Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadLa Piel En Primavera

La Piel En Primavera

OJO CON EL CINE

 

Como sucede con frecuencia, es decir cada año, en el Festival de Cine de Cartagena, suceden cosas muy simpáticas. A los periodistas, estudiantes, cinéfilos, cineastas, especialistas en materia de cine, cine clubistas, críticos de cine, hombres de cinematecas y demás personas que amamos el cine, respetamos el cine, estudiamos el cine, ACREDITADOS, y que sacamos una semanita de nuestro tiempo y de nuestro trabajo para ir a disfrutarlo, con mucha frecuencia, nos tratan como si fuéramos pobladores de suburbio, indocumentados, desplazados, o en el mejor de los casos, como individuos de bulto, de estadística, de ficha para medir una asistencia, que obvio sirve para ser usada en un informe, para acceder con táctica, a significativos recursos que obtienen del Ministerio de Cultura, la gobernación de Bolívar y la Alcaldía de Cartagena, entre otros.

Y lo digo con rabia, porque se maneja, y desde la oficina de Prensa del evento, que es peor, esta estrategia, para poder darle entrada con toda la lambonería del caso, a una serie de personas (que son muchas) que es la que con vestidos blancos de lino, joyas (que ni siquiera lucen, pues desentonan), peinados y accesorios que “chillan”, las que llenan los escenarios del Festival (que obvio contribuyen con la estadística para los informes), ocasionando un permanente malestar en muchos de los asistentes que creen (creíamos), teníamos derecho, por nuestro papel, que considero digno y respetable, pero que de verdad siembra un malestar extraño en nuestro organismo, que lo supera la entereza que nos caracteriza y que muy probablemente, se la hemos aprendido al cine que vemos y estudiamos.

Hice esta introducción, sencillamente, porque el primer incidente maluco acaecido allí en esta versión 63 del FICCI, sucedió con el primer evento programado: la INAUGURACIÓN del Festival, el primer día y con la primera noche, pues la carta de entrada a todos los eventos, es decir, la ACREDITACIÓN, no servía para tal fin, ni al principio ni al final (la Clausura) del evento, pues se requería reclamar una boleta, que hacía más válido el ingreso, pero que tampoco se podía obtener porque según cuentas, el ingreso solo lo determinaba y facilitaba el olor al pachulí más costoso que se obtiene solo en las tiendas que expenden los perfumes caros de Europa y quién sabe dónde.

Y la película de inauguración, era el motivo y muy bueno porque no fue (y eso nos pareció y se sintió y se respiró) de muy buen agrado para ese “nutrido” público que orondo y presumido, llenó el bellísimo teatro “Adolfo Mejía” que decoró con sus manos entre otros, el gran Maestro Enrique Grau y que tiene una impresionante arquitectura de lujo, pues resultó ser una película inteligente, decorosa, seria, pensada, repleta de humanidad, de amor, de desamor, fina, contundente, elemental, fuerte, bien hecha, bien contada, perfectamente actuada, pero sin los actores que sirvieran, por su porte y su pinta y su fama, llenar las expectativas de esa extraña sociedad que nos arrebata los cupos a los que sin presunciones, tenemos dignidad y más derecho.

Pero igual, hubo una muy buena idea, que surgió de golpe, para evitar “malos entendidos”, peloteras, disgustos notorios por parte de los habitantes de esa bella ciudad y quién sabe qué otras cosas más, y programaron la misma película, a la misma hora, en otro modesto lugar, el cual se llenó con los que, de verdad, salimos impresionantemente satisfechos de esa sala, por haber visto tan hermosa, espléndida, inteligente, bella y guapa cinta: LA PIEL EN PRIMAVERA.

Me topé luego con un maravilloso comentario de esta película que deseo compartir con mis amables lectores, escrito por la talentosa analista Mónica Delgado, para que vean que mi apreciación no tiene ningún interés en echarle piropos baratos a su realizadora y a todos los que la hicieron posible porque de verdad no soy amigo ni conocido de ninguno de ellos y la película sola se defiende y vale la pena recomendarla, a todos los que también de verdad, aman y respetan el buen cine.

“Tanto en Memorias de un cuerpo que arde, de la cineasta costarricense Antonella Sudasassi Furniss, como en el film colombiano La piel en primavera, ambos presentados en la reciente edición de la Berlinale, hay un tratamiento distinto sobre la representación de los cuerpos y sensibilidades de las mujeres en el marco del cine latinoamericano. Y resulta muy interesante y valioso que dos films de la región presentes en el festival, propongan estas lecturas desde una perspectiva de mujeres y entre mujeres, que, si bien no resultan novedosas, proponen acercamientos poco explorados.

