Gabo y Gossaín, dos figuras de las letras y del periodismo se han portado mal con sus ciudades de origen. Con la conmemoración de los 50 años de Cien Años de Soledad, en el caserío de Macondo no recuerdan a Gabo y qué decir del olvido de Aracataca donde quedando en otro país sería una de las poblaciones más visitadas por el turismo. Gabo se olvidó de sus poblaciones de origen y prefirió una lujosa mansión en la Cartagena histórica o en México, mientras estas poblaciones están en la pobreza, el olvido y no explotadas turísticamente en bien de sus habitantes y de la historia de la literatura. Por el lado de Juan Gossaín, dice que no volvió a San Bernardo del Viento porque le da nostalgia. También cambió sus orígenes por vivir cómodamente en Cartagena y su ciudad natal en la máxima pobreza. Ambas personalidades han tenido el dinero para poder promocionar ciudades históricas o por lo menos con sus posiciones y fama han podido ayudar a que el estado no se olvide de poblaciones históricas. Gabo ya no puede ayudar, pero Gossaín puede resarcir su indiferencia e ingratitud. Gabo es nuestra joya literaria, el Nobel habla por sí solo, todos sus libros son recordados a lo largo y ancho del mundo, por ese lado no hay ninguna objeción o queja; pero sin dañar su fama como literato, a Gabo poco se le vio recorriendo el país en universidades o promoviendo la lectura o su ciudad natal; más bien se preocupó por defender banderas políticas de la mano de Fidel Castro, su gran amigo y a quién asesoraba en todo. Mucho de su tiempo que pudo haber dedicado a Colombia lo hizo en Cuba y México defendiendo otras causas, me hubiera gustado recordarlo mucho mejor. Gossaín, en su intachable trayectoria periodística y literaria, se ha destacado, ahora vuelve al periodismo y es una eminencia en lo que escribe y dice, qué bueno que volcara un pequeño porcentaje de todo esto a sus paisanos que tanto lo necesitan. En otros países el turismo y los ciudadanos le dedican mucho espacio al lugar de nacimiento de sus figuras de cualquier orden; son famosas las casas donde nacieron y los sitios donde crecieron; todos se benefician de la historia de estas personas y siempre los recordarán nacional e internacionalmente. Ojalá Aracataca sea una potencia turística, llena de museos, centros de exposiciones, hoteles y restaurantes que recuerden mucho más a Gabo, así ese pueblo tendrá un futuro distinto. Y de San Bernardo del Viento, Gossaín tiene la palabra, sin soberbia y otro chip, debe arropar a sus paisanos, por el futuro de ellos, fuera de la pobreza y como sitio donde siempre lo recordaremos mucho más.
JORGE EDUARDO MURILLO MEJIA
Gracias, así es
Excelente comentario, aunque Gossain cuando estuvo en la dirección de RCN siempre promovió a San Bernardo del Viento, conectando sus anécdotas y mostrando su geografía a través de su especial narrativa.
Gossain, persona y periodista esepcional ha sido muy orgulloso de su tierra natal, pero hay un dicho que lo aplicó hasta Jesús, «nadie es profeta en su tierra»