamentos guerrilleros o de cualquier otro grupo, porque primero, por su condición de menores, deben ser objeto de protección especial de las autoridades públicas, así lo mandata la ley 1098 de 2006 o código de Infancia y Adolescencia, a ellos antes que criminalizarlos o acribillarlos, se les debe restituir sus derechos y pasar a manos, por ejemplo, al ICBF, señor Molano, recuerda para qué es el ICBF?, para proteger a los niños, niñas y adolescentes; pero no, se le olvidó. Se convirtió en una máquina de guerra. Además, el Estado colombiano, ha suscrito y ratificado tratados que obligan a Colombia a proteger y a hacer prevalecer los derechos de los niños, niñas y adolescentes como la Convención Internacional de los derechos del niño (Asamblea General ONU 1989), por mencionar sólo un instrumento internacional. Y, también nuestra Carta Política de 1991, prohíbe la pena de muerte (artículo 11).
Señores presidente Duque y ministro de Defensa Molano, ustedes son quienes están al mando de la máquina de guerra, ustedes son quienes ordenan halar el gatillo, ustedes son los responsables de aplicarles pena de muerte a los menores objeto de bombardeos indiscriminados, descomunales y letales. Ustedes son la verdadera máquina de guerra. Merecen ser juzgados por los organismos internacionales como la CPI, ya que aquí internamente tienen garantía de total impunidad.
Respetado Columnista: Excelente.
Grato leer la argumentación humana con la que centra las acciones inhumanas del sistema corrupto y fascista.