Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadSOLIDARIDAD Y BENEFICENCIA.

SOLIDARIDAD Y BENEFICENCIA.

 

Los medicamentos que aparecen en la gráfica se donan, se regalan, no se cobran y usted no está obligado a pagar por ellos si los recibe. Y como estos, muchos más. Es increíble que de la necesidad entre pacientes y sus familiares surjan demostraciones de cariño, afecto y desprendimiento y un inmenso sentido de la solidaridad lo que ha generado la creación de grupos de WhatsApp para apoyarse ante la crisis generada por las EPS al no entregar los medicamentos oportunamente.

Por ejemplo, el médico Diego Idárraga creó el grupo Banco Solidario de Medicamentos Maraya, ya cuenta con 380 miembros y un día a la semana o al mes entrega medicamentos de manera gratuita, presentándole eso sí la fórmula vigente. Usted también puede donarle los medicamentos que no estén vencidos y que ya no consume. Usted simplemente le escribe al whatsapp 321 7724816 y le pide que lo agregue al grupo donde publica los días en que hace la entrega en el barrio Maraya de Pereira, carrera 11 46-132; la misma sede de su consultorio y listo. “No tengo una fecha definida de entrega de medicamentos porque lo hago cuando no tengo citas programadas; no sé si dentro de una semana o dos” fue su respuesta cuando le pregunté cuando era la próxima jornada de entrega de medicamentos.

La señora Blanca Arcila- whatsapp 3148877955- ha creado el grupo de WhatsApp de los usuarios de la Nueva EPS de Dosquebradas y Pereira, son 126 miembros, y también intercambian y se donan medicamentos. Usted le escribe o le deja el audio para que lo ingresen al respectivo grupo; a partir de ahí ya puede publicar su donación o adjuntar la foto de los medicamentos que requiere que le donen. Cuando me contacté con ella, siempre estuvo dispuesta a que yo encontrara los medicamentos que requería; y así fue.

Lo mismo sucede con el señor Saúl Quevedo Gómez, de la Fundación Afrocultural Octava Generación quien pertenece al grupo de la señora Blanca Arcila donde se entera de las necesidades de medicamentos o de quienes están donando y los reclama para llevarlos a quien los requiere. ¿Increíble, cierto? Hay gente así, hecha de buena gente, sobrados en generosidad, dotados de solidaridad al por mayor y en cantidades industriales. El señor Saúl se desplaza por su cuenta, a pie o en bus o en Megabús, por Pereira, Dosquebradas o Santa Rosa de Cabal, entregando medicamentos sin otro ánimo que ayudar. Su número telefónico es 321 7308648. Me contó que le ha enviado solicitudes de apoyo a las administraciones municipales mencionadas y a la misma Gobernación de Risaralda, pero que nunca le responden; ni siquiera lo invitan a que explique lo que hace. Este caso es bastante curioso, ya que el señor Saúl no solo consigue medicamentos, también pide y recibe pañales, alimentos, artículos de aseo que le encargan. El mismo señor Saúl publica la necesidad de un medicamento en el grupo de whatsapp de la señora Blanca Arcila, por si alguien los tiene, para recogerlos y distribuirlos.

Cuántos más estarán haciendo lo mismo. Estos son solo 3 muestras de solidaridad y beneficencia nacidas de la necesidad de que el otro, mi hermano, mi prójimo si requiere algo de mí, yo lo doy con cariño y desprendimiento, sin otro interés que ayudar, haciendo el bien por el bien mismo; sin esperar nada a cambio, ni un centavo, ni la salvación de nada; es darse el gusto de ayudar y ya, sin mente, sin complicaciones.

El escritor uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015) se fajó una reflexión de las muy precisa: “A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba-abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder”.

Traduzco; la solidaridad se ejecuta en sentido horizontal, entre iguales, sin discriminar; sin que uno se sienta superior al otro o el otro se sienta inferior. Si usted da algo no se sienta el más, el que es poderoso porque ayudó al necesitado y no piense “ese que necesita de mi es inferior, por lo tanto, debe adularme o adorarme”, no. Porque pensar y actuar así en vez de alterar la relación de poder del que da sobre su hermano, lo que hace es fortalecerla, porque se le daría un trato indigno a quien recibe la ayuda.

Es mejor dar y decirle al que se le ayudó alguna de estas frases: “Haga de cuenta que nunca vine; mejor dicho, no nos vimos; no le di nada, no se preocupe; no le cuente a nadie, porque si me preguntan ya se me olvidó que le di algo, etc.”. Y usted tampoco debe contarles a los demás. Mejor dicho: olvide que ayudó, para que no se sienta el más bueno del planeta y para que el orgullo malsano no estropee la buena acción.

Por eso, con estas acciones de solidaridad se enaltece la ley de amor que va agitando las influencias de su beneficencia y terminamos diciendo: Hay gente buena. Y esta es una buena razón para seguir aportando a la vida, haciendo el bien por el bien mismo.

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