La periodista de la revista Semana, lanzo una propuesta: Generales, no obedezcan a Petro”.
Como esta es una propuesta que viene incrustada en el corazón de Salud Hernández de tiempo atrás, desde que hiciera parte del elenco de comunicaciones en España del generalísimo Franco, es importante retirar el velo de las intenciones “ocultas” de esta señora al hacer sin ningún tapujo una propuesta a los generales de la república, que inexorablemente conduciría a la desestabilización del Estado y al “retiro” del presidente Gustavo Petro.
Ni siquiera los líderes de la oposición al gobierno se han atrevido a tanto: Es que llamar a los generales de las fuerzas militares a la desobediencia de su jefe natural, el presidente de la república, no es una propuesta de poca monta.
Pero, ¿Quién es realmente esta señora chapetona, nacionalizada colombiana? En un intercambio de favores con el ex vicepresidente Francisco Santos (Pachito) quien había sido acogido en Madrid por la familia de tan distinguida franquista, al obtener la doble nacionalidad (española y colombiana), empieza su carrera de escritora, prologando el libro “Mi confesión”, del jefe de las AUC, Carlos Castaño; prólogo que el mismo Carlos Castaño, corrigió. Esta cercanía con el paramilitarismo, siempre ha estado bajo la protección y tutela en el país, de Francisco Santos. Siempre se han conocido sus intenciones de tolerancia hacia este grupo al margen de la ley.
El trasfondo de esta propuesta: Generales, no obedezcan a Petro, expresada por la boca de Salud Hernández, sin tapujos y de frente como ella quiere que se escuche, es apenas el querer de sus mentores, que independientemente de los efectos adversos para el país, así sea convirtiendo todo el territorio en un nuevo Catatumbo, tiene un solo objetivo: Sacar a Petro a sangre y fuego de la presidencia.
Una propuesta terrorista como la de la periodista Salud Hernández debe tener una respuesta oficial por parte del gobierno y los órganos de control, máxime cuando el país la acogió dándole la nacionalidad colombiana, y la ha tolerado rauleando y mintiendo en sus columnas en la revista Semana.
Aprovecharse de la nacionalidad colombiana para proponer acciones terroristas y beligerantes, son actos que ningún país de corte democrático toleraría. Una cosa es escribir dentro de un contexto civilizado desde la oposición, y otra bien distinta es que desde esa tribuna se llame a la insubordinación de los militares para derrocar un gobierno democrático legalmente constituido.
La osadía de la señora Salud Hernández, no tiene antecedentes en el país. Personas como ella, nada bueno le aportan al país y a las instituciones. Tiene la palabra la cancillería.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Enero 2025
Imposible quedarme por fuera de esta opinión pública tuya la cual debe acompañarse con denuncia de tipo penal en contra de esta periodista, oficio que ejerce en cuerpo ajeno de quienes son sus verdaderos patrones. Diría Petro: “Aún existe en nuestro medio vestigios de conquistadores, ahora sin yelmo, peto y penachos de plumas que usurparon, contagiaron y saquearon a sangre fuego nuestras tierras. No se porque se llama SALUD – debería llamarse ENFERMEDAD HUÉRFANA. Presidente tome las medidas que están regladas en la Carta Magna y póngala de culos en su “ÍNSULA”.