En el Foro Económico Internacional, realizado esta semana por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), se reiteraron las acciones pendientes de los países de la región para retomar la senda del crecimiento e impulsar el desarrollo social y económico.
La región no logró mantener en las últimas décadas el ritmo de crecimiento de su producto interno bruto (PIB). Según las cifras presentadas por el presidente ejecutivo de la CAF, Sergio Díaz Granados, entre 1950 y 1980 el PIB en la región creció 5,1%, entre 1980 y 2009 el crecimiento fue del 2,7% y en los últimos 15 años la región sólo creció un 1,6%. Un porcentaje demasiado bajo para poder superar la pobreza, la desigualdad y el estancamiento de la clase media.
En la región no se han creado las condiciones para crecer. Ha faltado inversión para crear ambientes competitivos para el tejido empresarial y eficiencia en el gasto público, especialmente, en infraestructura física y tecnológica. Adicionalmente, los marcos regulatorios y la normatividad en la mayoría de los países desestimulan los emprendimientos y la creación de empresas.
Se resaltó en el foro el problema de la informalidad que enfrentan todos los países de América Latina y el Caribe. Muchas personas viven precariamente de actividades informales o dependen de microempresas poco productivas, en otras palabras, de actividades de supervivencia a partir de las cuales es imposible crecer y competir internacionalmente.
¿Cómo pueden romper el círculo vicioso de la pobreza los países de la región? Es claro que todos requieren aumentar el nivel de inversión. Durante el Foro, la CAF planteó a varios expertos la pregunta: ¿cómo atraer más inversión extranjera a América Latina y el Caribe? Todos coinciden en que es necesario implementar una estrategia conjunta de los gobiernos y el sector privado, hacer más claras, simples, estables y transparentes las reglas de juego, fortalecer las capacidades institucionales y tener una gobernanza más eficaz.
Por último, se requiere también una estrategia geopolítica que aproveche todas las ventajas comparativas de los países de la región para competir globalmente.