La Universidad Tecnológica de Pereira ha sido determinante en las dinámicas del desarrollo científico, social, económico, tecnológico, humanístico y cultural de los últimos 65 años de Risaralda y la región.
En 1958 se consignaron 1.014 firmas en el documento del Registro Público, respaldando con un capital de 264 millones de pesos, el espíritu de los conglomerados cívicos, unidos en torno al propósito fundacional de crear una universidad pública, que impulsara la educación superior, como el tractor convergente de la evolución de la sociedad Pereirana.
La visión inspiradora fue la de formar desde el ser, las competencias del conocimiento; la prospección de la investigación; la identidad cultural; y la apertura de oportunidades de acceso a los bachilleres, que en un 80% no tenían los recursos para avanzar en sus estudios en otras ciudades del país.
La oferta educativa en 1960, en el nivel de secundaria en la ciudad, era dada por tres colegios oficiales y nueve colegios privados, que albergaban un total de 3.300 estudiantes.
En las circunstancias de aquella época, sólo el colegio Liceo Pereira y luego el Liceo Los Andes, estaban adscritos a la Universidad de los Andes y se tenían algunos nexos con otras universidades capitalinas, que facilitaban el acceso de unos pocos bachilleres a universidades privadas, bien por la capacidad de económica de sus familias o por el otorgamiento de becas o subsidios. Otros estudiantes, también muy pocos, se trasladaban con grandes precariedades y esfuerzos a ciudades que tenían universidades públicas muy prestigiosas, como la Nacional, Antioquia, Caldas, Valle y Cauca.
La gran mayoría de los bachilleres salían a laborar en las empresas privadas y públicas de la ciudad. Otros completaban sus estudios en escuelas de comercio. Algunos llegaban a la formación de media técnica para el trabajo, como los egresados del Instituto Técnico Superior y el colegio Las Franciscanas. Unos soñadores esperaron hasta la creación de la UTP, para estudiar en la jornada nocturna en facultades como la de Ciencias de la Educación.
Desde entonces, la UTP ha sido el nodo intermodal donde confluyen todos los eslabones humanos, tecnológicos y sociales de nuestro departamento, en cumplimiento de los principios rectores de sus gestores: inclusión, acceso, universalidad, equidad, igualdad, subsidiaridad, crítica y libertades constitucionales.
Es así, que la Universidad Tecnológica de Pereira fue otra de las gestas cívicas, liderada con insistencia desde 1950 por el Dr. Jorge Roa Martínez, quien como alcalde de la ciudad y miembro de Rex Rotary, tuvo las referencias internacionales de los procesos educativos en EE.UU y Europa. Con esta visión se estructuró un plan retador para el proyecto de educación superior en Pereira, basado en las ciencias sociales, humanísticas y culturales; prestando atención a los nuevos requerimientos del desarrollo empresarial, particularmente las ingenierías mecánica, eléctrica e industrial.
Desde entonces, la UTP ha sido orientada, administrada y gestionada consistentemente con la visión de sus gestores, gracias a la coherencia misional y filosófica de todos sus rectores y órganos de dirección; así como el compromiso de sus docentes, administradores y estudiantes.
Los miles de egresados de la Universidad Tecnológica de Pereira, se han convertido en propulsores del desarrollo, liderando sus propios emprendimientos empresariales o prestando su concurso profesional a importantes empresas de los sectores de la salud, la educación, la industria, el turismo, el comercio, la agroindustria, el ambiente y la cultural en el país y el exterior.
El desarrollo de la Universidad ha sido integral y constante, con un crecimiento exponencial, basado en la innovación, la investigación, la ciencia, la tecnología y la productividad. Los logros se deben a la construcción colectiva de sus planes de desarrollo; el direccionamiento estratégico institucional; los procesos de calidad; las prácticas de buen gobierno; los procesos de evaluación y control; y las apuestas con horizontes de largo plazo.
Un ejemplo de ello, es el actual plan de desarrollo de la Universidad para el periodo 2020 – 2028, denominado “Aquí construimos futuro”, una construcción testamentaria basada en cinco pilares: la excelencia académica; la creación, gestión y transferencia del conocimiento; la gestión del contexto y visibilidad nacional e internacional; la gestión y sostenibilidad institucional; y el bienestar, inclusión y calidad de vida universitaria.
El espíritu universitario que se respira en la UTP es la demostración de la manera como se mueve nuestra sociedad, tan llena de interrogantes, interesada en la crítica, propensa al debate, exigente con la garantía de las libertades y dispuesta a la evaluación. Todo esto ha contribuido a mejorar los procesos y a lograr que los niveles académicos crezcan y sean cada vez más competitivos.
Hay una Universidad viva y dinámica, liderada por el actual rector, Dr. Luis Fernando Gaviria, cuyos resultados gerenciales, administrativos, financieros y académicos ameritan la continuidad del modelo, porque las organizaciones requieren estabilidad y seguridad, especialmente en sus etapas de crecimiento y consolidación.
Como hijo de la UTP, invito respetuosamente a los egresados y a todos los estamentos a que participemos y respaldemos el proceso de elección del Rector para el próximo período. No es imaginable el presente y futuro de nuestro territorio sin una Universidad Tecnológica de Pereira en permanente desarrollo.
MAURIER VALENCIA HERNANDEZ
