Por EDUARDO MONTOYA PÉREZ
El 2020 nos ha dejado a todos grandes aprendizajes, gracias, retos en la vida y un gran mensaje de que la lucha por lo que creemos nunca será en vano, nunca podrá negociarse y menos perderse.
Todos este año hemos vivido grandes luchas; unos por la vida, otros contra el Covid-19, otros por los derechos, y yo, este año he luchado por estos dos últimos. Nunca pensé que en algún momento me iba a tocar a mí recibir una llamada donde se me informara que la prueba sería positiva para una enfermedad que todos tememos porque no sabemos cómo podría reaccionar el cuerpo.
El Covid me tocaba, pese a los cuidados. Hoy pasé esta etapa y, espero que los incrédulos tomen conciencia sobre las recomendaciones globales que se nos han dado para prevenir la propagación de esta pandemia. Y con respecto a la defensa de los derechos, me queda una gran satisfacción.
Asumí el reto de escribir; un aprendizaje de cada ocho días donde traté de sensibilizar a muchas personas que me leyeron cada jueves; cada palabra, espero, que quedará en las enseñanzas de reconocer en el otro un ser humano en igualdad, sin distingo de sexo, raza, religión y positivo o negativo de alguna ITS.
Gracias al reto planteado por la Mesa Departamental LGBT+ de Risaralda, hicimos radio cada martes, llegando a muchos rincones con un mensaje de color y vida; de voces que nunca habían sido tenidas en cuenta, para decirle a los pereiranos y risaraldenses que estamos transformando un mundo con acciones de equidad y justicia social desde los colectivos LGBT.
Muchas veces me vi sin qué decirle a mis lectores u oyentes, pero fueron ustedes mismos quienes me buscaron para contarme sus historias, sus luchas y sus miedos.
Este espacio siempre ha sido para todos, uno que no existía el departamento, donde nos hemos abierto camino con luchas incansables para ser vistos y reconocidos por el Estado, la familia y la sociedad como gentes de bien; algo maricas, gais, transgéneros, lesbianas, queer, pansexuales, asexuales, heteroconfundios, pero convencidos profundamente que podemos hacer activismo desde las letras.
El Opinadero sentó las bases en la región de un medio de comunicación con un público heterogéneo para decirnos unas cuantas verdades; un medio donde me han dejado ser, decir lo que pienso, creo y siento. Donde los opinadores (muchos de ellos, estoy seguro) no estuvieron de acuerdo con mi pensar, pero lo respetaron.
Luis Fernando, en la dirección sigue remando con un medio alternativo que nos da la oportunidad de soñar a través de las letras, dando ganas de vivir, leer y amar sin miedo en portal amarillo (no amarillista), que se pinta de los colores arcoíris de la libertad social, sexual y de género.
Me voy, pero no crean que por mucho tiempo. Estoy convencido de que este espacio de disertación sobre temas de diversidad sexual se sigue necesitando para lograr aportar una Risaralda pluralista, equitativa, justa, incluyente y respetuosa del otro.
Gracias a todos, todas y todes, por permitirme entrar a su ordenador durante un año, por debatir conmigo, por corregirme en este proceso de aprender a escribir. Gracias a esta gran casa de Opinadores por acogerme y respetarme. Gracias a la Fundación Plataformas y la Mesa Departamental LGBT+ de Risaralda por dejarme expresar desde sus espacios y sus muros.
Dato de cierre:
El 2020, además de muchas enseñanzas, nos dejó una gran noticia: la vacuna contra el VIH en fase 3 que se comenzará a aplicar en México, un logro que da esperanzas.
Los resultados de esta vacuna, que está en etapa final de ensayos, se conocerán en el 2023 y su principal población serán los hombres que tienen sexo con hombres-HSH y personas de la comunidad transgénero.
Llegué aquí buscando columnistas risaraldense para una investigación que adelanto hace un tiempo para un proceso académico. Me he centrado sobre todo en estudiantes de programas de comunicación y de literatura, pero entre más avanzó más me siento frustrada. Como pueden llamar a esto una columna, que pasa con las escuelas de comunicación, cómo llegó este estudiante a último semestre cuando no tiene la más mínima idea de que es una columna o como hacer una. Solo escribo a manera de consejo, no por escribir para un medio alternativo puedes hacerlo como te de la gana y hacerlo pasar por columna. La escritura y el periodismo cada vez mueren un poco a manos de estos que tienen mucho por hablar pero poco por decir.
Sus columnas muy enriquecedoras e instructivas se quedaron en nuestro conocimiento para aportar
ala Sociedad colectiva e individual mil gracias
El libre pensamiento: apertura , conocimiento y diversidad en sus columnas, que seguiremos en espera de lectura.
Gracias.