Quienes hayan leído esta obra podrán entender el escrito que quiero hoy hacer de lo que se asemeja la realidad de un país llamado Colombia donde cada acto en lo político determina el desconocimiento real de lo que muchos por no decir millones están acostumbrados a realizar cuando se trata de elegir a sus gobernantes, no importan las propuestas, no importan sus programas, no importan sus acciones, no importan sus métodos para atraer electores lo que importa es que sea cualquiera menos él, y todos sabemos quién es él porque ha luchado desde hace muchos años contra la parapolítica, el narcotráfico y la corrupción, es ahí donde el silencio se convierte en el arma predilecta de quienes nos han gobernado por años, no disimulan el odio que le tienen porque les ha hecho perder los privilegios que otrora disfrutaban y que nadie se atrevía a cuestionar así todos supieran que lo que hacían no era correcto en una sociedad de doble moral que se vende al mejor postor no solo en lo económico sino también en lo político y social, o sea que no importan los medios si se obtienen esos beneficios a como dé lugar, entonces ese silencio cómplice fue roto abruptamente por quien se atrevió a costa de exponer su vida, lo que jamás le perdonarán sus contradictores, a quienes toco en sus denuncias incluidos sectores afines que nunca entendieron el papel que les asignó por sus electores, pero que olvidaron con ejecutorias que iban en contravía de lo que se debería hacer. A pocos días de tomar una decisión él goza del respaldo de muchos hombres y mujeres que luchan por un Cambio real y no maquillado, es allí donde se encuentra la diferencia entre uno y otro, quienes lo rodean tienen la esperanza de lograr un país más equitativo y justo, los otros apoyarán a quien sin estar preparado ni conocer el territorio lo ven como un representante de todos sus intereses los cuales no se dejarán arrebatar fácilmente sin antes utilizar la artillería pesada de los medios periodísticos escritos o hablados para mantenerse en la cúspide que sostienen los que están abajo y que ya cansados este 19 de junio romperán esa pirámide con un hombre que interpreta un cambio del modelo de país en los últimos veinte años y que merece la oportunidad de cambiar la historia para romper la frase manida que ellos dicen “cualquiera menos él” y ese él se llama Gustavo Petro.
Oscar Cruz Ramírez
Pienso q le llegó el momento a Colombia de ése cambio tan anhelado por todos, ahora ya sé empieza a respirar un aire sin pandemia, pero lleno de esperanza y oportunidades. Adelante presidente Petro, póngale orden a la patria…
Me parece muy real y mi apoyo para la presidencia vamos x el cambio petro presidente