Por JAMES CIFUENTES MALDONADO
Un día, en la mañana, llegaron a la casa de los vecinos unos tipos mal encarados, tocaron bruscamente la puerta, muy afanados; la señora de la casa les abrió y ellos sin mediar palabra entraron y empezaron a llevarse todo cuanto había en la sala, los muebles, la mesa, el espejo y hasta unos gatos de madera que había en un rincón. La señora, en su asombro que se tornó en desespero, gritaba para que su marido saliera y pusiera remedio a lo que parecía un atraco; el señor se levantó somnoliento y sin camisa le dijo a su esposa que se calmara, que no se trataba de un robo, que los intrusos no eran ladrones y que estaban tomando lo que les pertenecía, lo que él había perdido la noche anterior en un juego de cartas.
Los juegos de azar son un monstruo silencioso que arruina vidas y acaba con familias enteras, aunque de ello se hable muy poco; de hecho, la generalidad de las personas ignora o no son conscientes que el juego compulsivo es una enfermedad.
«La adicción patológica a los juegos de azar, también llamada ludopatía, es el deseo irrefrenable de seguir apostando a pesar de los estragos que esto causa en tu vida. Apostar significa que estás dispuesto a arriesgar algo que valoras con la esperanza de recibir algo que tiene un valor aún mayor.
Las apuestas pueden estimular los sistemas cerebrales de recompensa al igual que las drogas o el alcohol, y causar adicción. Si tienes un problema de ludopatía, puedes hacer apuestas continuamente, ocultar tu comportamiento, consumir los ahorros, acumular deudas o, incluso, recurrir al robo o al fraude para sostener tu adicción.
La ludopatía es un trastorno grave que puede destruir vidas. Aunque el tratamiento de la ludopatía puede ser complejo, muchas personas que luchan contra este trastorno han encontrado ayuda a través del tratamiento profesional.» Tomado de www.mayoclinic.org.
Todos los días, en la radio, en la televisión y en las redes sociales somos bombardeados con sugestiva publicidad que nos invita a apostar de muchas maneras, siendo las más frecuentes el juego del chance, el Baloto, las loterías y la que se está volviendo la más popular, las apuestas deportivas, especialmente las que se basan en los resultados de los partidos de futbol.
Wplay, BetPlay, ColBet, Zumba, Codere, Betjuego, Rushbet.co, son algunas de las casas de apuestas que se tomaron el mercado colombiano; son muchas más, lo que indica que en efecto se trata de un gran negocio, que seguramente rinde enormes ganancias para sus empresarios e incluso para las finanzas públicas, pero lo que no es menos cierto es que se trata de un negocio basado en un vicio, en una conducta que descontrolada se convierte en un problema de salud.
Parece un juego, pero no lo es; de hecho, nos lo pintan tan natural e inofensivo que ya no es una fábrica de cervezas la que patrocina el Fútbol Profesional Colombiano sino una casa de apuestas, y por eso, todos los días, con lo aberrante que a mí me parece, el Pibe Valderrama y René Higuita, figuras de gran influencia y muy queridas, nos invitan a apostar, nos invitan a la calamidad.
Pero en este país, godo y mojigato, el único vicio reprochable es la marihuana, irónicamente la que, como industria y como negocio, nos puede sacar de pobres.
Bastante acertado y concreto como siempre 👏👏👏
👏👏👏