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ActualidadLa Discriminación

La Discriminación

Por HUMBERTO TOBÓN*

Una realidad que nos agobia es la discriminación constante y en ascenso, que desemboca, por ejemplo, en la violencia racial de los supremacistas blancos en Estados Unidos contra las comunidades negras y ahora sus ataques se dirigen a personas de origen asiático. Ocurre también en China contra los tibetanos y en la India contra los “parias”. En Colombia algunos sectores sociales arrecian su odio contra las comunidades indígenas y afrodescendientes, los dos grupos  étnicos más afectados por la pobreza, la exclusión, la marginalidad y el olvido.

La discriminación también se hace presente en la malquerencia y la aversión que manifiestan algunos líderes de opinión y jefes de gobiernos, frente a los migrantes, tan evidente en Europa contra los africanos; en Estados Unidos contra los latinoamericanos y asiáticos, especialmente en las épocas de Trump; y en Latinoamérica ante la diáspora venezolana, todo lo cual ha creado comportamientos xenofóbicos en amplios círculos ciudadanos.

Sabemos por los medios de comunicación y las redes sociales, de los constantes ataques físicos y legales, en casi todas las culturas, hacia las personas con diversidad de identidad de género, quienes reciben el rechazo desde organizaciones abiertamente homofóbicas.

Las mujeres, por su lado, enfrentan en todos los países, una brecha que no se cierra en cuanto a oportunidades laborales, remuneración salarial y respeto por sus derechos humanos. Hay culturas y ritos religiosos, incluso, que consideran que es inalienable la preponderancia masculina, y ven y tratan a las mujeres como objetos y no como sujetos de derechos.

Ahora también se miran con sospecha y resquemor a los jóvenes que se manifiestan pacíficamente en Chile, España, Francia y Colombia, buscando su realización personal y profesional de poder estudiar, trabajar y formar una familia.

En este mundo de discriminaciones y abusos continúa creciendo el trabajo infantil, cuyos números son terriblemente vergonzosos y conectan a África con América Latina y no se salvan las poderosas economías del G7, y se hacen especialmente críticos en China e India. Colombia no es la excepción, pues acumula poco más de medio millón de niños sometidos a trabajos rudos, con largas jornadas diarias, pagos insignificantes y tratos crueles.

Otra de las manifestaciones discriminatorias a las que asistimos, es la desproporcionada acumulación de vacunas contra la Covid 19 por parte de las naciones más ricas del mundo y su desesperante lentitud para permitir que las más pobres puedan tener acceso a suficientes biológicos para controlar el virus.

Frente a las actitudes y acciones discriminatorias que recorren el mundo y ante su desastroso impacto social, deberíamos como sociedad detenernos a reflexionar, muy especialmente desde el sistema educativo, sobre los alcances de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; el Convenio relativo a la discriminación en materia de empleo y ocupación; la Convención sobre la eliminación de todas formas de discriminación contra la mujer; y la Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas. No es mucho pedir, si queremos vivir en un mundo más justo.

*Estos conceptos no comprometen a la RAP del Eje Cafetero, entidad de la cual soy Subgerente de Planeación Regional.

6 COMENTARIOS

  1. Esto es una barbarie mundial patrocinada por los que se creen aun «blancos puros» dueños del mundo. Todo lo que sea diferente a ellos lo quieren eliminar.

  2. Una sociedad que discrimine,maltrate o asesine a los negros,a los indígenas,a los afrodescendientes ,a sus niños y a sus líderes sociales como Colombia no merece sobrevivir
    Freud dice: «En el hombre, están el eros, el amor y la pulsión de muerte». Esta es la esencia del ser humano no hay santos, no hay demonios; hay santos y demonios y viven, conviven y luchan en el mismo lugar. Cada uno de nosotros es capaz de ser malo dadas las circunstancias. Nos guste o no admitirlo.Y cada uno de nosotros es capaz de ser bueno.Pero en Colombia no hemos podido comprender que los blancos también son negros,esas razas puras solo existen en aquellos que no han podido comprender la esencia y biología del mestizaje .En nuestro contexto existen muchos seres humanos perversos especialmente políticos que solo funcionan con cerebros reptilicos y son muy dañinos. He ahí la importancia de la educación humanística y no competitiva

  3. Excelente reflexión y un punto importante de discusión para hacer frente a esa cruel realidad social que discrimina despiadadamente

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