Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

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Misión economía

“MISIÓN ECONOMÍA – Una guía para cambiar el capitalismo”, de la economista Mariana Mazzucato, nos muestra como en la pandemia del Covid 19, el Reino Unido externalizó muchos servicios de salud, los que quedaron en manos de reconocidas firmas consultoras con muy poca productividad. A la par disminuyó el gasto público en salud. La innovación financiada con fondos públicos en la investigación y el desarrollo de propiedad pública ha sido deliberadamente minimizado por la teoría económica. Es la investigación financiada con fondos públicos la que ha permitido el rápido desarrollo de vacunas contra la pandemia del Covid 19 y han sido los servicios de salud públicos los que han brindado la mejor respuesta para reducir el número de muertes causadas este virus. USA invirtió grandes sumas en acuerdos para el desarrollo de la vacuna, Johnson & Johnson US$450, Moderna con US$483 millones de dólares.

Diagnostica la forma disfuncional de capitalismo alimentado por la crisis climática. Identifica cuatro impulsores de esta disfunción: 1) El cortoplacismo del sector financiero; 2) La financiarización de los negocios y el valor; 3) La dependencia de los combustibles fósiles y, 4) Gobiernos lentos o ausentes. Afirma que los resultados de Silicon Valley son “un resultado de. . . inversiones de alto riesgo por parte del Estado, dispuesto a asumir riesgos en las primeras etapas de desarrollo de tecnologías de alto riesgo que el sector privado generalmente evita”. El sector privado está “plagado de una combinación peligrosa de baja inversión, administración a corto plazo y altas recompensas para los accionistas y jefes de empresas”. La lección aprendida es que, en las crisis la intervención del gobierno es efectiva, si el Estado tiene las competencias para actuar, y lejos de ser quien corrige los fallos del mercado, el que peor externaliza los servicios, los gobiernos deberían invertir en crear áreas cruciales que sean poderosas, como la capacidad productiva, las competencias de contratación, colaboración público privada, el conocimiento digital y de datos, la protección del medio ambiente. Se trata de crear una economía basada en soluciones, con objetivos muy ambiciosos, los que de verdad son importantes para la gente y el planeta. Un pensamiento orientado por misiones. Pero, ¿qué es necesario hacer y cómo organizarse para lograr los objetivos?

La aversión al riesgo no está en el ADN del sector público, los gobiernos han sido máquinas torpes y burocráticas que solo dificultan. Hay que crear riqueza de manera diferente; sociedades más resistentes, inclusivas y sostenibles. Haymitos que derrumbar. Uno de ellos es que el sector privado es más eficiente y que los gobiernos debe establecer reglas de juego claras, mantener el orden público, regular monopolios, redistribuir y corregir fallos del mercado. Ante éstos últimos los gobiernos han optado por externalizar algunos de sus servicios en contratos, franquicias o privatizando.

Se ha generado un sector público con capacidad debilitada y la ineptitud del sector privado causada en parte por la captura de empresas. En los USA y Reino Unido las grandes firmas de consultoría han tenido contratos públicos por miles de millones con resultados mediocres. Es un preocupante sacrificio de los valores públicos en nombre de la eficiencia. Se ha generado un riesgo moral debido a que éstas consultoras contratan con el gobierno, pero a su vez también lo hacen con sectores que perjudican derechos a la salud, al medio ambiente etc., de igual manera se está dando que exista asimetría de la información, el Estado quedó en desventaja, cuando antes la tenía.

El hombre en la Luna. Fue un objetivo claro y ambicioso de lograr algo extraordinario: poner un hombre en la Luna y traerlo de vuelta de forma segura en un plazo fijo y estricto. Sus atributos claves. 1) Una visión con un fuerte propósito; 2) La asunción de riesgos y de innovación; 3) Dinamismo organizativo; 4) Colaboración y resultados indirectos de muchos sectores; 5) Horizonte de largo plazo y presupuesto centrado en resultados; 6) Una asociación dinámica entre los sectores público y privado. Este ejemplo muestra como si se escalan y se aprenden las lecciones aplicables a medidas políticas, estos pueden convertirse en los principios rectores de una nueva economía política orientada a los desafíos. Esta proeza se logró porque el gobierno asumió riesgos, invirtió dinero, demostró su compromiso y colaboró ampliamente con las organizaciones dispuestas a ayudar. Elevó la mirada de los norteamericanos a vislumbrar los resultados. Fue inspirador.

La misión Apolo fue parte de la Guerra Fría, se consideró como parte de la seguridad nacional, y el gasto público se justificaba. Las misiones se fundamentan en si están plenamente justificadas, éstas deben formar parte de un consenso social, que luego justifique las políticas como las misiones. Tuvo muchos problemas que solucionar, también hubo las que no funcionaron, accidentes fatales como el ocurrido con el Apolo 1 en donde murieron tres astronautas, pero también hubo mucha innovación en electrónica, propulsión para la navegación, soporte vital, en las comunicaciones, en sistemas de control de vuelo, en los textiles, tecnología en materiales, biología, microbiología, geología, nutrición, e inclusive inodoros, y quizás las más importante, una organización más dinámica. La tecnología del material para proteger a los astronautas del calor intenso y no se prendieran o derritieran con el fuego, es utilizada hoy en los trajes de bomberos. La innovación se produce mediante la prueba y el error, el miedo al fracaso reprime la innovación y el aprendizaje.

