Muchos afirman que, si la teoría del “big bang” explicara perfectamente la auto creación del universo, no sería, ya necesaria la existencia de Dios para dar razón de lo que ya existe por sí mismo.
La teoría de la auto creación sostiene, mediante explicaciones más o menos ingeniosas, que el universo se ha creado él solo a sí mismo y de la nada, sin embargo, algunas cosas son objetables. Primero, que desde el momento en que se habla de creación partiendo de la nada, estamos ya fuera del método científico, puesto que la nada no existe y por tanto no se le puede aplicar el método científico. Y segundo, que hace falta mucho más que fe, para pensar que una masa de materia o de energía se pueda haber creado a sí misma.
Para quien afirma que el mundo no es más que una cuestión de geometría extraordinariamente complejo, se enfrenta a algunas objeciones. Como poderse explicar desde la evolución el origen primero de aquella materia inicial. En qué momento se puede hablar del paso de la materia a una inteligencia como mero fruto del azar. Es imposible que un triángulo después de un extraordinario proceso evolutivo, advierta de repente maravillado, que la suma de sus ángulos internos es igual a ciento ochenta grados.
Para el pensamiento griego el cosmos es eterno, permanente e inmutable. Algunos relatos míticos como el egipcio explicaban el universo ligado a un nacimiento, en torno a un huevo primordial. Para el relato bíblico masorético, un acontecimiento excepcional, que solo Dios puede realizar, no a partir de algo ya existente, sino de la nada. “Bereshit bara Elohim”, un acto creador, a partir del mismo Dios.
Este relato en ningún momento pretende ser una explicación científica sobre el origen del universo, sus narraciones no procuran dar una clase de astrofísica o biología nuclear. Su reflexión es estrictamente teológica, no pretende ser histórica, una serie de hechos referidos a un tiempo y un espacio. Es un dato revelado, nos enseña que el hombre, todo el hombre, en toda su dimensión, viene de Dios, depende de Dios y ha sido hecho por Dios; que el universo no es autosuficiente y que Dios es el creador y Señor de todas las cosas.
Nada puede existir sin una causa, por ello, si el azar existiera, sería la misma negación de Dios.
Teoría creacionista, que se puede sustentar, desde las cinco vías para el conocimiento de Dios, planteada por Santo Tomás : Vía del movimiento, Via de la Contingencia, Via de la Perfección de los Seres y Via del Orden y la Finalidad de los Seres.
La argumentación del Sacerdote, apunta a reafirmar ante todo la de la Contingencia: » aquellos seres que comienzan a existir, sin que existieran antes, Dios es es Ser Necesario, que tiene en si mismo la razón de existir, es decir no ha recibido la existencia, pero , que le da existencia a los demás seres.»