PENSANDO EN VOZ ALTA.
*Fue Álvaro Gómez, un conservador violento que al final de sus días se dio el “mea culpa” y señaló al responsable de la debacle social y política de Colombia: “Por este régimen no vale la pena rasgarse las vestiduras. El problema no es el presidente, sino el régimen”. Con tal verdad, se puso la lápida al cuello, pues sus “parceros” se sintieron traicionados por la gran figura del establecimiento. Pero no tuvieron que eliminarlo porque aparecieron las Farc y les hicieron el favor, en venganza por los señalamientos del 64, sobre las famosas “repúblicas independientes”. Lo dije en otra ocasión, si los idiotas lo eliminan en ese momento habrían tenido una explicación histórica, pero, matarlo cuando ya había dado la vuelta y se iba a convertir en el gran líder que convocaría a todos los inconformes para dar el salto político que Colombia necesita, fue además de un crimen, una gran estulticia. Tendrán que cargar ese lastre sumado a los miles de reproches que les tiene la JEP.
Nos dijo Álvaro que, debíamos ponernos de acuerdo sobre lo fundamental. Para Alberto Casas, eran las cosas que le permitían al país evitar la violencia. Un mecanismo que propiciara el debate ideológico en el que no fuera la burocracia el objetivo de la lucha política, sino la discusión de los temas álgidos para que la opinión pública resolviera limpiamente qué camino le convenía más a Colombia. Incluía reformar la justicia para acabar con la impunidad y la corrupción.
Álvaro Gómez fue sabio cuando dijo que “si las sociedades no logran ese tipo de acuerdos sobre lo realizable, lo factible, estarán marcadas durante mucho tiempo por confrontaciones violentas”, agrega Darío Villamizar.
Para mi modesta opinión, el acuerdo sobre lo fundamental ya es:
1-No seguir matándonos por diferencias ideológicas. Ninguna ideología merece un muerto.
2-Justicia social, con respeto por la empresa privada. Que los ricos sean muy ricos, pero que tributen bien y que el Estado no robe ni malbarate el dinero. Eso será suficiente para todos vivir como merecemos.
3-Acciones poderosas para defender la casa común tan bellamente llamada por el papa Francisco.
**Las carreteras son latigazos de progreso dijo un pensador. Qué bello el tramo, túnel incluido de La Tesalia. Con toda la obra de Pacífico Tres, Medellín nos quedará a tiro de escopeta. La plata bien invertida genera bienestar y las concesiones la mejor forma para avanzar en buenas vías.
Jaime Bedoya Medina.