En la organización tuvieron que afrontar grandes dificultades, “Podemos vencer la gravedad, pero a veces el papeleo es abrumador”, dijo el director de vuelos espaciales. La NASA debió desarrollar una estructura burocrática más ágil, en la que los altos funcionarios de la agencia anunciaban los objetivos, delegaron el trabajo duro y la asunción de riesgos en los centros y oficinas del programa: una gestión de arriba abajo con una ejecución de riesgos descentralizada. Llevó tiempo construirla.  La misión Apolo costó US$283.000 millones a precios de 2020, mucho menos de los 10 billones de dólares que costaron las guerras de Vietnam, Irak y Afganistán, y una tercera parte del rescate de los banqueros en 2008 de US$833.600 millones de dólares a precios de 2020. El efecto multiplicador es impresionante en la economía americana.

En 2015 la ONU adoptó los objetivos para acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad de todos. Hoy, ¿cómo aplicamos estos mismos principios de la misión Apolo a los acuciantes problemas que enfrentamos como humanidad en el cumplimiento de éstos objetivos, y al mismo tiempo aseguramos que las misiones son ambiciosas y se fundamentan en hacer que la vida para la gente sea mejor?  En nuestra época, la aplicación del éstos principios requiere de capacidad de adaptación, también innovaciones en nuestras instituciones que creen nuevos mercados y reconfiguren los existentes, además de una muy activa participación ciudadana. Pero, ¿quién debe determinarla? Los problemas sociales son “perversos” en el sentido de que en ellos se entrecruzan factores sociales, políticos, tecnológicos y conductuales. Es fundamental interactuar con los ciudadanos.

Una misión debe ser audaz e inspiradora, dice Mazzucato, tener una amplia relevancia social con un fuerte sentido del propósito. Debe estar insertada en la estructura en el funcionamiento del gobierno. No externalizarla. Debe tener objetivos de inversión e innovación en varias disciplinas, que sean ambiciosos, pero realistas. El gobierno debe convertirse en un motor de la innovación, y asumir riesgos, y deben estar alineadas en todos los ámbitos políticos, como un espacio fiscal y tributario. Hay que cambiar el chip de ganancias de corto plazo a resultados y beneficios de largo plazo, sobre todo en un contexto de estabilidad financiera y con los riesgos de transición del cambio climático. Los sectores público y privado deben trabajar juntos en la que exista una distribución adecuada de riesgos y recompensas generadas por una cadena de valor, no por caridad u otra razón.

La mayor apuesta está relacionada con el desarrollo de las instituciones públicas que permitan gestionar de manera proactiva su cartera de proyectos. Sin éstas competencias los gobiernos recurren a externalizarlas con resultados poco eficientes, y pierden competencias y la memoria institucional. Las organizaciones públicas deben fomentar capacidades y competencias que permitan experimentar y asumir riesgos. El verdadero reto es lograr instituciones fuertes basadas en el conocimiento con una participación ciudadana muy activa, quienes deben participar en la evaluación de las misiones, asegurando que los resultados de la misión están alineados con sus necesidades, valores y expectativas como sociedad. Todo lo anterior dentro de un marco de una total transparencia y sin la captura de la misión por parte de grupos de interés. Se trata de estructurar políticas que puedan atraer a muchos tipos de organizaciones que puedan llevar a cabo diferentes soluciones, se trata de crear mercados, de compartir riesgos, de elegir a quienes están dispuestos. Es cambiar el juego, de modo que la nueva dirección pueda impulsar el cambio. Estamos ante la decisión más importante, hay que definir si seguimos arrasando y contaminando todo o si damos un cambio radical, “que afecta el funcionamiento de los gobiernos y la forma  en que se articulan las relaciones entre las organizaciones privadas y públicas”. Si no tomamos la decisión y actuamos para hacer lo imposible, habremos acabado con la vida, así de simple. “MISIÓN TIERRA”, es un extraordinario libro, no lejos de críticas, pero con mentalidad innovadora en tiempos de crisis.

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2 COMENTARIOS

  1. Todo apunta a reconocer que el actual modelo económico ya se debe revisar, porque la realidad está demostrando su fracaso sobre todo en el control efectivo de la inflación, del costo de la vida, cada día las cosas cuestan más y las medidas de tipo monetario no han sido efectivas, han dejado el costo del dinero por las nubes y la inflación sigue su rumbo alcista. El modelo exige revisión y en ello los Economistas tenemos gran responsabilidad. El libro que comenta el columnista está mostrando cosas novedosas que debemos analizar.

  2. El neoliberalismo no es sino una herramienta que la utilizan los dueños del capital para empoderar sus riquezas a costa de debilitar un Estado permisivo y pusilánime en la defensa de aquellos ciudadanos que tributan como pocos lo hacen, es importante conocer el papel del Estado en la satisfacción de más necesidades básicas de esos ciudadanos.

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