Por JAMES CIFUENTES MALDONADO
En el medallero de los pasados Juegos Olímpicos, Tokio 2021, buscamos a Colombia y la encontramos en la posición 66 detrás de Puerto Rico que ganó una sola medalla, de oro, y por esa circunstancia nos aventajó, a pesar de que nosotros alcanzamos un total de 5 preseas, 4 de plata y una de bronce. En ese extraño ranking donde el oro prevalece, la pregunta es ¿Puerto Rico y las otras 21 delegaciones que obtuvieron una medalla de oro son más que Colombia? ¿esos 22 países deportivamente son mejores?
La pregunta no cabe, y por supuesto que la respuesta, cualquiera que sea, no será concluyente de nada, porque no obedece a criterios objetivos, empezando porque no hay una relación entre las proporciones entre los países en términos de territorio y población y los resultados deportivos, aunque el escalafón muestra que los países más grandes y más poblados tienden a obtener mejores resultados, encabezados por Estados Unidos y China que obtuvieron 39 y 38 oros, respectivamente, siendo muy llamativo que de ahí hacia abajo hay una lista de 8 países, en su orden: Japón, Gran Bretaña, Australia, Países Bajos, Francia, Alemania e Italia, con una gran participación en oros, sin ser países tan extensos, y aquí es a donde quería llegar, porque estos últimos países mencionados podrán no ser los más grandes, pero si tienen en común dos cosas, su desarrollo tecnológico y económico y la política en materia deportiva que les aseguran los mejores resultados.
Para ilustrar esta relación es pertinente preguntarse ¿por qué Japón obtiene 27 medallas de oro y Brasil tan solo 7? Considerando el minúsculo territorio nipón frente a la inmensidad del gigante suramericano, concluiría uno que en estas cosas el tamaño no importa y que en términos deportivos pesan más otros factores entre ellos los culturales, por encima incluso de los económicos; no voy a decir que el dinero es despreciable, pero me parece que, así en países como Colombia se destinaran mayores presupuestos para la formación deportiva, eso no garantizaría mayores éxitos, porque la excelencia deportiva pasa por un factor mucho más relevante y tiene que ver con el valor que le damos al deporte como tal y, en un espectro más amplio, a la Cultura Deportiva.
Colombia invierte algo así como 500 mil millones de pesos en la gestión del deporte por año, mientras que un país como Italia invierte en euros el equivalente a un poco más de 3 billones de pesos, es decir Italia destina 5 veces más presupuesto al deporte que Colombia, sin embargo los resultados de los italianos van mucho más allá de las proporciones de la inversión, porque en Tokio obtuvieron 10 medallas de oro, 10 de plata y 20 de bronce, para un total de 40 preseas, es decir que en términos cualitativos Italia nos supera de lejos, como unas 10 veces más.
Entonces, además del dinero, la cuestión en Colombia es ¿la cultura deportiva es importante? ¿Los logros deportivos hacen parte de nuestra visión de país y de nación? ¿el orgullo y la dignidad de ser colombianos se miden con el deporte? ¿Para las familias colombianas y para el estado colombiano es importante hacer deporte como un componente de desarrollo? Definitivamente creo que no, y ahí está la diferencia con Italia.