En este universo, del que solo percibimos una minúscula porción; existe un todo que está en todo y no hace parte de nada, encuentra la verdad en cualquier agujero, hendija o vacío incluyendo los espacios imperceptibles que deja la materia y el espacio profundo, motor que causa movimiento y mutación, fuerza que recibe toda la información simultáneamente de lo que se habla, se piensa, se dice, se siente e incluso de aquello de lo que no se es consciente.
Una nube que danza llevando y recibiendo vida, conjunto de todos por todos y para todos, fuente de amor infinita que se afecta por los desechos que ocasiona el desamor humano, como el soplo de un cañón cuando se dispara o el humo de un cigarrillo cuando se absorbe de forma suicida, también se contamina por el agua que lleva los venenos que consume la humanidad y sus mascotas, recibe la fetidez y la honda estruendosa de la mentira, el insulto, el chisme y la calumnia.
Existe evidencia de absolutamente todo lo que le sucede a la especie humana, así trate de ocultarlo nada queda oculto, hemos llegado al punto de anticipar los hechos mediante la magia de las tendencias a través de la minería de datos. La tecnología nos ha permitido hacer lo que otros seres humanos desearon, cuando intentaban leer el futuro mirando los astros o con múltiples métodos. podemos ver la proyección del clima, las tendencias de consumo de cada persona e incluso hemos puesto cámaras a las águilas para analizar su comportamiento en las mayores alturas, a los delfines y ballenas para en mares profundos, nano robots para ir al interior de órganos humanos y sondas espaciales para auscultar el espacio profundo.
Aunque parezca un exabrupto comparar la concepción mágica de la vida con el conocimiento que emerge del método científico, ambos tienen en común la falibilidad y cierto nivel de incertidumbre que siembra la duda en el observador y permite acercarse de forma cada vez más precisa a la realidad cambiante, aunque parezca paradójico la duda facilita reconocer la verdad, no la ve como algo estático sino como algo que varía con el cambio como única constante de la vida.
Debemos dejar de lado el miedo a la incertidumbre, para reconocer la verdad, no es cierto que se expresa inseguridad con la pregunta, ni que la verdad está en la uniformidad de pensamiento, de acción y de palabra. En realidad, el nuevo saber surge de la pregunta y el deseo de aprender nace en presencia de ideas diferentes a las que ya tenemos.
La naturaleza cuenta con su propia minería de datos, cada emoción agradable, un elogio, un logro, un abrazo se dibujan en una sonrisa y se imprimen en el corazón para siempre; tristeza, dolor, desilusión un golpe, palabra de rechazo o insulto se imprimen también en nuestro ser opacándole; quedan grabadas en nuestra mente, no solo en la consciencia, sino en la estructura que une lo que se ve con lo que no se ve, lo sólido con lo volátil.
El conflicto surge por las verdades a medias generalmente envueltas en certezas absolutas, el miedo al rechazo obliga a ocultar la verdad o a omitir detalles, a cometer errores de comunicación y al no expresar lo que se siente o piensa se genera un desconocimiento de lo que no está funcionando bien o de lo que la otra persona necesita y ante una falta de planteamiento del problema también faltará una solución para el mismo;
Por su parte, el ego entra a reforzar las omisiones o las falacias alimentado el conflicto, si se quiere manejar adecuadamente se debe dejar de lado el propio, para lidiar con el de la otra persona; así que cuando vayas a decir una verdad incómoda, di antes lo positivo de su ser, habla con la verdad sobre su actuar, sin pisotear su estima y finalmente resalta lo bueno que esperas de esa persona, sin condicionarla solo por amor, respeto y dignidad.
El conflicto surge de forma natural en el disfrute de una persona por ubicarse en una posición dominante frente a los demás, si crees que te está pasando en algún momento, no te preocupes, es parte de la naturaleza, simplemente trata de ser consciente y pensar en la otredad, en la responsabilidad social y la ciudadanía, sin el otro nadie seríamos, el hombre solo nunca podrá afrontar los retos para sostener su propia existencia.
Mis necesidades no siempre son más importantes o fuertes que las del otro, los sistemas de regulación ley, moral y cultura tratan de mantener en equilibrio esos comportamientos; sin embargo, el ser humano necesita ampliar su campo de conciencia respecto al entorno y al otro, así como él puede esperar yo también lo puedo hacer; en la medida en que yo cambie y sea mas consciente de las necesidades de los demás, los demás también lo serán de las mías.
Una palabra sanadora es el perdón, no se entiende plenamente en su significado, junto con la reconciliación y la construcción son curas para el alma; los dolores cesan cuando las culpas se cierran, como las heridas que ocasiona una púa cuando obsesionado decides saltarte la cerca.
El papel arrugado nunca se desarruga, ni el agujero que deja el clavo queda igual cuando lo resanado, pero el ser descansa cunado perdona y es perdonado, Aunque perdonar no significa acogerse a la misma regla de quién ocasiona el ambiente tóxico, porque el objeto del perdón es la transformación profunda y la reconstrucción de una nueva realidad.
El perdón no puede estar atado a la perversidad, porque esta no conoce el arrepentimiento, si un individuo te golpea puedes perdonarle porque él tendrá su propio camino empedrado, pero no expongas de nuevo tu ser, su sentimiento de culpa puede ser irreal y el sentido del perdón no se da por la otra persona sino por un bien más preciado que es la paz interior.
Si bien la otra persona descansa, al perdonar sueltas un lastre pesado que no te deja caminar con entusiasmo por la vida. Perdona, pero crece con el perdón, el perdón que no te hace crecer no tiene sentido, aunque menos sentido tiene quedarse en el conflicto que es un torbellino oscuro que envuelve la vida en un bucle.
Hoy en día la sociedad necesita hombres justos y con capacidad para perdonar liderando las organizaciones, desafortunadamente no siempre el hombre justo puede ser el líder porque a veces la sociedad no busca la justicia, en consecuencia, en muchas ocasiones tenemos los líderes que nos merecemos porque los buscamos de esa manera.
AGRADECIMIENTOS A MIS ESTUDIANTES DE SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN DE CIENCIAS EMPRESARIALES, A LA PSICÓLOGA PRACTICANTE CARLA ACEVEDO Y A ALEYDA PALACIO POR HABER LEIDO Y DISCUTIDO ESTE ARTÍCULO.
Y UNAS PROFUNDAS PALABRAS DE GRATITUD PARA QUIENES ME HAN REGALADO GESTOS DE AFECTO EN MI CUMPLEAÑOS EL DÍA DE HOY. ¡¡ABRAZOS¡¡
Excelente texto , urgente , necesario y pertinente , divulgar el perdón con una virtud y acción en la convivencia universal , ajenas al dominio de indulgencias religiosas jetarquiosas .
Felicitaciones Maestro Luis Alberto .Este texto es estar en Neuromaraton !!!