Por: JESÚS ALBEIRO ZULUAGA LÓPEZ.
En Santa Rosa de Cabal una vez más se llevó a cabo la tradición, en el Parque del Machete a todos los visitantes se les dio – no machete – melodías entregadas por bellas voces que por un año más, y en este de sobresaltos, aportaron alegría a las festividades del pueblito huevero del chorizo. Este evento fue amenizado por las voces del recuerdo del repertorio histórico de Don Herney Martínez Arboleda que como buen melómano y recopilador de historias, apasionado por la historia de nuestro país – en palabras propias de Jesús Antonio Orozco, su entrevistador – presentó para el público varias canciones navideñas de antaño que al día de hoy cobran un valor más grande que el de su época: el suyo propio por defecto, y el que le otorga el pasar de los años, eternizado en los oídos de las personas que gozamos de un oído atraído por lo sublime de los versos bien compuestos, sea por reminiscencia, por tradición o por cultura, aquellos que anteriormente se oían sin tanta extrañeza, con mayor normalidad y más frecuencia, cuando no era una cosa de cualidad espontánea.
Hoy celebro, así como sonaron Los Mendoza en la radiola de Don Herney. ¡Llegó navidad! A Santa Rosa de Cabal y a todo lo que se llame por su nombre le llegó la época de la indiscutible comunión, entera e ineludible, se anuncia “con una voz cariñosa”, prevaleciente sobre toda patología, como ésta y las de los años 20, porque más que una reunión es la misma palabra en su esencia principal, sin el prefijo, y se basa en la alegría etérea anual de muchas generaciones, así como esta canción que traigo a sus memorias.
Bien es importante mantener cuidado frente al Covid 19, cabe resaltar que no estoy llamando al desacato, ni más faltaba. Pero este está lejos de ser el tema más importante de nuestras vidas, y en la actualidad lo está siendo. Día y noche, en la televisión y en la calle, advertencias en cada establecimiento, cada objeto incluso, todo emite, como generador práctico de preocupación, un mensaje de precaución, que pasa mucho de precaución y muta en la abstención. El manejo del virus es cuestión de responsabilidad y disciplina, no de arrinconamiento social y económico, o así debería ser, al menos. No olvidemos el sentido que posee un saludo, es el mismo con estrechón o sin él, el de un beso, sobrevive sin su manifestación. Usted es humano con pandemia o sin pandemia, por lo tanto su comportamiento y su esencia propia no debe mutar junto con las mutaciones del virus, usted no es una cepa. Cada una de las cosas tiene su sentido y su valor y tal cual deben ser tomadas, parte de vivir con consciencia es clasificar importancias. En lo que he visto entre mis allegados y conocidos, y aquellos con los que no convivo, prevalece una vida limitada donde las personas se contagiaron del virus sin adquirir el nombrado.
La desesperanza es tan contagiosa como el Covid, y con el aislamiento emocional es considerablemente más mortal.
La navidad, esta fecha, esta costumbre en la que memoramos la figura de un nacimiento es el momento para concebir una nueva mente. La humanidad ha numerado los días del año con la nominación Covid y este no es el nombre de los meses, ni el año 2020 se sustituye por el nombre del virus. Llamo a la verídica conciencia social y colectiva, hoy es 24 de diciembre, es navidad, el sueño de los niños y el recuerdo de los ancianos, es nuestro presente, nuestro regalo, vamos a vivirla.
Una Navidad, que a pesar de la complejidad del presente año, nos debe llenar de gozo interior, de espiritualidad en el abrazo distante, en la palabra oportuna.
Hacer de los 365 días del año un festejo por la salud y la vida.
El SarII No Existe!