Maradona, el futbol, Dios y el Papa.

Por JOSÉ DANILO SALAZAR

Murió  Maradona y se desató el show farandulero de siempre, los noticieros en especial, los argentinos y los nuestros, nos intoxicaron con todo sobre Maradona y se dieron toda clases de especiales sobre sus vida.  Debo aclarar que, últimamente, no estoy viendo muchas noticias, por esa razón no supe si otros noticieros de televisión, de otros lugares del planeta, también atosigaron a sus audiencias con sus noticias  sobre  ese famoso jugador.

Maradona pasó de ser un talentoso y controversial  futbolista,  a  habitar en el reino de la leyenda,  y cada vez  se dirán más exageraciones y se contarán mejores fábulas sobre él,  al igual que le pasó a Gardel, de quién se dice que cada día canta mejor.

Empiezo por decir lo más obvio:  Maradona  no fue monedita de oro,  pero al igual que todos nosotros ¿o no?, el ser humano que dejó de existir hace pocos días fue un personaje  polifacético, contradictorio y hasta desconcertante,  pero como dijo alguien que si mal no recuerdo, fue  su paisano  el  también  famosísimo  escritor  Ernesto Sábato, todos somos como un cuadro llenos de pinceladas luminosas y otras oscuras, y en eso radica su grandeza.

Del fallecido astro del fútbol se puede decir de todo, y se puede ser su hincha o su detractor, yo personalmente espero que el día que le ganamos a la selección argentina  5 a 0, Maradona haya sufrido una depresión y se haya sentido  miserable, nunca me gustó el tonito con el que dijo que lo normal era que Argentina, en cosas de fútbol, estuviera arriba siempre, y Colombia abajo, pero no dejo de reconocer que a ratos, me  veo tentado a decir que tenía razón, aunque es bueno decir, que debido a lo agrandados que son los argentinos, el peor día de cualquier año, es aquel en el que un equipo de fútbol de Argentina, en cualquier categoría o campeonato, le gana al equipo de Colombia.  

En un programa radial conjunto, entre  comentaristas colombianos y argentinos  hablando  de sus  respetivas selecciones y sus conceptos sobre ellas, un comentarista nuestro opinó que Argentina había sido campeón mundial en dos ocasiones sin tener el mejor equipo del mundo, y el argentino le contestó que eso era cierto, y  que esa era la diferencia entre los jugadores argentinos y los nuestros, pues en el mundial del 90,  nosotros,  teniendo el mejor equipo del mundo, no habíamos pasado ni a semifinales,  por falta de pura verraquera para jugar, y que ellos,  aún con un equipo mediocre,  por amor a su camiseta, se hacían matar  y lograban a punta de enjundia  y deseos,  su propósito de ganar; una verdadera lección de dignidad para nuestros deportistas, quienes en su mayoría al parecer  tienen mentalidad de perdedores, nos emociona lo mismo ganar que  ser segundos, declaramos con emoción por ejemplo:  que  aunque  Nairo no ganó el tour,  hizo una excelente  carrera y quedó entre los diez primeros, y la verdad es que cuando se quiere la excelencia, el segundo es el primer perdedor, me parece que el trabajo deportivo más urgente es fortalecer la auto estima y parte mental de nuestros deportistas.

Eso me trae a recordar las últimas  mediocres salidas de la selección Colombia de mayores, las  dos  últimas  derrotas sufridas por nuestra selección, la  vergonzosa derrota  como locales  3 a cero contra Uruguay, donde nos hicieron los goles, los de siempre:  Cavanny y Suárez, y la catastrófica goleada 6 a 0 de visitantes ante Ecuador, que jugó un partido calcado del que sirvió para  derrotar  a Bolivia. ¿Sería  que el técnico Queiróz no miraba videos de los partidos de los rivales, y por eso no referenció ni jugadores ni estilo de juego ?,¿ o será verdad eso de que,  al interior  la  selección Colombia hay rencillas, divas (¿ o serán divos ?) que mangonean al entrenador y no lo dejan trabajar ? Ojala que solo sean rumores.  Se  fue  Pekerman y  yo  quedé feliz,  porque no me gustaba su poco combativo estilo  de jugar a empatar, así hayamos ido al mundial;  luego, supuse  por los partidos amistosos jugados en la era Queiroz, que ese estilo ofensivo era la solución perfecta, ahora después de las dos  derrotas sufridas me pregunto ¿Cuál era el mensaje que los jugadores de la selección querían darle  a su técnico y a los directivos de la Federación ? Leí un comentario de otro que se cree dios, que asegura que muchos jugadores temen la llegada del entrenador Reinaldo  Rueda porque es muy exigente en lo físico, sería maravilloso que llegara a exigir trabajo y resultados, sin que se oigan las denuncias de siempre, cuando hay entrenadores nacionales, que hay una rosca que es la que manda la parada, que pereza pasar del  “bolillo y la rosca paisa” a  “Rueda y la rosca valluna” oís.

Volviendo a Maradona, el ser humano que era soberbio y agrandado a veces con los poderosos, pero podía ser muy  sencillo con los humildes, Daniel Avellaneda en artículo escrito  en “EL Espectador” 29 de Noviembre 2020 , página  72, dice que tal vez el que mejor describe lo que representó Maradona  para los argentinos, era un hombre de edad vestido con una vieja y desteñida camiseta de la selección Argentina que dijo “¿sabés las alegrías que nos dio a los pobres ,tal vez había noches que me faltaba un plato para comer pero veía al Diego.. ufff, ese tipo me hacía feliz con la pelota” según Avellaneda, Maradona era de todos, pero en especial de los  que menos tienen, por eso las masas populares llegaron  a manifestar su admiración por él, a lo largo de su vida Maradona movió multitudes y no fue raro que igual sucediera el día de su funeral.

