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LUIS FERNANDO CARDONA
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La Monarquía Criolla

Cedemos nuestro espacio hoy a Miguel Serna Hernández poeta quindiano (1908- 1986). Transcurrió su vida en el municipio de Quimbaya como agricultor cafetero, lector y hombre de letras. Dedicado a cultivar la tierra cafetera, a enseñar con su ejemplo el sentido de la vida, la equidad, el amor, el cuidado de la naturaleza y el territorio.

Bolívar, el insigne americano, 

que derrocó la monarquía española, 

nos enseñó que el rey era un tirano 

y que Colombia se regía sola. 

Vio muy lejos al rey tras de los mares, 

persiguiendo a los galos y a los moros, 

mercenarios, monstruosos y vulgares, 

robándole a los indios sus tesoros. 

Aventureros de almas tenebrosas, 

matando sabios con afán salvaje, 

quemando al indio que dormía en la choza

 y al ave que trinaba en el ramaje. 

Quebrando con su espada monumentos, 

violando niñas de inocente cuna, 

con aquellos terribles armamentos, 

sembrando el miedo conseguían fortuna. 

Por eso se enojó un venezolano, 

con cuerpo de metal y alma bravía, 

un día de agosto derrotó al tirano, 

terminó la primera monarquía. 

Quedó Colombia casi convencida, 

que al español lo barrieron con escoba, 

y no fue así, porque quedo escondida 

otra corona entre la patria boba. 

Empezó la terrible burocracia, 

de corbatas, perdidos en la orgía, 

el pobre sometido a la desgracia, 

viviendo en la segunda monarquía. 

La corona fatal de los Ospinas, 

de los Marianos que lejano empieza, 

que clavan como a cristo las espinas, 

sembrando el hambre con su gran riqueza. 

Los Santos con los López y los Lleras, 

en su trono de joyas y billetes, 

dueños de todo: frutos y praderas, 

que desprecian el hambre en los banquetes. 

El trono de los Gómez y Pinillas, 

los industriales que son sus cortesanos, 

que forman una sola camarilla, 

sin pensar en el pobre tan cercano. 

¡Que reino tan antiguo y tan tirano!, 

con fusiles en manos de hombres malos, 

mientras que el pobre duerme en el pantano, 

pues siendo libres solo son esclavos. 

Y si el pobre reclama algún mendrugo 

para calmar el hambre en la que vive, 

con una hachuela arman al verdugo 

y que reclame ¡Rafael Uribe! 

Si se le pide para el pobre:

 empleo, vestido y pan, 

lo fusilan por la espalda como hicieron con Gaitán.  

Es este el pobre país de exportación, una feria

 donde el pobre es infeliz sometido a la miseria.

MIGUEL SERNA HERNANDEZ (1.908-1986)

POETA QUINDIANO 

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