Este año el premio Nobel de paz, por respeto a la memoria de Alfred Nobel, debió haber sido declarado desierto, dado los aires de guerra que invaden al mundo y en especial, dada la incompetencia del mundo para detener el genocidio y la masacre del niños, mujeres, ancianos y civiles en general, en Gaza (más de 80.000 palestinos muertos por las armas israelíes, según Michael Spagat, del Royal Holloway College de la Universidad de Londres) Además, hay que añadir el número de los llamados «muertos indirectos de guerra», es decir, todas las personas que murieron por desnutrición o enfermedades en condiciones de guerra, estimadas en 8.540. Todo con el respaldo o la inacción de las principales potencias del mundo occidental y oriental (Europa, USA, Japón, China, Rusia , India y muchas otras).
A ello hay sumarle las 1.195 personas que murieron en los ataques de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023: 736 civiles israelíes (incluidos 38 niños), 79 extranjeros y 379 miembros de las fuerzas de seguridad.
Y para terminar este recuento con los antecedentes de estos sucesos, hay que tener en cuenta que Israel, antes del 7 de octubre de 2023:
- En la Guerra de 1948 (la Nakba para los palestinos), alrededor de 13,000 palestinos fueron asesinados.
- En los enfrentamientos y las guerras posteriores, especialmente en las intifadas (1987-1993 y 2000-2005), cientos de palestinos también fueron asesinados. Se estima que en la segunda intifada (2000-2005), más de 3,000 palestinos perdieron la vida.
- En las guerras de Gaza, como la de 2008-2009 (Operación Plomo Fundido), 2012 (Pilar Defensivo), 2014 (Barrera Protectora), y 2021 (Guardián de los Muertos), miles de palestinos han muerto, con cifras que varían entre 1,000 y 2,000 víctimas en cada uno de estos conflictos.
El total de palestinos muertos durante estos años puede estar en el rango de decenas de miles, pero es importante aclarar que las cifras exactas pueden variar dependiendo de las fuentes y de cómo se contabilicen las víctimas en las diferentes fases del conflicto. Fuera de la colonización ilegal (asentamientos) y el robo de tierras sistemático por parte de Israel, lo cual también implica asesinatos.
El asunto este año es que esta masacre la estamos viviendo en vivo y en directo y la mayoría no hacemos nada, salvo los pocos que tienen el valor de salir a protestar. Y quienes tienen el poder de pararla, no la paran y tampoco nos importa que no lo hagan.
Este no es un año para otorgar un Nobel de Paz si a esa masacre le agregamos otras guerras, que obviamente tampoco son sinónimos de paz: la de Sudán (poco sabemos de ella y no nos preocupa aunque son miles los muertos y millones los desplazados) y la de Rusia y Ucrania, está última, con el respaldo militar y económico de los países de la OTAN. Sin que tengamos líderes dedicados a pararlas. Ni siquiera la ONU que ha demostrado su inutilidad para neutralizarlas.
La humanidad está llegando a niveles terribles de violencia, guerra y destrucción total ¿será irreversible? Desarrollos de tecnologías de altísimo poder, unido a gobernantes ignorantes con enfoques políticos de pésimo nivel ético y humanista, al frente de los países que lideran esos desarrollos de alto nivel en lo militar y tecnológico, lo que significa que simplemente han mejorado su capacidad de destruir y matar sin compasión a los seres humanos, a las demás especies, (los animales, nuestros compañeros en este mundo), los ecosistemas y al planeta entero, subyugados por la aspiración dominante en la mal llamada civilización: la codicia.
Y todos los seres humanos, incluidos los que leemos este artículo, participamos en masa en esa destrucción y en esa matanza… con armas o sin ellas, pero celebrando o aceptando tranquilamente que maten a los de un lado, otras veces por medio de enviar o reenviar mensajes por las redes sociales, denigrando y expresándonos con violencia e insultos acerca de quienes no sentimos de nuestro lado, pero también con la indiferencia ante esas masacres, simplemente porque los muertos no son de nuestras familias o de nuestros vecinos.
Pero pasando de nuevo al premio nobel de paz otorgado este año, da grima, espanto, ver a quién se lo otorgaron… ¿Qué ha hecho por la paz María Corina Machado? ¡Por Dios!
Independientemente de que, se esté en contra o a favor de la ideología política de Machado, de los intereses que representa y de su lucha por conseguir el poder de gobernar a Venezuela, su postura política es contradictoria con los valores del premio Nobel de Paz.
