POEMA.
Puede que el tiempo pase corto
Como un beso,
O vaya largo, el tiempo,
Como un beso diferente.
Se entrecruzan en segundos
Los instantes que secundan
Los reales de la hora.
Pueden pasar lerdos
Como plata que no alcanza
A brillar bajo la parda
Tierra negra, y de la brasa.
Y pueden ser fugaces,
Si lo quieren, un instante
Sería un paso apenas nulo,
Apenas solo, apenas corto,
Apenas animado a ser recuerdo
Que se olvida sin retorno.
Y en el medio, allí estoy yo,
Entre el paso de lo largo
Y lo sublime de lo corto,
Entre el aire de
Lo cauto y sigiloso
Del presente que sucede,
Tal parece, con afanes
Pero haciendo paradas
Sesenta veces por minuto.
Entre el roce del beso de la muerte
Y la caricia del toque de la vida
Estoy estacionado, soy ajeno.