El debut en el largometraje de la cineasta colombiana Yennifer Uribe Alzate, La piel en primavera, muestra una historia urbana, como tantas otras en el reciente cine colombiano usual en festivales, como la lograda Un varón de Fabian Hernández Alvarado, aunque aquí centrada en la figura de una joven mujer, madre y trabajadora que vive en un barrio popular de Medellín. Sandra (interpretado por Alba Liliana Agudelo Posada), madre de un hijo de quince años, y que trabaja como vigilante privada en un Centro Comercial, se ha dedicado de lleno a su vida laboral y familiar, dejando de lado cualquier vínculo amoroso. En un viaje en microbús, entabla una amistad con el chófer, y a partir de este flirteo, comienza a verse a sí misma de otra manera, también desde algunas conversaciones con amigas del trabajo, quienes muestran más autonomía con relación a su sexualidad. Así, la cineasta Yennifer Uribe Alzate explora de manera cuidada, empática y sin prejuicios este nuevo despertar sexual de Sandra, quien se vuelve a conectar con su propio cuerpo. Por ello, La piel en primavera es, ante todo, un film sobre la autoestima, el amor propio y la importancia de una agencia en territorios donde la libertad sexual de las mujeres suele ser un tabú.

La trama del film es simple, basada en la rutina de una mujer trabajadora y que lidera su hogar. Trayectos de la casa al trabajo, del Centro Comercial a la casa, del hogar a alguna reunión o fiesta, a través de planos fijos, que permiten la observación del personaje dentro de estos entornos. Por ello, los espacios de La piel en primavera están marcados por el punto de vista de su protagonista. En muchos casos se trata de planos cerrados que van marcando la puntual interacción de Sandra con su rutina laboral: el microbús, las inspecciones en el centro comercial, la cocina de la casa, el paradero final de los microbuses, la zona de casilleros de los trabajadores. Son espacios abordados para contener al personaje, y regidos por su ánimo. Por eso, no solo hay un trayecto del personaje en sus rutinas, sino también un viaje interior que se traza desde esta interacción con el entorno (por ello, el plano final que deviene en liberador y afirmación del propio cuerpo es un plano abierto, más amplio, en complicidad con el barrio o la ciudad).

 

La piel en primavera centra su narrativa en la transformación de la mirada de Sandra sobre sí misma, es decir, desde esta “female gaze” que Yennifer Uribe Alzate considera imprescindible para abordarla desde su propio deseo, donde la presencia masculina, sobre todo de la nueva pareja de la protagonista, se vuelve accesoria (por ejemplo, contemplamos de modo huidizo al chófer que la corteja). Importa el redescubrimiento del cuerpo, la erotización como una parte indispensable para el autorreconocimiento. Quizás pueda percibirse esta ruta como la única en la forma en que el personaje de Sandra se percibe a sí misma, es decir desde la vía de la sexualidad y el erotismo, dejando de lado cualquier otro aspecto social o laboral. Sin embargo, esa es la premisa que gobierna todo el espíritu del film, y que tiene que ver con esta autopercepción, también acompañada de algunas escenas de confraternidad femenina o de complicidad entre mujeres para hablar libremente de masturbación o de adquisición de juguetes sexuales. Y, por otro lado, el film propone la compatibilidad entre la vida de madre y de la mujer como sujeto deseante, donde el contexto suele brindar condiciones para ese proceso, sin la manida violencia o clichés sobre el lugar de las mujeres en el mundo. Y así, sin sublimaciones, Yennifer Uribe Alzate logra que Medellín también se vuelva un lugar cálido donde las mujeres pueden cumplir sus deseos”.

Genial!

FICHA TÉCNICA

La piel en primavera

Directora: Yennifer Uribe Alzate

Guion: Yennifer Uribe Alzate

Fotografía: Luciana Riso Soto

Edición: Juan Cañola Vélez

Música: Alekos Vuskovic

Sonido y diseño sonoro: Romina Cano

Dirección de arte: Marcela Gómez Montoya

Vestuario: Juliana Hoyos Vivas

Maquillaje: Juanita Santa María Vélez

Productores: Alexander Arbeláez Osorio, José Manuel Duque López, Rebeca Gutiérrez Campos

Reparto: Alba Liliana Agudelo Posada, Eduardo Arango, Cristian López, Laura Zapata

Colombia, 2024, 100 min.

VÉANLA, POR FAVOR.

 

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