Machado no ha hecho nada por la paz. Machado tiene un «halo de muerte» detrás de ella. Su postura política es agresiva. Intentando llegar al poder, de cualquier maneras, en algunos momentos ha promovido sin éxito un golpe de estado (eso es violencia)… Ha sido amiga de la invasión militar a su país (lo cual causaría muchos muertos) y esto contradice los valores de la paz. Es claro que le falta compromiso con la vía electoral, salvo que la declaren ganadora y ha promovido sanciones contra Venezuela, las que han afectado a la población venezolana. Además, tiene cercanía con líderes cuestionados como Netanyahu y Trump al cual le dedicó su premio nobel…
Y aunque no es la primera vez que los noruegos se equivocan al dar el Premio Nobel de Paz, es, de todas maneras, este año una vergüenza indescriptible. Sólo comparemos con personas que indiscutiblemente se lo han merecido, mencionando a algunas de las 98 que se lo han ganado desde su creación en 1901 y que no es necesario explicar por qué: Martin Luther King, 1964, la Madre Teresa de Calcuta, 1979; Nelson Mandela, 1993; Rigoberta Menchú, 1992 y una de las instituciones ganadoras: Médicos Sin Fronteras, 1999.
Revisen y verán ¿es comparable la vida de Machado con la de estos ganadores? El autor de este artículo no defiende la permanencia de Maduro en el gobierno de Venezuela, ni simpatiza con él, aunque el problema de Venezuela no es el que describen los medios prepagos tradicionales de Colombia y el mundo, pero nada justifica que Maduro se haya entronizado en el poder, pero eso es otro cuento. Machado no es limpia, ni siquiera una verdadera demócrata, ni merecía el premio nobel.
Lo más grave es que este año nadie se lo merecía porque nadie se ha entregado a la tarea de romper el genocidio y las guerras que hay en este momento en el mundo. Como dijo otro articulista Machado recibe un galardón de paz para promover la guerra, aunque EEUU, siempre tiene buenas mentiras para hacerlas como lo hizo en IRAK (armas de destrucción masiva, que nunca aparecieron) o la Libia de Gadafi (masacres a gran escala) pero era más bien un régimen que no obedecía a sus intereses económicos y lo quiere hacer en Venezuela de acuerdo con sus intereses económicos y geopolíticos, como es típico de un imperio en decadencia.
El Nobel de Paz pasó a novel, en el sentido, de principiante inexperto y torpe, dañando gravemente el prestigio del premio y cayendo a su nivel más bajo, del que no sabemos si se recuperará.
César Augusto Muñoz Echeverry
Ese tipo de «premios» necesaria e inevitablemente, dada la ineludible condición humana tanto de los otorgantes como de los receptores (y eso para no hablar del aparentemente irreversible proceso de involución de la humanidad en general) , cada día más tienden a degradarse conceptual, ética y objetivamente.
Basta ver lo que es (aunque, la verdad, esa lata nunca ha representado algo decente) hoy en día el «mayor reconocimiento» que otorgan en este remedo de país: la tal «Cruz de Boyacá» honestamente es mucho más una afrenta que otra cosa y quien sea nominado para recibirla o sea ya depositario de una tendría razones de sobra para entablarle a este estado cualquier querella en entrados internacionales; es ofensivo, por decir lo menos, que pretendan poner a alguien medianamente decente a la par de todo la horda que ha sido y es «distinguida» con esa porquería y que solo son el muestrario representativo de absolutamente todos los delitos y crímenes contemplados en todos los códigos penales del mundo.
En realidad ningún premio o galardón creado, financiado y otorgado por los seres humanos es susceptible de ser valorado éticamente por alguien medianamente cuerdo…y menos hoy en día.
Gracias a Dios, aunque son pocas, hay personas que tienen razón. Qué bueno tener textos como estos para leer, lo que indica que a más de uno (de golpe, pensé que yo estaba solo) nos hizo doler el estómago, la dirección que este año tomó el otorgamiento de tan necesario galardón. Ya lo empezaremos a ver como una medalla más, sin peso, sin oro, sin valor.
Gran escrito Don César.
Las guerras actuales lo que demuestran es la falta de capacidad de diálogo entre los actores.
Escuché alguna vez que las guerras jamás se acabarán porque las fábricas de armas producen muchas armas y esos Inventarios se pueden perder en tiempos de paz , de ahí, el incitar al conflicto para la venta de dichos inventarios y la producción de nuevos armamentos.
Por otro lado son muchas las personas que no saben hacer otra cosa que «dar plomo» y la palabra paz los asusta, por lo cual el mensaje no llega.
Es un tema complejo y me he dado cuenta como muchos supongo que con los Republicanos hay mucha sangre y los demócratas suavizan para continuar con el ciclo. Pura payasada.
El premio Nobel de la Paz debe ser entregado para perdonas que se esfuerzan por la paz y sobretodo sin antecedentes. El diablo haciendo ostias, terrible.
» La guerra es un negocio donde unas pocas personas se conocen y no se agreden y hacen pelear a muchas más que no se conocen «.
Es muy díficil actualmente con Trump que el discurso de paz tenga auge. El papa debe hacerse sentir.
Feliz día y totalmente de acuerdo con usted, desierto este premio.