En el contexto del obsoleto código electoral, ya que el nuevo se encuentra a estudio de la Corte, en el ejercicio del control constitucional, se llevaron a cabo las elecciones el domingo pasado, de manera tranquila de acuerdo a información de los medios de comunicación que con algunas excepciones, demostramos al mundo un buen ejercicio de la democracia, aunque, continuamos siendo un país en el que más de la mitad de los ciudadanos no ejercen el derecho político de elegir a sus representantes.
De acuerdo a los datos de la Registraduría, publicados en el periódico el “Tiempo” el 15 de marzo, cerca de 18.034.781 de colombianos salieron a votar, de un total de 38.819.901 que estaban habilitados para los comicios, constituyéndose en las elecciones con el promedio de participación más bajo del 44,5 % de los últimos seis comicios, desde la promulgación de la Carta Política, según los análisis de la Misión de Observación Electoral (MOE).
Así es, bastante complejo, tal como lo mencionamos en la columna anterior, son muchas las dificultades, en las que se puede encontrar el elector y así lo corroboran los resultados de las elecciones, cuando a nivel nacional entre votos nulos y no marcados para el Senado, sumaron más de 1,2 millones, nos atreveríamos asegurar como consecuencia de la complejidad que implica para el elector el marcar en el tarjetón del Senado ese pequeño número que remplaza la cara de su elegido, pero además, el logo símbolo del partido correspondiente. En cambio, lo ocurrido en los comicios para la Cámara circunscripción departamental, los sufragios nulos y los no marcados se redujeron, los nulos del 9.2% en el 2018 a 4.8% este año y los no marcados del 3.04% al 2.02%, que sin ser expertos en análisis de datos, la explicación podría ser el manejo menos complejo del tarjetón. En contrario acudir por lo más fácil, al voto en Blanco, que se incrementó del 4.51% al 6.41%, siendo la más alta de las últimas 4 elecciones. (El Tiempo, 15 de marzo 2022, columna Bernardo Bejarano G)
Lo importante de las elecciones, el avance de la participación de las mujeres en el Congreso de la República, que de 54 del actual congreso con un porcentaje de apenas el 20.43%, pasamos a un 30% con 85 mujeres, 71 que por primera vez llegan, como Carolina Giraldo que logra una curul en la Cámara de Representantes, después de 22 años de ausencia de las mujeres en esa corporación. Para ella nuestras felicitaciones.
¡A dar cantaleta! como lo señala Claudia Palacios en su columna del Tiempo.