En este tiempo, que muchos han denominado pandemia, nos puso en alerta a todos y en modo de reinvención.
Unos dirán que los gobiernos no fueron capaces de afrontar esta situación por falta de preparación o por inexperiencia, como han tildado a nuestro presidente Iván Duque.
Tampoco soy defensor de nadie (mi formación profesional no está ligada a las leyes), solo que me cansa escuchar tanta murmuración y maledicencia de aquellos que quieren destruir algo que no han construido.
Pero me pregunto, ¿Quién estaba listo? Nadie. Ni siquiera China a quien le atribuyen la responsabilidad de expandir el virus, ni mucho menos Estados Unidos, la potencia mundial. O qué decir de algunos países europeos como España, Alemania, Italia o Francia, a los cuales hemos considerado naciones del Primer Mundo.
Ahora, me quiero adentrar en un terreno que sí me siento preparado para dialogar y compartir con aquellos que tengan oídos y quieran oír, tengan ojos y quieren ver, sean prontos para escuchar y tardos para hablar.
Los cristianos o los que profesan una fe, están jugando un papel protagónico en la recuperación de las personas. Ellos son respetuosos de las autoridades terrenales, como la Policía, los mandatarios locales y regionales, del presidente de la República de Colombia, entre otros ejemplos que puedan existir.
Sí, los seguidores de Cristo son personas de convicciones y creencias que están en la Biblia, un libro que muchos menosprecian y pocos lo hacen parte de su diario vivir, se encuentran unos mandatos que son explicados por otras autoridades llamadas pastores, maestros, apóstoles, profetas y evangelistas, unas guías que vienen ayudando en la recuperación social, humanitaria y emocional de muchas personas que sienten temor por el coronavirus.
Ellos, que merecen respeto como cualquier otro ser humano, han sido víctimas de vituperios, groserías, chistes sin fundamento (que replican en los medios digitales), mensajes sin veracidad, calumnias o injurias, lo cual busca deslegitimar un oficio digno y respetable.
Por eso, los que profesamos esta fe somos poderosos y sabemos que Dios nos respaldará y nos dará la victoria, pues en la historia de la humanidad, como dice el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, hemos sobrevivido al Faraón, a los griegos, a los romanos, a la inquisición de España, a los rusos, a Hitler, al holocausto de los nazis y un sinnúmero más que no quiero contabilizar.
Así mismo, como dice nuestro manual de vida en el Salmo 103:4 «El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias».
Recuerden que somos un pueblo inquebrantable y firme. No desfalleceremos.
Estoy seguro, que apenas pase todo esto… VOLVEREMOS
Si, el deber de un cristiano es respetar la ley mientras no vaya en contra de nuestro amor a Jesús, no sólo se cerró iglesias, también cines, discotecas y otros… No podemos congregarnos pero si podemos leer la Biblia, orar y adorar.
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
Romanos 13:1-2 RVR1960
Como comunicador, aplaudo este artículo. Muy buena reflexión. Gracias, Sebastián.
Qué redacción tan pésima! Esa platica de la Católica se perdió!
Muy buen artículo, sólo Dios puede ayudar a que esto termine
Por encima de Dios no hay nada . Tengamos Fe que esto va a pasar muy pront
Así es Dios nos respalda y favorece……siempre debemos de confiar en él