El «diálogo regional vinculante del Eje Cafetero» será otro momento crucial de nuestra historia y así lo deben entender todos los dirigentes políticos y los gobernantes de esta zona del país. El gobierno nacional encabezado por Gustavo Petro ha diseñado un mecanismo para acercar las comunidades al Plan Nacional de Desarrollo que consiste en la celebración de 50 conversatorios en diferentes sitios de la geografía colombiana denominados «diálogos regionales». En Pereira se llevará a cabo uno de ellos el próximo jueves 27 de octubre con la expectativa de incluir en él a 38 municipios del Eje Cafetero y será coordinado por el ministro del Interior, Alfonso Prada.
La iniciativa presidencial difiere de los mecanismos legales y tradicionales establecidos para elaborar el plan de inversiones de la nación y sus presupuestos anuales y se soporta en un ordenamiento territorial diferente a la división político-administrativa que tiene el país. Un gran cambio y un enorme reto. Sin embargo, afloran muchos interrogantes. ¿Acaso el gobierno está abriendo un enorme boquete a través del cual explotarán las insospechadas apetencias regionales? Quizás sea positivo que, a través de esta iniciativa liderada por los diferentes ministros de su gabinete, se escuche a la gente y sus propuestas, pero será inevitable que cada región de Colombia atiborre de solicitudes estos diálogos hasta superar con creces la capacidad financiera de la nación con lo que podrían crearse falsas expectativas.
La conformación de las cincuenta regiones que serán escuchadas no tuvo una socialización previa y surgen nuevas inquietudes. El diálogo que se llevará a cabo en nuestra ciudad ha sido bautizado como «Eje Cafetero» pero veinte días después se llevará a cabo otro en Manizales denominado «Caldas» y que involucra otros 22 municipios. ¿Acaso el vecino departamento no hace parte del Eje? ¿Estamos frente a una nueva manera de planificar a Colombia?
Pero lo imperativo ahora no es discutir sobre el mecanismo. Debemos entender que lo que no quede claro, preciso y contundente en ese dialogo regional no estará en los planes de este gobierno. Más que nunca se hace necesaria una convocatoria previa a toda la dirigencia regional para elaborar una propuesta única y seria. Asistir a ese encuentro para decir babosadas o pedir nimiedades será un error imperdonable. Hay que superar los linderos partidistas e incluso la fractura social en que nos encontramos los colombianos para que Risaralda llegue allí con una propuesta concreta y realizable. Debe motivarnos el carácter vinculante que se le quiere dar al resultado final de los diálogos y con el cual se pretende que dichas propuestas sean incluidas como mandato soberano en la ley del Plan Nacional de Desarrollo.
La movilidad es nuestra gran tragedia. Todas las fortalezas y ventajas históricas que nos brinda estar en el centro de Colombia (entre los tres principales núcleos urbanos del país) se pierden con la desquiciada inmovilidad que padecemos.
Cinco propuestas para ese diálogo: 1.- Tercer carril en cada calzada de Pereira-Cerritos. 2.- Doble calzada Cerritos-La Virginia. 3.- Doble carril ascendente en la vía Pereira-Punto 30. 4.- Doble calzada en la variante La Romelia-El Pollo y 5.- La Plataforma Logística del Eje Cafetero.
No caigamos en la trampa de volver prioridad el parque San Mateo. Es una quimera desde el punto de vista financiero y van dos gobiernos engañándonos con ella. Pereira no tiene recursos para invertir en ese lindo sueño y Petro no se va a gastar más de medio billón de pesos en un nuevo batallón. No seamos ilusos. Seamos prácticos o perderemos otros cuatro años.
de acuerdo con el planteamiento
esas vías abrirán otras oportunidades y calidad de vida en tiempo de transporte, mejora logística y turística
complemento adecuado la PLEC
El actual batallon San Mateo en si, ya es un parque productor de oxígeno, si se le construyen edificios se va a disminuir el oxígeno que produce
Tan improvisado como siempre el nuevo presidente. No se ha socializado lo suficiente esta nueva manera de estructurar el plan de desarrollo para el país, lo que dejará abierto el espacio para el desorden y con él, la oportunidad para despilfarrar, corromper y atrasar nuestras regiones. Como bien lo dice usted, debemos organizarnos para participar de manera efectiva de esta etapa. A propósito, cuántos diálogos vinculantes tendremos? Durante cuánto tiempo?
creo que son 53 diálogos, iban a ser durante este año para construir el plan de desarrollo nacional, pero los van a suspender después del de Leticia y serán reprogramados.
Valoro su aporte Dr Zuluaga. Sumo que durante este diálogo se exprese de la mejor manera la urgencia, el imperativo de crear rutas seguras y de atención para la gente que muere por falta de alimentos, atención en salud y demás. Basta recorrer la ciudad para experimentar la debilidad social. Pobreza por doquier, falsa prosperidad ventilada en los medios. Insisto que » se exprese de la mejor manera». Muy importantes las obras físicas pero …..y la gente?.
Pues es el gobierno del cambio o la desolación por q uno no sabe ya q va a pasar sopresa se puede llevar el país con el cambio si será buena o mala será confiar en dios y esperar esperar