El pasado jueves 19 de mayo el periódico El Diario editorializó sobre la designación de la doctora Elsa Gladys Cifuentes como nueva rectora de UNISARC, en un escrito de claro y absoluto respaldo a ella y al Consejo Superior de la Corporación Universitaria de Santa Rosa de Cabal, el cual tituló: “Indiscutible acierto”. De no haber publicado quien esta nota escribe, una columna, dos días antes, la cual titulé “No politizar a Unisarc”, no estaría hoy nuevamente tocando el tema. Si bien, las columnas de opinión en manera alguna comprometen el pensamiento de la dirección, las notas editoriales sí, razón por la que no van firmadas, pues, son la opinión oficial del periódico. Y ante esta realidad, ante esta “verdad revelada” por El Diario, me reafirmo en lo dicho en mi columna de opinión al sostener todo lo contrario. Si el editorialista hubiese tenido la delicadeza de invitar al columnista de su periódico, que dos días antes había expresado su temor por la politización de la institución, a guardar prudente espera a que, con el paso del tiempo y de las acciones emprendidas por la rectoría, se evidenciaran los hechos beneficiosos de su nombramiento, el columnista no hubiese tenido problema alguno y además, sería el primero en reconocer sus aciertos, evitándonos esta molesta nota. Nadie discute la trayectoria de la recién nombrada Rectora que, como abogada, especialista en Derechos Humanos y Derecho Ambiental, Magister en Administración de Empresas, Diplomacia y Relaciones Internacionales, estudios superiores en Gerencia Social y un doctorado Honoris Causa, hacen de la doctora Elsa Gladys una aventajada profesional, mas no la indicada por su marcada acción proselitista que encaja de manera perfecta para el desempeño de otro cargo público, más no para la dirección de un Centro Superior Docente. Su afán burocrático la ha llevado a militar en el Partido Conservador, Nueva Fuerza Democrática, Cambio Radical y el Partido de la U, organizaciones políticas antagónicas, razones válidas para temer por una fuerte politización del estamento universitario al que llega, alejado desde su fundación a la actividad proselitista. Si de verdad logra cortar ataduras con ese azaroso mundo de la politiquería, que todo lo destruye y corrompe, bienvenido sea su nombramiento, entendido como una búsqueda necesaria en el relacionamiento de la academia con las diversas entidades culturales, que le abra las puertas del alto Gobierno para la consecución de los esquivos recursos para su fortalecimiento. En larga charla telefónica sostenida con el presidente del Consejo Superior, doctor Jorge Humberto Echeverri Marulanda, Director Ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros, quien muy amablemente me ofreciera las razones que el máximo organismo rector de la Universidad tuviera para realizar dicho nombramiento, tuve la oportunidad de conocer de primera mano los alcances de dicha designación, en un momento crucial como el que hoy vive, esta de por sí importante Universidad cafetera y rural de Colombia. De lograr lo prometido en el acto de su posesión cuando dijo: “Contribuiremos desde UNISARC, desde la universidad campesina, a ofertarle a las nuevas generaciones a través de la educación como arma de transformación del mundo, el cambio de sus vidas”. De lograrlo, seremos los primeros en reconocerlo públicamente y desde este mismo espacio, celebraremos complacidos su nombramiento.
Alberto Zuluaga Trujillo alzutru45@hotmail.com
Acertadicima designación!!