La Ptar y la deuda histórica con el Otún.

Río Otún, de la lengua Catía que significa “O” Camino y “Tún” laguna: Camino a la laguna. Arteria vital para la supervivencia de las especies, fiel testigo del surgimiento y desarrollo de la pujanza de una raza y de las primeras obras de infraestructura como el puente Mosquera, el puente la máquina y el primer acueducto local. Ha sido fuente de vida y oportunidad para urbanizar, crear familia, construir sociedad, generar desarrollo, traer progreso. Al Otún le debemos la vida, le debemos todo, la deuda y la gratitud es gigantesca. Sin embargo a medida que la urbe crece, los problemas del urbanismo desmedido y poco planificado crecen. Históricamente en Colombia los pueblos se han construido a espalda de los afluentes, como si dieran vergüenza, los asentamientos subnormales van en aumento, al igual que la contaminación y deforestación de sus laderas, el Otún no es la excepción. Se dice que la evolución y la conciencia de una sociedad se mide por el grado de contaminación de sus ríos; “una sociedad sana tiene un rio sano”. Poco a poco se ha ido cambiando esta mentalidad, las administraciones han venido haciendo apuestas importantes en materia de reforestación de las laderas Otún y Consota, construcción del túnel transvase con una inversión cercana a los 15 mil millones en los últimos 4 años, diseños de la Petar con inversión cercana a los 10 mil millones incluyendo la interventoría y canalización de aguas residuales, entre otros. Sin embargo, esta semana se dio a conocer una triste noticia para los pereiranos que compartí por redes sociales, el oficio de respuesta de la ministra de vivienda Catalina Velásquez al alcalde de la ciudad donde se confirma la cancelación de la reserva presupuestal de los recursos nacionales de gran importancia para la construcción de la Ptar, proyecto que tendría un aumento de casi 110 mil millones de pesos. Indudablemente no se puede desconocer fenómenos como la inflación, el aumento del dólar y los índices de precio de construcción que han encarecido dicho proyecto, el cual debía ser reformulado y radicado de nuevo antes de finalizar este año, situación que no se dio en su momento, dejando en incertidumbre la viabilidad del proyecto para el próximo año. Las entidades que habían apropiado recursos como la Carder, la gobernación, Aguas y Aguas y la alcaldía de Dosquebradas, entre otros. quedaran en una incertidumbre frente la ejecución de dicho proyecto. Por el momento los pereiranos entraremos a depender de las promesas del gobierno nacional que bien es sabido tiene otras prioridades de enorme magnitud para el presupuesto 2023. En pocas palabras volvemos a quedar en ceros y el proyecto estratégico de esta administración quedará en veremos. Es importante enfatizar algo que no veo muy claro y que es bueno dejarlo como reflexión a los lectores. ¿Estamos dispuestos los pereiranos a financiar un proyecto de más de 371 mil millones para descontaminar la cuenca baja del Rio Otún, y no estamos dispuestos a invertir en unas obras de menor costo para descontaminar la cuenca media como son el sistema de alcantarillado y de tratamiento de aguas residuales del corregimiento de La Florida hasta puente Mosquera?, inversión menos costosa que se constituye en una deuda histórica con nuestro rio y las comunidades que allí habitan?.