Las estadísticas nos demuestran la necesidad de alimentarnos bien, de allí que una persona que durante toda su vida se ha alimentado de manera adecuada, puede combatir en mejores condiciones el desarrollo de muchas enfermedades.
La dieta juega un papel importante al reducir el número de muertes en infantes, enfermedades infecciosas, degenerativas y respiratorias, alergias, problemas cardiovasculares, e incluso, patologías previas a la aparición del cáncer.
Debido a las diferencias bioquímicas de cada ser humano sus necesidades de nutrición deben ser igualmente individuales, así entonces, tenemos que unas personas necesitan más que otras de una determinada vitamina o mineral. Son muchas las áreas de la salud que no tienen orientación nutricional y en pocas ocasiones aconsejan a sus pacientes sobre sus necesidades dietéticas para prevenir enfermedades y no esperar a que los problemas de salud se desarrollen.
La nutrición recibe poca atención en las escuelas de medicina y son muchos los médicos que todavía no reconocen que la nutrición es parte esencial de la buena medicina. Y es que nutrirse bien no significa comer cantidades abundantes de alimentos o comidas con menús sofisticados, simplemente se trata de que lo que comamos sea saludable y no afecte a nuestro organismo en un futuro, lógicamente, ello conlleva, además, saber acerca del tipo de preparación y los aditivos que tengan dichos alimentos.
Es muy importante que se cree una nutrición para la mente sana y es por ello que el régimen alimenticio es muy importante en cada etapa de la vida, ya que la buena nutrición es fundamental para evitar enfermedades y esencialmente básica para alcanzar una vida más prolongada.
Es así como el régimen alimenticio afecta la apariencia física del individuo, su nivel de energía, su habilidad creativa e intelectual, su salud mental y en general todos los sentidos para estar bien, inclusive para disfrutar del amor y el sexo.
Por ello aprendiendo y practicando hábitos de nutrición, en los que exista una correcta combinación de alimentos, se consigue salud física, mental y emocional, por lo tanto, estamos seguros de que la educación nutricional debería empezar en los primeros años de colegio, para capacitar a los jóvenes con algún conocimiento de qué comen ellos y porqué lo comen.
Dentro de los procesos de nutrición debemos tener en cuenta como, por ejemplo, el cerebro al igual que los demás órganos del cuerpo se encuentran formados por células que deben ser alimentadas por nutrientes bioquímicos, para que funcionen correctamente, o en caso contrario, su función se verá afectada en forma importante.
La terapia nutricional también ha mejorado el estado emocional de individuos sanos, sin embargo, algunos desórdenes nerviosos y físicos requieren un tratamiento individual, para una mejoría de la capacidad de regeneración física, mental y emocional, sin embargo, el tratamiento debe ser individual por las características propias de cada organismo, ya que el consumo alto de algunos nutrientes puede llegar a ser tóxico para unos, más no para otros.
Cuando administramos las cantidades apropiadas de nutrientes para cada individuo vamos a lograr la preservación de la buena salud y la prevención y el tratamiento de enfermedades, mediante la concentración de sustancias moleculares, que normalmente se encuentren presentes en el cuerpo humano, muchas de ellas requeridas para vivir tales como las vitaminas, aminoácidos, minerales y elementos traza.
En todo caso, debe ser su médico tratante o de confianza el encargado de hacer el estudio respectivo y de recomendar las dosis dietéticas y de nutrientes que usted necesita para una buena salud.