Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadFILOSOFEMA - SOBRE LA COMUNICACIÓN PERIODÍSTICA

FILOSOFEMA – SOBRE LA COMUNICACIÓN PERIODÍSTICA

 

 

 

A propósito de nuestros frecuentes encuentros Zaratustra, en que alternamos el juego del ajedrez con las pláticas sobre lo divino y lo humano que acontece en el país, siendo la comunicación periodística un tema que se halla en cuestión, quisiera que hoy dialogáramos sobre ésta, al menos en lo concerniente a su naturaleza y finalidad.

 

Alguna vez me dijiste que el periodismo no era más que una práctica consistente en hacer común, por medio de cualquier lenguaje, la ocurrencia de situaciones, hechos y acontecimientos relacionados con la cotidianidad humana.

 

A decir de Aristóteles el hombre es un zoon politicom, un animal político, sociable por naturaleza y con apetito innato de saber. Aunque parezca redundante debe decirse, que dicho saber no sería saber si no fuera transmitido y compartido. Podría afirmarse entonces que el hombre es también un zoon communicator, un animal comunicador, pues su manera más originaria de asociarse ha sido compartiendo lo que sabe y conoce.

 

Pero, ¿crees Zaratustra que esa labor realizada por el periodista o por el comunicador debe ser meramente la de transmitir sucesos de los que se ha enterado, narrar hechos y describir situaciones, en conclusión, brindar sólo saber mas no conocimiento?

 

Crear una historia alrededor del qué, cómo, cuándo y dónde, corresponde sólo al plano del saber. Una información acerca de la muerte de Sócrates sólo daría a saber que este filósofo falleció en Atenas, siendo el año 399 a.C. durante un juicio donde se le condenó a beber la cicuta, supuestamente por inducir los jóvenes a ser indiferentes ante los dioses.

 

El conocimiento, es decir, la proximidad a la verdad sobre la causa última de la muerte de Sócrates, descubrir que al parecer se trató de una inmolación con la que el pensador quiso demostrar la coherencia que observaba entre sus juicios y su actuar, sobre todo en lo relacionado con lo justo y lo injusto, no podría haberse dado a partir del simple comunicado de prensa.

 

He aquí Zaratustra la causa de la crisis actual que acusa la comunicación periodística debida, entre otras incidencias, a los timadores de la verdad, a quienes expenden y publicitan la información envasada en la apariencia y la especulación, como si fueran bebidas refrescantes, pues los llamados medios no están orientados por periodistas sino por aquéllos.

 

La función social del periodismo debe consistir en incentivar el análisis fundamentado en enunciados interrogativos y en cuestionamientos profundos, más no en juicios positivos y negativos con los que se da fin a un razonamiento posible acerca de un hecho o demás realidades.

 

Esta función social ejercida por quienes escriben historias no es otra cosa distinta a la de cumplir con la responsabilidad de ser útil a la sociedad y no hay más valiosa utilidad que la de ser un medio para el conocimiento colectivo, en aras de una sociedad pensante.

 

Al igual que la educación y la política, tema que trataremos en otra ocasión para el ocio, la comunicación es una de las tres facultades intelectuales innatas en el ser humano, mediante la cual debe impartir conocimiento acerca de la realidad.

 

Claro está que en el tema que nos ocupa, nos referimos a esa forma de comunicación en la que se utilizan sistemas lingüísticos y se llevan a cabo procesos mentales de codificación y decodificación de enunciados, propia del hombre, pues sólo él tiene la capacidad de controlar su ser, ponerlo en relación con su mundo exterior, hacer un análisis del mismo, crear un concepto y expresarlo.

 

En síntesis, mediante la comunicación se satisface esa necesidad de establecer una relación social, basada en el proceso de informar y ser informado. Por ser vital, esta función se ha convertido en uno de los derechos más esenciales del hombre, pues éste considera como tales aquellos privilegios que, por consenso, se le otorgan y puede reclamar para sí.

 

Ahora bien, para garantizar que se concedan y se disfruten los privilegios o facultades establecidos por la misma sociedad, éstos son acuñados por la Ley. Por eso también se habla de la Ley que garantiza el derecho a informar y a ser informado, de la Ley de Prensa, que regula su funcionamiento, y de la libertad de expresión.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más articulos