Maradona hablando de sí mismo y de sus debilidades, en especial  de su problema de drogas decía  “estoy orgulloso de haber sido fiel a mis convicciones, a mis virtudes y defectos. Pero puedo mirar de frente a todo el mundo. No cagué a nadie más que a mí mismo, no le debo a nadie más que a mi familia”, no comparto el mensaje, pero respeto su valentía de  reconocer que infortunadamente, era un ídolo con pies de barro;  quienes lo endiosaron seguramente disfrutarían la caricatura de  Thumor, donde se ve a Dios diciéndole  al Diego  “puede haber dos papas, pero no dos Dioses”.

A uno de nosotros, como heredero  intelectual de la revolución francesa y el racionalismo, le queda difícil entender a quienes lo veían como un dios; para tratar de entender este asunto me apoyaré en una columna de  Héctor Abad  Faciolince, “El Espectador”, domingo 29 de Noviembre 2020, página 64, dice el señor Abad, que  el periodista italiano Roberto Saviano, escribió  un ensayo a raíz de la muerte de Maradona “yo no creía que fuera mortal  y en cambio  apenas hoy me doy cuenta de que era un hombre y no el Dios en cuyo culto vivía  cuando tenía siete, diez años” luego prosigue así “ ahora que él ha muerto nos damos cuenta de que Dios, de que Diego era mortal. Nos damos cuenta  de que nosotros somos mortales. Con su muerte todos nos hemos vuelto mortales”, Maradona en su paso por Italia llevó al Napoli a  la cumbre, así se entiende lo que quiere  expresar Saviano, que para los napolitanos,  Maradona puede ser considerado un dios al estilo de los dioses griegos,  lleno de las debilidades humanas, todas las cuales se le perdonan, según Saviano “Exactamente como un dios, los vicios, los errores, los crímenes cometidos eran solo la sombra que volvía a ese dios todavía más luminoso” .

A  propósito del gol con la mano, que fue la cuota inicial dela derrota 2 a 0 para  Inglaterra,  debo decir que no me  gustó para nada, ojalá hubiese existido la posibilidad de mirar  la jugada en el  VAR   y lo hubieran invalidado, ese tipo de vivezas en lo personal no me gustan, esa es la faceta que más me choca de nuestra idiosincrasia, detesto al  “vivo antioqueño” , que siempre quiere ser parte de una rosca, al que no le gusta conseguir nada por méritos, sino por palancas y trampas,  que no respeta  colas bancarias, que miente descaradamente, que se hace el tonto para violar semáforos en rojo, para incumplir normas etc., entiendo que a  muchos argentinos les haya parecido maravilloso humillar futbolísticamente a Inglaterra que los había humillado militarmente  en la  “ guerra imperialista de las Malvinas” y que  al verlo hacer ese gol que bautizaron  como  “la mano de Dios”, lo hayan visto como un héroe derrotando a su enemigo cual Cid Campeador o Robín Hood, vengando así el orgullo nacional.   La versión argentina de ese gol de Maradona, nos la presenta  el  ya citado señor Avellaneda diciendo, que  aunque Maradona no recuperó las Malvinas  “el partido  que más se le recuerda en la selección fue contra Inglaterra. Y en una sociedad que todavía sangraba por la guerra y aún lloraba sus jóvenes pérdidas, aquellos goles fueron reivindicatorios. Era el triunfo sobre los piratas. Con una mano celestial que en cualquier otro contexto sería un gesto antideportivo, la apología de la trampa, pero en Argentina tuvo su propia patente”. Haciendo una comparación entre Messi y Maradona el señor Avellaneda  dice “para una generación que solo vio las hazañas de Diego en YouTube, tal vez  sea imposible no volcar la balanza  del  favoritismo hacia Messi. Sus contemporáneos, en cambio, lo tienen grabado en su memoria  emotiva. Momentos que acompañaron cada épica del 10. UN abrazo, un grito desaforado, un llanto…Maradona no se explica, se siente”

Sobre  sus posiciones políticas que uno puede o no compartir, en los días cercanos a su muerte circuló un meme donde se ve a Maradona saludando a Chávez y a Castro y se ve un letrero que dice,  que ya llegó bien, este mensaje subliminal sobre el Castro –chavismo,  ciertamente demuestra los odios y amores que despertaban muchas de sus actuaciones, y esas amistades suyas le granjearon amigos y enemigos enconados en todo el continente.

Hablando de la elección del primer Papa latinoamericano, otra vez sentí la prepotencia argentina, ¿por qué no pudo ser un boliviano, haitiano o  brasileño? , siempre he creído que el espíritu santo no ilumina a los cardenales en el cónclave, a no ser que admita que es racista, el único mérito del cardenal Bergoglio, es tener apellido italiano, no creo que haya sido un paladín luchando contra la dictadura de su país, pero si en verdad se enfrentó al feroz Videla y a  los otros  generales argentinos,  torturadores y asesinos, me disculpo por mi  ignorancia. En fin, todavía  no lo asimilo del todo;  que vaina, en fútbol y religión los argentinos nos siguen dando sopa y seco.