Subí en mis redes sociales, en días pasados, la sugerencia respetuosa a todos mis seguidores, que votaran por candidatos que en realidad se comprometieran con la seguridad vial, lo cierto fue que en twitter, sólo cuatro personas respondieron, subí el video al canal de JUANVIAL en you tube y sólo consiguió 20 reproducciones, el resultado es que ni siquiera mi familia completa se interesó por el tema.
El problema es general, muchos de los desempleados colombianos, encontramos en las contiendas políticas una oportunidad para que los líderes de algún candidato nos gestionen oportunidades laborales, alguien endulza el oído, así sea un pequeño contrato, representada en una orden de prestación de servicios (OPS) de alguna dependencia de la administración pública, mientras una minoría decide enfrentar al sistema electoral, otros simplemente se abstienen de participar y eso lo ha deformado notablemente (al sistema electoral regulado por el DECRETO <LEY> 2241, DE 1986).
El monstruo tiene más de 7 cabezas como lo anunciaba el apocalipsis, pero empecemos por analizar una muy básica, el desbarajuste de los pobres partidos políticos. Cuando entramos en la ventana del metaverso político, el partido político sí que tiene una vía láctea de problemas, está la venta de avales en todo el territorio nacional, la comercialización de sus votos en las famosas alianzas políticas entre muchas desviaciones del comportamiento transparente y ético de las administraciones públicas.
Uno de los más graves problemas de los partidos políticos es que nadie cree en ellos, ni siquiera los mismos personajes que viven del ejercicio electoral, por eso nadie milita con seriedad y van de partido en partido, como una mirla de guayabo en guayabo. Es fácil recordar en la ciudad de Pereira a una candidata que se lanzó a la alcaldía vendiendo una imagen de independiente, hizo campaña por el partico AICO (Autoridades Indigenas de Colombia) si , un partido político de los indígenas y pues claro, el rostro caucásico de la candidata deja ver que no representa la tan sufrida sangre originaria de nuestro país.
Luego de perder las elecciones, imagino que, su equipo de trabajo hizo cuentas y se le iluminó el tablero, gritaron “EUREKA” la solución es lanzarnos al senado, los medios de comunicación difundieron la noticia que la otrora candidata indígena a la alcaldía de Pereira, ahora se presentaba por uno de los partidos que más trata con desprecio a los aborígenes, como lo es, el partido Centro Democrático (CD) (algo difícil de digerir), pero como estamos en Colombia, en el momento de inscribir su candidatura, doña Carolina Bustamante terminó en la lista del senado del partido de la U Lo que quiero demostrar aquí, es que a los candidatos no les importa el partido, ni sus ideales y menos la militancia que en otras épocas ejercían orgullosamente los abuelos con carné en la billetera, no, pues todo eso se acabó.
En las vicisitudes de la política criolla debemos tener en cuenta las roscas, las familias y los delfines, puesto que en un país de más de 50 millones de habitantes, no hay líderes que representen a los partidos, a sus militantes, ni simpatizantes, es el caso de Risaralda, donde uno de los congresistas más antiguos, como lo es Diego Patiño Amariles, se vio obligado a lanzar de candidato a su propio hijo, para que desde la asamblea departamental, representara al partido liberal, porque no hubo en ningún municipio, ni en el mismo partido un líder carismático que represente los intereses de la sociedad.
Otros casos en Risaralda, si la memoria no me falla, son los esposos sacrificados por los ideales políticos, recordemos a Octavio Carmona que siempre respaldó a Vivian Lopez su carismática esposa, a la cual centenares de líderes barriales acogían con aprecio y fervor liberal y le concedían el voto para llegar a la curul anhelada. Otro caso muy sonado en el municipio de Dosquebradas se vivió con la ex alcaldesa Luz Ensueño Betancurt, quien no contenta con su cargo, le apostó a la candidatura de su esposo a la Cámara de Representantes, la que luego de ganar por el partido conservador, fue demandada la elección y perdió su investidura en el Congreso, quedando inhabilitado el señor para otros menesteres.
Hoy vemos a dos esposos que comparten candidatura para el congreso, el de Mauricio Salazar y la señora Irma Noreña, quienes al ver que en los partidos hay tan pocos candidatos y personas con formación para hacer un trabajo serio en el escenario legislativo, entonces les toca sacrificar a su familia y presentarse ellos mismos a todas las elecciones.
Ya pueden imaginarse, la cara de mis lectores, cuando yo, inocentemente les pido que voten por el candidato que se comprometa con la seguridad Vial.