Reconocimiento público

Reconocimiento ante a la labor desarrollada es el término que más se ajusta, frente a la tarea  cumplida por los mandatarios salientes Víctor Manuel Tamayo y Carlos Maya, Gobernador de Risaralda y Alcalde de Pereira, respectivamente. Estos serán recordados como los mandatarios de la Covid- 19, pandemia de proporciones dantescas que sitió a la humanidad y la confinó a la suerte de los laboratorios médicos que – a contrarreloj – realizaban experimentos y pruebas con tal de detener el exterminio humano.

Y no es exagerada mi apreciación. Como hace décadas no se vivía, la pandemia cerró el mundo, incluidas sus 195 naciones. El armagueddon, el final de los tiempos, el cierre de los últimos días dejó de ser un pasaje bíblico para convertirse en un terrible monstruo devorador de millones de vidas. El planeta que humanamente conocíamos hasta ante de su llegada, colapsó y con este se desplomaron las relaciones humanas, la presencialidad, la economía, el intercambio comercial, dando paso a nuevos patrones de interacción como la virtualidad – que si bien nos abrió una importante compuerta y una nueva manera de ser y de estar en el mundo actual – también nos hizo dependientes a la misma, al punto que hoy día es prácticamente impensable salir de casa sin el celular, una tablet o un portátil, o agendar una videoconferencia, sopena de quedar incomunicados, aislados, por fuera del todo. Gravísimo.

Mientras el mundo se resguardó solo unos cuantos valientes siguieron en pie, arriesgando sus vidas y la de sus familias, la de sus equipos y las de las familias de sus equipos, atendiendo a las poblaciones menos favorecidas, a los más pobres y vulnerables, tomando acciones administrativas a manera de paliativo frente a lo inmanejable, lo inconmensurable, lo ininteligible, lo apocalíptico, lo desproporcional, lo absurdo. Junto al personal médico, de seguridad y de servicios varios, una legión de pro hombres y pro mujeres continuaron en pie de lucha en contra de un enemigo invisible. Para el caso concreto de nuestro territorio, el Gobernador Tamayo y el Alcalde Maya, encabezaron dichas tropas humanas que enfrentaron al dragón diecinueve cabezas, armados de compromiso cívico y decisión, con tal de no claudicar ante el reto de preservar la vida humana.

Estos dos hombres serán recordados como los mandatarios eje que le hicieron frente a la pandemia en Risaralda. Ninguno que se recuerde tuvo que vivir tan desalentador panorama junto a sus equipos. Personalmente formé parte de ese puñado de funcionarios públicos, cuando para entonces me desempeñaba en calidad de Asesor de Prensa de la Gobernación de Risaralda junto al Dr Tamayo, hombre de altas insignias morales y de servicio y junto a Él idear estrategias de contención, atención y difusión oportuna para salvar más vidas. Sé de lo que escribo porque lo viví personalmente. Por eso doy y daré Fe siempre de su compromiso  bajo la lupa de quienes dudosos observaban la acción, prestos a observar el error. Fácil fue opinar desde casa, complejo fue actuar desde el frente de batalla. ¡Gracias señores mandatarios salientes! Seguramente quedaron temas pendientes por resolver, como en toda administración, pero el reconocimiento frente a su impecable labor durante y post pandemia no se los quitará nadie. WEBSITE y YouTube infinitepowertraining.com