Jaime Bedoya Medina
*Protesta de jugadores profesionales y altos empleados frente a la posibilidad de rebajarse el sueldo. Descarados e insensibles a la tragedia y a la necesidad de solidarizarnos con quienes nada tienen y están muriendo en covachas inmundas de donde no pueden salir al rebusque, única forma de conseguir algo para vivir.
Clanes futbolísticos comportados como carteles que encarecieron el mercado. Un jugador vale 200 millones de euros, más de 800 mil millones de pesos. Messi gana 140 millones de euros al año, lo que equivale a más de medio billón de pesos, y no es el mejor pagado, aunque sí el más brillante de todos los tiempos. China, en el afán de popularizar ese deporte- bien por esa- ofrece el oro y el moro a jugadores consagrados. El mismo angurrioso fenómeno ocurre en balón cesto, tenis, fútbol americano, ciclismo y música. Muchos tienen fundaciones para deducir impuestos, no por filantropía o amor cristiano.
Los salarios de los altos ejecutivos, en especial del sector privado, son otra piedra en el zapato contra la justicia social. Tampoco se escapa la oligarquía de overol.
El parlamento, amén del compromiso de muchos, con la corrupción tiene sueldos astronómicos, viajes, carros, escoltas, asistentes legislativos, horarios y vacaciones de muelles. Por lo mismo, más importante que rebajar el número de parlamentarios, que afectará la representación de las regiones y la discusión política, sería bajarles el sueldo a 10 ó 12 millones de pesos y suprimirles gabelas. La derecha, que ahora propuso el recorte, se burló de la consulta anticorrupción promovida por Claudia López. Lágrimas de cocodrilo, nada más.
Diez millones de pesos es dinero suficiente para vivir dignamente, sin importar que el funcionario sea público o privado. De ahí hacía arriba, a un fondo de solidaridad para dar el mínimo a quien que no tenga trabajo.
¿Hasta cuándo el 1 % de la población-setecientos millones de personas- se quedarán con el 80% de la riqueza del planeta?
“No es parte de tus bienes lo que das a los pobres. Les pertenece, porque lo que Dios entregó para beneficio de todos, tú te lo apropiaste injustamente” trinaba San Ambrosio, siglo IV, en la catedral de Milán.
**Colombia hundiéndose y la derecha aprobando leyes sobre el carriel. ¡Qué ridiculez! Sigan con la mulera, el zurriago, la enjalma, la ruana y la arepa, para que intenten ganarse al pueblo paisa, entre el cual siempre pierden las elecciones.
Jaime bedoya Medina.
Que análisis tan oportuno, pone en el papel como funciona el sistema colombiano: trabajar duramente, tributar , ver atropellados derechos sociales adquiridos, distribución inequitativa de la tierra y la riqueza, élites y bancos exprimiendo a través de deudas y prestamos, al ciudadano de a pie.
Le pregunto: sera posible un cambio de sistema, de este capitalismo salvaje?