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Actualidad¿El cristianismo tiene futuro?

¿El cristianismo tiene futuro?

El escritor y pensador religioso francés Marcel Légaut, discípulo de Teilhard de Chardin, con obras como “La inteligencia del pasado” y “El futuro del cristianismo”, en uno de sus libro “Creer en la Iglesia del futuro” visibiliza el tema del divorcio entre Iglesia y fe, partiendo de una pregunta: ¿Estará la jerarquía eclesiástica lo bastante ciega como para no detectar en sus verdaderas dimensiones el foso que se abre entre lo que ella enseña y ordena y lo que realmente se hace o se piensa en los medios cristianos?

Légaut, hace un análisis donde presenta una diferencia en lo que suele llamar: «religiones de autoridad» y «religión de llamada», sugiriendo caminos y pistas de futuro para una Iglesia que busque ser fiel a Cristo en la sociedad moderna.

 Las “religiones de autoridad” según este pensador parisiense, hacen relación a las que ofrecen certezas absolutas y estructuras seguras; al mismo tiempo, exigen de sus miembros obediencia y sentimiento a prescripciones a veces minuciosas. Las “religiones de autoridad” se instalan según las investigaciones de Légaut, de manera mayoritaria en una sociedad, donde procuran influir y dominar para impedir que se tome una orientación opuesta o ajena a sus dogmas religiosos.

Una religión endurecida en torno al principio de autoridad no ayuda a la maduración personal de sus fieles; al contrario, corre el riesgo de aprisionarlos en unas doctrinas y prácticas que sólo se viven a medias, incluso cuando la adhesión a la doctrina parece ferviente y la observancia de la ley rigurosa.

La «religión de llamada» es diferente. No impone una doctrina, sino que propone un camino de salvación. No dictamina, sólo llama e invita. No entiende su actuación como un ejercicio de poder, sino como un servicio. No pretende someter a todos por medios sociológicos; se coloca más bien al servicio del hombre para invitarlo a buscar en Dios su salvación.

Un cristianismo autoritario tiene poco futuro. En una sociedad plural ya no dispondrá del poder político ni de la organización social que antes poseía. Su influencia en la cultura y la educación será cada vez menor. Le será difícil vivir a la defensiva, en lucha desigual con las corrientes modernas. El paso del tiempo trabaja contra el autoritarismo religioso, pero puede ofrecer nuevas posibilidades a un cristianismo entendido como servicio humanizador al hombre desvalido de todos los tiempos.

En este Sínodo que lleva por título “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” nos dice el Papa: “La sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo su Misión. Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia de que escuchar es más que oír, una escucha recíproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Los pastores caminan con el pueblo, a veces delante, a veces en medio, a veces detrás. El buen pastor tiene que moverse así. Delante para guiar, en medio para animar y no olvidar el olor del rebaño, detrás porque el pueblo tiene también «instinto». Tienen un instinto para encontrar nuevos caminos hacia adelante, o para encontrar el camino perdido. Hay mucha resistencia a superar la imagen de una Iglesia rígidamente dividida entre dirigentes y subalternos, entre los que enseñan y los que tienen que aprender, olvidando que a Dios le gusta cambiar posiciones: Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes”.

El autoritarismo religioso, es obsoleto, hoy la fe solo es entendible desde el servicio y es bueno atreverse a dialogar, esto permite, caminar juntos, asumiendo que en el mismo dialogo, puedan surgir nuestras propias miserias, sin justificación.

Padre Pacho

1 COMENTARIO

  1. El ser pensante y actuante ha cambiado a través de los siglos acomodándose a las exigencias de los tiempos;su cuerpo y mente buscan acomodo para vivir a tono con las circunstancias y el alma?.Se quedó en el tiempo como si fuese rígida e inamovible,la iglesia tutora de los anhelos profundos del espíritu, está llamada a conducirnos por los nuevos caminos de verdad y justicia,por los senderos que nos conducirán al goce pleno de la salvación.

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