Por James Fonseca, Corpoación Vigía Cívica
Al anuncio del alcalde de Pereira, Carlos Alberto Maya, sobre el plan para compensar los efectos de la pandemia sobre las finanzas del Municipio, le faltaron las cifras necesarias para justificar cada una de las operaciones que anticipó. Pese a ello, queremos dejar los siguientes comentarios sobre lo comunicado.
Consideramos que la decisión de remodelar la Terminal de Transportes de Pereira debe someterse a estudio, pues, a primera vista, lo aconsejable sería su traslado.
La Terminal necesita parqueaderos y mayor espacio, pero lo exiguo del lote donde está construida, impide solucionar las dos carencias a un costo razonable. Además, actualmente en el intercambiador vial de MERCASA confluyen todas las vías de acceso a Pereira, por lo que sería ideal ubicarlo en sus alrededores y cerca del aeropuerto, cuyos usuarios, en buena parte, vienen o van a otros municipios de la región.
No vemos ahorro económico al liquidar del Instituto de Movilidad de Pereira, pues, casi los mismos cargos serían necesarios en la futura Secretaria de Tránsito. Pero, si es el camino para erradicar la corrupción que alberga, la liquidación debería tener el respaldo de la comunidad, siempre que se tomen las medidas necesarias para evitar que ella se traslade a la nueva secretaría, comenzando por la incorporación de nuevo personal en las áreas sensibles.
Ante el rumor persistente que la privatización de sus funciones es la causa velada para la liquidación del Instituto de Movilidad, invitamos al alcalde Maya a aclarar si tal intención existe, pues la ciudad no aceptaría otra privatización injustificada.
En ocasiones anteriores hemos propuesto que la Empresa de Aseo debería transformarse en multipropósito y atender el alumbrado público y otras tareas, como lo fueron las antiguas Empresas Públicas de Pereira, en mala hora segmentadas y perdidas para la ciudad, cuando el país escuchó los cantos de sirena de la banca multilateral sobre las bondades de adelgazar el Estado. Medellín, que supo evitarlo, recibe hoy de E.P.M. multimillonarias transferencias para invertir en bienestar de su población.
El plan de austeridad anunciado por el alcalde, debería contemplar la solución del problema de la Central Minorista de la calle 41, por 12 años el municipio ha venido pagando los servicios públicos y otros gastos del inmueble, mientras la escrituración de los locales no parece avanzar.
Para juzgar su utilidad la ciudadanía debería conocer las cifras estimadas de ahorro o ganancia de cada una de las operaciones que propone el alcalde Maya y también debería saber lo que cuesta el funcionamiento del municipio, en arrendamientos, nóminas de funcionarios, trabajadores y pago de contratistas, servicios de vigilancia, pólizas de seguros, alquiler de vehículos y un largo etcétera. Por eso, desde la Corporación VIGÍA Cívica, estamos solicitando una relación pormenorizada de esos gastos.