Por: CARLOS ALFREDO CROSTHWAITE FERRO.
En días pasados el noticiero CM& publicó una imagen que muestra a Colombia como el país más corrupto, seguido de México, Ghana, Birmania, y otros.
Esta nota periodística desató los más diversos comentarios. Este noticiero comentó al día siguiente que la noticia que mostró al país como el más corrupto, fue un grave error del periodista. Y transparencia Colombia anunció que esta imagen no fue publicada por ellos, ni obedecía al Ranking de Transparencia Internacional, y que la misma fue publicada por la revista gringa U. S. News & World Report en enero de 2020.
Al respecto el portal de verificación de noticias “Colombia Check”, expresó que este escalafón es cuestionable, no tiene la severidad para determinar el puesto, el cual se hizo mediante una encuesta a ciudadanos de varios países. Otro medio noticioso dijo que no “comamos cuento” que no somos el país más corrupto del mundo, afirmación que puede ser cierta, pero que no quita lo bailado, pues no podemos negar que tenemos una dirigencia política extremadamente corrupta y cleptómana.
Es incuestionable que el país naufraga en un mar de corrupción. Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que la casi totalidad de gastos del sector público se ejecuta con plena ausencia del cumplimiento de los principios que rigen la contratación estatal. La situación es de tal magnitud que el Congreso, donde anida la corrupción, tuvo que tramitar leyes obligando a la utilización de Pliegos Tipo, pues los famosos pliegos sastre, o sea elaborados a la medida del contratista previamente elegido, hacen imposible la participación plural de proponentes. Pero ni aun así se logran frenar los negocios entre gobernadores, alcaldes, gerentes de entidades públicas y empresarios delincuentes que tienen capturado el estado para saquear sus recursos, profundizando la pobreza y el atraso, e instaurando día a día una sociedad más inequitativa.
Producto de esta gran corrupción, y con la pandemia servida como justificación, se anuncia otra reforma tributaria, la que aprobará este Congreso constituido en su mayoría por personajes corrompidos. Será iniciativa del gobierno e irá apoyada entre otros, por el Centro Democrático, el que expresó en campaña “menos gasto público, menos impuestos, mejores salarios”, más promesas incumplidas. En suma, hoy tenemos un gasto público desbordado e ineficaz, más impuestos y rebaja en salarios y beneficios laborales. Impuestos solo han servido para financiar los actos de corrupción que se dan a diario en todas nuestras instituciones.
Aprovecho esta discusión al respecto, para indagar a las autoridades de control por el estado en que se encuentran las investigaciones por actos de corrupción, entre otros los de los contratos de alumbrado navideño, la liquidación del contrato de concesión con ENELAR, la cancelación del suministro de energía para alumbrado público cuyo consumo se calcula con lámparas inexistentes, el contrato para el mantenimiento de plantas de tratamiento de aguas residuales por Aseo de Pereira, las prescripciones de multas en el Instituto de Tránsito, la modificación salarial y liquidación prestacional de empleados de ESTATAL SEGURIDAD, rebajando sus salarios de ley para fondear el capital de la empresa, o sea empobreciendo a sus trabajadores y apropiándose de recursos públicos.
Así pues, se concluye de esta discusión, que no importa el puesto que nos asignen en el ranking mundial de la corrupción los diferentes organismos internacionales que luchan contra este gravísimo flagelo. Está demostrado que somos una nación corrupta por naturaleza, que ha sido imposible enfrentarla, pues los organismos creados para este fin, al final, son igual de corruptos.
» Esta demostrado que somos una nación corrupta por naturaleza, que ha sido imposible enfrentarla, pues los organismos creados para este fin, al final son igual de corruptos.»
Una excelente y precisa conclusión.