La justicia cojea, pero…

Con esa frase estúpida, nos vendieron el cuento o ahora el relato, de no preocuparse porque la justicia no funcione en este país, tranquilos que algún día llega, pero para los de ruana, pues para los mandamases de siempre, esta nunca llega, pues precluye o sale fallo acomodado. O sino que tire la primera piedra a quien un proceso, una demanda, un litigio por sencillo que sea, no le haya demorado largos y tortuosos años.

No hay un juez, tribunal o corte, que no se pase por la faja los términos fijados en los códigos para decidir, resolver o dictar sentencia.

Todo este preámbulo, es para sentar las bases del siguiente análisis sobre la actuación de la Corte Suprema de Justicia, en cuanto a la elección del Fiscal General de la nación. Ella misma y sus áulicos se ufanan, de que en otras oportunidades se han demorado hasta 16 meses para efectuar ese nombramiento, pues la ley no les fija en ninguna parte unos términos fijos para realizarla. Qué vergüenza vanagloriarse de una falencia, de un mal actuar, del no cumplimiento de su deber, del mal ejemplo y del mal mensaje que le están enviando a jueces magistrados y otras cortes sobre el desempeño de sus funciones y cumplimiento de términos.

La CSJ, al elegir fiscal, no dicta ninguna sentencia (condenatoria, absolutoria o constitutiva), es decir en ese momento los honorables magistrados no actúan como Jueces de la Republica, sino como simples funcionarios públicos administrativos, cumpliendo, un mandato de la Constitución, elegir fiscal general, de una terna enviada por el presidente de la república. Y en ninguna parte del sistema eleccionario (salvo su amañado reglamento interno, habla del voto en blanco), al elector primario le conceden una casilla que contempla en voto en blanco, además del de las casilla que contienen los nombres o fotos de quien va a elegir. Pero a los magistrados no se les asigna casilla en blanco, pues la Ley y la Constitución, les obliga a elegir solo entre los 3 ternados por el presidente.

Y por qué es tan difícil entonces encontrar entre los 3, (las 3, ¿en este caso) un mayoritario?, pues sencillamente porque no han “cuadrado” con ninguna de ellas las cuotas burocráticas, que según ellos les corresponde por ser unos privilegiados, privilegiados sí, pero por hacer parte de una de los mayores Centros de Justicia, no para hacer nombrar a su clientela política o a su parentela. A ese estado de cosas malolientes hemos llegado en uno de los organismos más respetables de la nación.

Y entonces cuando el pueblo ve semejante despropósito y sale a protestar a las calles, dentro de su sagrado derecho constitucional, los nuevos jefes y voceros de la oposición –los medios de comunicación- se rasgan las vestiduras, ante semejante “presión indebida” a unos pobres magistrados que en meses no han tomado la decisión que la ley les obliga, si la Ley, pues en cuanto a actos administrativos la Constitución es clara en el sentido que estos actos deben tomarse con el principio de celeridad y eficiencia, impulsando oficiosamente los procedimientos, para evitar toda anormalidad o retraso. O entendido como el cumplimiento ágil y pronto que debe tener, toda autoridad administrativa. Dicha celeridad y eficiencia entra dentro del derecho fundamental al acceso a la justicia.

Todas estas premisas legales están siendo violadas por la CSJ, es decir, nos están negando a los colombianos el acceso a la justicia, con celeridad y eficiencia. Están irrespetando la democracia. Y entonces, cuando la Comisión  Interamericana de derechos Humanos y el Secretario General de la OEA, piden a la Corte que cumpla con sus funciones, las tratarán de Castrochavistas?, sera lo único que faltaría.      

Cuando la sal se corrompe, quien ronda a la CSJ?.. El PUEBLO, PUES SOLO EL PUEBLO, SALVA AL PUEBLO!!!!!

Pereira febrero 19 de 2024