Por JAMES FONSSECA MORALES – Vigía CÍVICA
Impresionan los diseños de la Paralela Sur, que proyecta el gobierno de Pereira como la forma de remediar las dificultades del tránsito vehicular entre el área urbana de Pereira y la intersección vial de Cerritos. Este proyecto muestra una sección mayor de 40 metros, de doble vía, con espacio para automotores y bicicletas, en una longitud cercana a los ocho kilómetros.
Sin embargo, todo parece indicar que el deslumbramiento no pasará de los dibujos, puesto que la intención del actual gobierno es construir solo la mitad, desde El Pueblito Cafetero, hasta la entrada a El Tigre, porque, ha explicado, su presupuesto no permite más.
24 años de retardo acumula la segunda calzada de la Avenida del Rio y buena parte del área que le estaba destinada, está invadida; diez años duró sin terminar la Avenida San Mateo, de la que el gobierno municipal publicó, al concluirla: “fue un elefante blanco y un golpe para la moral de los pereiranos.” Con tales antecedentes tenemos que concluir que la utilidad de la nueva obra inconclusa quedará diferida hasta una fecha incierta y como consecuencia, el efecto de la inversión en la primera etapa, fijada en $50.000 millones, poco se reflejará en la movilidad del sector y, de nuevo, la moral de los pereiranos recibirá un costoso golpe.
Frente a la alternativa de dejar a medio hacer la vía, por la que los habitantes de buena parte de Risaralda y del suroccidente colombiano podrían acceder, con mayor comodidad, al comercio y a los servicios que puede ofrecerles Pereira; es necesario buscar otras formas de financiación o de diseño, que permitan llevar la vía hasta el final de su trazado, en la intersección de Cerritos.
Quienes estuvieron en la presentación del plan del grupo Colpatria para quedarse con el peaje Cerritos II, recuerdan que entre las obras que prometían desarrollar, con el dinero de ese peaje, estaba la Paralela. Si esos inversionistas, que buscaban utilidad económica de su gestión, calcularon que con esos recursos podían construir la nueva vía, preguntamos ¿por qué el sector oficial, que no necesita rentabilidad, no puede hacerla?
Y tratándose de mecanismos de financiación, convendría que el gobierno de Pereira clarificara como pretende financiar la parte inicial de esa obra, con producto de la participación en plusvalía, como dijo ante la Asamblea de Risaralda, pues, en octubre pasado, sus funcionarios explicaron al Concejo de Pereira que, en 22 años de vigencia de esa contribución, la ciudad solo había recaudado $8.834 millones. Además, la construcción de una vía no genera plusvalía, ya que se requiere de un acto administrativo particular, concreto, delimitado y definido, características que, ni siquiera su inclusión en el POT le confiere.