Con relación al tiempo que falta para las elecciones de octubre, apenas en enero de este año, se inició la segunda de tres etapas previas que comenzaron en junio del año pasado. Como lo habíamos anunciado, el semestre pasado alzaron su mano como aspirantes, no menos de 150 personas que bajo el techo de partidos políticos, movimientos, fuerzas y grupos de opinión iniciaron la carrera para gobernación y alcaldías. Lo hicieron saber a través de redes y medios de una manera tímida para ver qué acogida podía tener su aspiración. En otras épocas los partidos definían sus candidatos por sus estatutos o, como hizo escuela en las últimas décadas, por el que dijera alguien. En esa etapa los partidos pusieron a sus participantes a que mostraran músculo; rápidamente el opinómetro comenzó a descalificar a unos y a especular por otros. Allí vimos a funcionarios públicos, exgobernantes, excongresistas, dirigentes políticos y empresarios mostrando las ganas y midiendo el termómetro; en este proceso la mayoría hablaba mal de los partidos y quería irse por firmas. La primera meta volante fue el 30 de octubre, cuando los funcionarios públicos que aspiraban, debían renunciar en esa fecha para no inhabilitarse. Allí los jefes políticos no dejaron renunciar a un selecto grupo de favoritos, los escogidos serían pocos para la siguiente etapa. Finalizando el año, se iniciaron las encuestas de un lado y los guiños de partidos políticos desde Bogotá de otro lado, sumándose que los aspirantes debían demostrar además de votos, que tenían cómo financiar la campaña. Ahora se inicia la segunda etapa, hay menos aspirantes, pero se nos van a ir por lo menos 4 meses realizando más encuestas y consensos pues esta etapa es de precandidaturas, ya que un solo partido no podría aspirar a dos cargos sabiendo que hoy en día las alianzas son fundamentales. Yo voy a la alcaldía y yo te apoyo a la gobernación es la frase; de otro lado en el caso de la izquierda, saldrán precandidatos alternativos para sacar candidatos en alianza y así competir con las alianzas de los partidos tradicionales. Finalmente, los independientes y aspirantes por firmas tendrán esos mismos meses para obtener los requisitos y competir con los tradicionales. Por allá en mayo tendremos a los candidatos pero faltarán dos meses más para definir alianzas. Soló en esa época culminará la segunda etapa, para que a partir de Julio comiencen las verdaderas campañas con muchos menos candidatos. Hasta tanto, no veremos verdaderas propuestas, pues ahora pocos se atreven a proponer por el miedo a que lluevan piedras y los descalifiquen tan temprano, igualmente vendrá una guerra sin cuartel atacándose mutuamente y descalificando los errores de las actuales administraciones así lo hayan hecho bien. Por ahora a especular…