Por VICENTE ZULUAGA OSORIO
Es la nación más corrupta del mundo; ocupa el 5º puesto entre los países en los cuales el covid 19 ha producido más muertes; y el primer lugar en la preocupación de los organismos internacionales de Derechos Humanos y en la atención de las naciones por el clima de violencia que se respira en todos los niveles, ejercida no solo por los vándalos sino por la Fuerza Pública (el ejército y la policía) pues no tiene ninguna justificación que los militares hayan dado de baja a más de 40 compatriotas, que hayan desaparecido docenas de colombianos y que otros tantos estén privados de su libertad sin orden expresa de autoridad competente; no hay ninguna explicación válida que permita entender por qué resultan manifestantes heridos, almacenes destruidos, medios de transporte inhabilitados, mujeres violadas, vías bloqueadas; ni quién le dio permiso al presidente eterno para autorizar a soldados y policías a utilizar sus armas en las pacíficas manifestaciones de protesta contra la reforma tributaria y la de la salud (tan absurdas que por fortuna se cayeron junto con Carrasquilla, Miguel Ceballos, alto comisionado y Claudia Blum, Canciller de la república), lo cual fue interpretado por el sub presidente como una orden y por eso aparecen en las marchas civiles armados, infiltrados no por los dirigentes del paro sino por la misma policía o el Esmad, lo cual explica porqué según Cifras y Conceptos publicada por el Tiempo esas instituciones aparecen con un saldo de desaprobación en las encuestas de más del 60%.
Es tan insoportable el clima de violencia y de miedo que un amigo se atrevió a escribir en las redes sociales cuando este columnista le advirtió que duque “Va a tener que renunciar cuando las FFAA. desbloqueen las vías con las armas”, lo siguiente: “Cuando actúen así El Títere Uribe y las FF.AA. estarán más fortalecidas, decididas e intocables. Alea jacta est”. Ante lo cual le repliqué: Uff! Dolorosa previsión…que Dios nos coja confesados porque la suerte está echada”.
Después de ese escalofriante diálogo lo que sigue es preguntarnos si servirá de algo la preocupación internacional que ha provocado tantas marchas de apoyo a los colombianos que permita replantear la situación.
Se imaginan los colombianos cuál será la reacción de los pacíficos manifestantes cuando vean caer muertos o heridos a sus amigos o familiares porque los soldados y policías usaron sus armas sin discriminación para desbloquear las vías?
Mientras tanto uribe seguirá resguardado en el Ubérimo, custodiado por el sistema de seguridad que nosotros le pagamos, como si tuviéramos que ver con el título de “criminal” que se ganó hace tiempo y duque resguardado en el palacio, como espectador del más macabro escenario.
Al lado de lo anterior seguiremos viendo a nuestros estudiantes y demás manifestantes reaccionando con la misma fuerza moral que los ha venido impulsando. Y el diálogo entre los dirigentes del paro y el gobierno seguirá engavetado porque a duque no le interesa el acuerdo.
Lo doloroso de todo esto es que nos tendremos que aguantar por otro año al sub presidente a menos que la guerra civil desatada por el uso indiscriminado de las armas nos imponga al general Zapateiro como consecuencia del golpe de Estado.
respetado Columnista: excelente análisis.
» Lo doloroso de todo esto es que nos tendremos que aguantar al subpresidente. ………….»
Clara conclusión, y lo que ello genera : padecer la tiranía del eterno guerrerista, el imperativo ataque al estado social de derecho ejercido por parte el centro demoniaco.