PENSANDO EN VOZ ALTA.
La educación pública, en Colombia necesita cambios radicales. Vamos por partes, como dice el carnicero:
1.- El nombramiento del personal directivo debe hacerse por períodos. Cinco años, por ejemplo, con derecho a reelección por el mismo tiempo, dependiendo de una seria evaluación en la que participen docentes, estudiantes, padres de familia y autoridades educativas quienes revisarán la permanencia en los planteles, la planeación escolar, el resultado de las pruebas, la gestión del colegio en todos los aspectos que dependan del directivo, los planes de disciplina y el proceso correctivo. Este es el único país con nombramientos indefinidos, pase lo que pase en los planteles que, en muchos casos avanzan a pesar de y no por la acción de los directivos.
2.- Jornada de estudios completa y con un trabajo complementario los días sábados para potenciar todas las habilidades de los educandos o reforzar enfoques académicos rezagados. Desde el año 92, en el colegio José Antonio Galán se implementó algo parecido llamado JORNADA EXTENDIDA. Inicialmente por mera vocación de los docentes y sólo para el grado once. Poco a poco los demás grupos la pidieron y se pudo cubrir hasta el grado noveno. Después, la Secretaría de Educación dijo: como el colegio tiene resultados evidentes, vamos premiar la dedicación de los docentes con pago de horas extras.
Durante la administración de la doctora Patricia Castañeda, desarrolló un programa denominado Caza y Desarrollo de Talentos. Había: semillero de ciencias y matemáticas. Conversación avanzada en inglés. Talleres de danza, música, pintura, deportes y refuerzo a estudiantes en las áreas básicas. Fue todo un éxito. También los profesores recibían un modesto estipendio por horas extras, de acuerdo con su clasificación en el escalafón que derivaba en mejor liquidación de sus prestaciones. Profesores de otros planteles llegaron a reforzar esa experiencia. El programa valía menos que sostener menores en las correccionales.
La jornada completa debe ir acompañada de buena comida, libros guía, uniformes y transporte para todos los estudiantes.
3.- El gobierno debería darse el lapo y pensionar o reubicar a los docentes en otros cargos del Estado y nombrar gente nueva con normas nuevas como única manera de potenciar la educación pública. No es malo que los docentes se politicen. Lo grave es que se partidicen porque los lleva a privilegiar la agrupación a la pedagogía. Los sindicatos son expresión de la democracia y hay que protegerlos, pero, francamente, en muchos casos, abusan de los derechos. Y, una cosita final: buena parte de los docentes en Colombia son izquierda sindical y derecha política porque en ambos lados obtienen prebendas.
4.- Los programas de las facultades de educación y escuelas normales, tienen que revisarse a fondo.
*Elecciones en Venezuela el domingo 28. Arriba, valiente oposición. Hay que sacar ese bulto de grasa maligna para que allá y en Colombia pueda haber paz. Primero Chávez y luego Maduro se poposiaron en los procesos democráticos de los pueblos americanos porque la derecha los utiliza para satanizarlos.
Jaime Bedoya Medina.
Respetado Columnista:
Interesante el texto.
Para una Reforma Educativa de fondo y no de forma, , se requiere un estudio organizado, planeado por l El MEN, ( ministerio de educación nacional) , por universidades que tengan programas de licenciatura, por Escuelas Normales Superiores., por profesionales que hayan investigado sobre el tema
Desde el gobierno del Señor Uribe Velez, se hicieron reformas estructurales en los programas académicos, que eliminaron áreas importantes para el conocimiento.
Es necesario articular el proceso de Enseñanza_ Aprendizaje, desde el grado preescolar, primaria, secundaria, universidad, que atienda al cambio socio_ cultural, espiritual, de la sociedad.
Articular el Proyecto Educativo Institucional de cada uno de los niveles, los currículos, las jornadas de estudio, y demás aspectos que rodean el eje fundamental de la sociedad:
La familia, la educación, el Estado.
Necesitaríamos de una mesa de trabajo para analizar la situación de la educación, con urgencia.