Enfocados
Risaralda es un departamento de dos realidades muy diferentes: una es la del occidente que limita con el Chocó y la otra tiene como epicentro a Pereira. La primera es una región más atrasada en términos socioeconómicos y la segunda es la región más pujante que soporta más del 80% del producto interno bruto (PIB) y el empleo. Se debe reconocer que en cada una de las dos regiones hay niveles de desarrollo heterogéneos. En el occidente podemos encontrar algunos emprendimientos como criaderos de trucha en Mistrató o la empacadora de aguacate Hass en Guática. En la región metropolitana de Pereira también se tienen zonas muy pobres con problemáticas sociales delicadas (ejm. El Martillo en Dosquebradas o Villa Santana en Pereira).
Por estos días está en Colombia el economista francés y especialista en desigualdad, Thomas Piketty. En la conferencia que ofreció en el marco de la celebración de los 70 años de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de Colombia, habló sobre el panorama que se vive en países como Colombia en materia de desigualdad en la distribución de la riqueza, participación de mujeres en el mercado laboral y emisiones de carbono.
Un ejemplo de desigualdad se vive en Risaralda. Es inaudito que las familias pobres y minorías étnicas vivan en zonas naturales de las cabeceras de los ríos (Risaralda, San Juan, Guática, Mapa), en el occidente del departamento, sin ingresos permanentes y suficientes y se vean obligados para sobrevivir a talar los bosques y acabar con la fauna.
En contraste con lo anterior, las tierras del Valle del Risaralda se acaban de valorizar en porcentaje grande por la entrada en funcionamiento de las vías de Pacífico 3, sin que el gobierno nacional y tampoco los locales hayan pensado ni siquiera en aplicarles tasas de valorización o plusvalía.
Piketty dijo que al revisar “la base de datos de desigualdad mundial (World Inequality Database) se precisa que, en Colombia, en 2021 el 10 % de la población concentró el 63,9 % de la riqueza, lo que evidencia una disminución en comparación con años como 2009, cuando este porcentaje concentraba el 76,4 % de la riqueza. En contraste, el año pasado el 50 % inferior de la población concentró el 4,6 % de la riqueza, una mejora si se tiene en cuenta que en 2009 dicho porcentaje fue de tan solo el 0,7 %”
Dicho economista también hizo varias propuestas de corte económico argumentando que lo que genera desarrollo es la distribución más justa del ingreso en una economía, y no tanto el crecimiento del PIB. Propone de forma audaz, para Colombia que sustenta su economía en mayor porcentaje en las rentas pasivas (tierras y bienes inmuebles), grabar con impuestos las herencias. Esto lo hace Francia con el fin de acelerar una mejor distribución de la riqueza de las personas en su país. Dice que, si Colombia no lo hace, las pocas familias ricas en la historia nacional siempre serán las mismas (y pocas) que heredarán dichas riquezas a sus hijos y nietos sin que estos se tengan que esforzar demasiado para dinamizar y modernizar el desarrollo de Colombia.
Hablando solo de la estructura económica y social de Risaralda poniéndolo sobre la plataforma geográfica y ambiental, es sumamente importante que los congresistas y líderes del desarrollo local emprendan una serie de programas y proyectos para proteger los recursos naturales y aprovechar las zonas productivas de las dos regiones y poder llevar a Risaralda hacia una economía verde, sostenible y circular.