Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadLecciones de la Covid-19

Lecciones de la Covid-19

DIMENSIONES

Todo evento percibido como traumático por un individuo o por una comunidad termina por provocar a mediano y largo plazo una serie de manifestaciones, como los trastornos de estrés postraumático, denominados así en las clasificaciones internacionales de las enfermedades. Estas reacciones dependen, como toda vivencia y conducta humana, de muchos factores, pero hay dos que son particularmente importantes: la intensidad de la experiencia y las formas que tienen personas y sociedades de enfrentar las situaciones que ponen en peligro la integridad del individuo y del tejido social en que este se desenvuelve. Antes de la aparición del virus que provocó la Covid-19, se creía que el desarrollo de la ciencia y el gran adelanto de la salud pública preventiva hacía invulnerables a los humanos ante el ataque de enfermedades infecciosas, y que esas amenazas eran parte de la historia de la civilización. ¡Craso error! Los años 2020 y 2021 fueron vividos exactamente con las mismas incertidumbres y temores que cuando ocurrió la plaga de Justiniano (541-542), la peste negra (1347-1351) o la viruela (1520), solo por mencionar las pandemias más antiguas y letales de las que se tienen registros.

Las 673 millones de personas infectadas y los 6.7 millones de fallecidos en el mundo durante la actual pandemia de la Covid-19 nos dejan una gran lección: el ser humano es vulnerable a fenómenos que no puede predecir y que escapan a su control, por muy avanzados que estén el conocimiento científico y tecnológico. ¿Qué otras enseñanzas nos regaló esta pandemia? Puso al descubierto un elemento que sale a relucir en la condición humana cuando es sometida a las grandes crisis que provocan los fenómenos naturales (terremotos, crisis climáticas) o el accionar humano (desplazamientos, guerras): aspectos basados en la bondad, como la solidaridad, el reconocimiento de la hermandad humana, la compasión y la preocupación por el destino de los demás como si fuera el propio.

No obstante, lo segundo que salió a flote fueron los aspectos basados en la maldad, como la expresión del egoísmo, la deshonestidad, la mentira y el aprovechamiento de la situación para el beneficio personal o del grupo al cual se pertenece, como sucedió con el acaparamiento de los productos biológicos, en el caso de las vacunas, y de los elementos de protección contra la enfermedad. Esto se hizo visible en países con mayor riqueza económica y material, que acumularon una mayor cantidad de dichos insumos en detrimento de los países con menor desarrollo, ¡y ni se diga del gran negocio de las multinacionales y emporios económicos, que redoblaron sus ganancias a expensas de la situación desfavorable de millones de compatriotas! Un virus nos enseñó que los humanos somos vulnerables y que tenemos factores de bondad y maldad en nuestro actuar. El reto es trabajar para que florezcan los primeros en desmedro de los segundos. www.urielescobar.com.co

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más articulos