Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadMÁS ALLÁ DE LA RAZÓN

MÁS ALLÁ DE LA RAZÓN

 

Por JORGE ELIÉCER SALAZAR RÍOS

¿Verdad o ficción? ¿Fantasía o realidad? ¿Es posible viajar en el tiempo? ¿Es posible reencarnar y/o recordar otras vidas?
Una trilogía de sueños del autor

Introducción

En las culturas orientales, la reencarnación es una creencia profundamente arraigada, aceptada con naturalidad por millones de personas. Se sostiene que, en cada nueva vida, el alma mejora o empeora su situación según el comportamiento que haya tenido en su existencia anterior, en función del respeto a las leyes espirituales y, sobre todo, a la ley del karma. Incluso se contempla la posibilidad de reencarnar en animales.

Los anales históricos de la India registran casos asombrosos en los que una persona logra identificar con gran precisión a su familia de una vida pasada: nombres, lugares, rasgos físicos, detalles íntimos que solo unos pocos podrían conocer. Estas historias, por su nivel de verificación, son altamente valoradas en esas culturas.

Aunque este fenómeno es recurrente en la India y en otras regiones de Asia, también se han reportado casos similares en países occidentales. Sin embargo, en nuestra cultura —marcada por el cristianismo— resulta mucho más difícil comprobar y aceptar estas experiencias, por razones doctrinales, sociales y científicas.

Viajar en el tiempo, por su parte, sigue siendo un sueño imposible… al menos hasta ahora. No existen pruebas concluyentes de que alguien lo haya logrado. Sin embargo, en los años setenta, dos series de televisión marcaron mi vida: El túnel del tiempo y Dimensión desconocida. En ellas se presentaban situaciones extraordinarias que les ocurrían a personas comunes en momentos críticos, llevándolas a experiencias paranormales difíciles de comprender. En muchos casos, un ser de luz —ángel o santo— intervenía rompiendo las leyes físicas para socorrer al protagonista, incapaz de resolver por sí mismo el conflicto que enfrentaba.

Estos relatos, aunque ficticios, reflejan algo que como creyente reconozco: la misericordia de Dios, que acude en nuestra ayuda en los momentos de mayor necesidad, cuando lo invocamos con fe.

Antes de continuar, quiero dejar clara mi posición: soy cristiano, católico, mariano y evangelizado. No creo en ningún otro dios que no sea Yavé, mi amado Padre Celestial; en Jesús, su Santísimo Hijo y Redentor; en el Espíritu Santo, y en mi Madre, la Santísima Virgen María. Por ello, todo lo que aquí relato es producto exclusivo de mi mente y mis sueños. No tiene explicación racional ni pretende modificar mis creencias. Titulé esta obra Más allá de la verdad y la razón precisamente porque no tengo respuestas para lo que viví, y porque quiero evitar cualquier tergiversación que afecte mi reputación.

Aclaro también que no consumo bebidas embriagantes ni sustancias psicoactivas que puedan alterar mi mente, mis pensamientos o mi comportamiento lúcido.

Lo que sigue son sueños y experiencias personales, extrañas y difíciles de entender, que comparto con respeto y humildad. No relato vivencias de otras personas, solo las mías. En cuanto a las dimensiones de tiempo y espacio, los sueños que presento a continuación son los más significativos:

 

SUEÑO 1: Inglaterra, año 1000 a.C.

Soñé que me encontraba en Inglaterra, en el año 1000 antes de Cristo. Busqué algo parecido a un espejo para observar mi rostro y descubrí que era completamente distinto al actual. Mis vestiduras, al igual que las de quienes me rodeaban, eran propias de esa época. Las ciudades y construcciones me impresionaron profundamente. Traté de grabar en mi memoria cada detalle, consciente de que estaba de paso, viajando en el tiempo, y deseando recordar todo para contarlo algún día.

Lo más impactante fue que logré obtener una moneda de gran valor para ellos. Quise traerla conmigo como prueba de que el viaje había sido real. Pero al despertar, con el puño cerrado, comprobé con tristeza que la moneda había desaparecido. No tenía cómo demostrar mi aventura.

 

SUEÑO 2: Mujer en Estados Unidos, entre 1920 y 1940

Soñé que era una mujer. Busqué un espejo y me vi rubia, elegante, de piel blanca y buena estatura. Trabajaba como secretaria en un almacén de repuestos para automotores. Vestía un largo vestido de seda color palo de rosa claro, transparente y muy bonito. Estaba sentada frente a un escritorio con una máquina de escribir.

El lugar era impecable, moderno, limpio y agradable. Al llegar el mediodía, salí a almorzar. Un señor me esperaba en un automóvil descapotable color crema, modelo entre 1920 y 1940. Me abrió la puerta y subí. No supe cuál era mi relación con él.

Observé el paisaje: calles limpias, una ciudad organizada. Deduje que estaba en Estados Unidos, aunque no pude identificar el estado. Por el estilo del vestido, los zapatos de tacón y el atuendo del señor —traje beige claro, corbata y zapatos finos— confirmé que pertenecíamos a esa época.

 

SUEÑO 3: Joven en Nueva York, entre 1960 y 1980

Soñé que era un joven de entre 16 y 18 años, hijo adoptivo de una pareja madura. Me miré en el espejo y vi a un muchacho atlético, bien parecido, de piel blanca. Vivía en una casa de estrato medio alto, aparentemente estudiaba, aunque no pude precisar si era colegio o universidad.

Salí a la calle y descubrí que estaba en Nueva York. Observé los buses urbanos, sus rutas y avisos en inglés. Por los modelos de los vehículos, deduje que era entre 1960 y 1980. Caminé por la ciudad, leí los letreros de los locales comerciales y traté de memorizar todo lo que veía, con la esperanza de recordarlo algún día.

Próximamente:
🔮 Más allá de la razón — Segunda edición
“El espejo de las almas”
Relatos simbólicos sobre vidas paralelas, intuiciones inexplicables y encuentros con seres de luz. Una edición más visual, con infografías y cápsulas ilustradas.
🕊️ Más allá de la razón — Tercera edición
“El legado invisible”
Una reflexión editorial sobre el sentido espiritual de los sueños, el tiempo como memoria, y la reencarnación como metáfora de transformación.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más articulos