Por VICENTE NAVAL ZULUAGA OSORIO
1. Ya empezó Duque a dar lora por televisión, como si no se hubiera dado cuenta que nos dejó hastiados en el 2020. Pero algo bueno deja ese descaro: Nos estamos llenando de motivos para revocar su mandato. Sólo falta que Roy barreras recoja las firmas necesarias para el referendo y que todos los colombianos de bien acudamos sin tardanza a las urnas el día señalado. No podemos dejar pasar esa magnífica oportunidad, porque de no lograr la anhelada destitución tendremos que alcanzar ese objetivo por las malas, es decir a través de un paro nacional en el que participen todas las fuerzas vivas del país: estudiantes, trabajadores, profesores, médicos, enfermeras, jueces, fiscales, magistrados, empleados de la rama judicial, del Ministerio Público, de la Contraloría General de la Nación, de la Defensoría del Pueblo, los campesinos, los obreros, los transportadores (de taxis, buses, camiones), sobretodo estos últimos pues si a las principales ciudades del país no llegan durante el paro los alimentos necesarios para alimentar a la población, cualquier presidente por poderoso que se considere tiene que entregar el poder.
2. La vida y la seguridad del ex fiscal anticorrupción, Gustavo Moreno son temas que no dan espera. Después de las desesperadas peticiones a las autoridades carcelarias desde la cárcel Modelo en donde se encuentra purgando los gravísimos y vergonzosos delitos que han dado lugar al Cartel de la Toga, en el que resultaron involucrados los magistrados de la Corte Suprema de Justicia Gustavo Malo, Leonidas Bustos, Francisco Ricaurte y Gustavo Tarquino y algunos senadores que lograron el aplazamiento de sus condenas o el archivo de sus procesos, lo que sigue es que el juzgado que tiene a su cargo la decisión ordene su remisión, cuanto antes, a la Escuela de Policía en donde el ministro de Defensa y el Gral. Vargas y todos los oficiales y suboficiales de esa institución tendrán la obligación de garantizarle la vida y su seguridad, no importa la gravedad y el crecido número de delitos confesados, so pena de tener que responder penalmente por el homicidio del ex fiscal, situación que no admite ninguna justificación, dadas las claras e irrefutables razones del ex funcionario.
La justicia colombiana no pierde absolutamente nada si se accede al clamor del ex Fiscal Anticorrupción, así se haya corrompido, y en cambio gana mucho pues la lista de las personas comprometidas con los actos de corrupción es bastante larga y sería imperdonable que quienes ostentan el poder en nuestro país lograran la impunidad de sus delitos con el solo hecho de impedir el traslado del ex fiscal a una cárcel segura.
3. A última hora se supo que la Fiscal Bezudo de la Corte Penal Internacional abrió investigación por los delitos de lesa humanidad en que están comprometidos el estado y sus actores y los altos mandos de las Fuerzas Militares. Ahí tienen cabida la desaparición forzada, los falsos positivos, las masacres, los asesinatos de líderes sociales, lo único que se necesita es probar que la justicia colombiana ha sido incapaz de cumplir con su deber.