Mermelada y mazamorra

 Por:  Vicente Zuluaga Osorio

Colombia va de mal en peor. Eso es lo que aparece en las redes sociales y demás medios de comunicación. Aunque  Vicky Dávila, Salud Hernández y Claudia Gurissati (?) y  otros, pretendan demostrar que son imparciales, su falta de objetividad deja al descubierto que para ellas su uribismo es lo más importante, lo cual queda en claro con la nómina de sus entrevistados.

Es como si del presidente eterno recibieran remuneración en dinero o en cargos públicos. Ese trio de pseudo periodistas son una vergüenza para la nación, por lo cual no es apresurado sugerir a sus lectores y a sus oyentes cambiar de canal o de medio de comunicación.

Para muestra un botón: Este fin de semana apareció en las redes sociales que Abelardo  De La Espriella y Álvaro Uribe derrotaron a los, esos sí periodistas, Mendoza y Gonzalo Guillén en la tutela instaurada por aquellos contra El Matarife. La verdad es que el Consejo de Estado se limitó a decir que el competente para resolver ese asunto no era el Juez 23 Civil del Circuito de Bogotá sino el 29 Civil Municipal, lo cual no cambia en nada el sentido del fallo, pues simplemente lo aplaza.

La elección del senador más ausentista del país, Arturo Char, con 149 faltas de asistencia, como presidente del Congreso, está demostrando que a la clase política no le importa la suerte de los colombianos sino el poder, a pesar de que figuró también como aspirante un ilustre y preparado compatriota nuestro, el doctor IVAN MARULANDA GÓMEZ, cuya hoja de vida está a la vista de todos los colombianos, no como la del político barranquillero, cuyo principal pergamino es ser dueño de Olímpica.

Como si lo anterior no fuera suficiente, resulta que Colombia ocupa el deshonroso puesto 19 en el mundo en el control de la pandemia, pues el presidente se dedicó a cuidar su imagen y para ello gastó 3.500 millones de pesos para decir al país todos los días lo mismo, como si no fuera suficiente hacer las cosas bien, para lograr el reconocimiento de los colombianos. 200.000 contagiados y cerca de 7.000 muertos no son cualquier cosa. Y la economía todos los días para abajo, no sólo en los niveles bajos sino en el de los grandes empresarios. El error en el  manejo del día sin IVA es apenas una de los múltiples equivocaciones.

Ni qué decir de los casos de corrupción en los que están involucrados la clase dirigente, los congresistas, los alcaldes, los gobernadores, los políticos, los contratistas, lo cual ha permitido concluir que el sub presidente Duque fue elegido por la compra de votos, pero su prepotencia y su cinismo no le permiten ver que si tuviera dignidad debería renunciar.

Y para rematar la familia estará integrada, de ahora en adelante, por los padres y los hijos y por el perro de la casa; porque así lo decidió hace poco la Corte, como si no hubiera otra forma de proteger a  los animales de los atropellos de los humanos. Colombia es una mazamorra.