Poco después de publicar mi escrito sobre el Doce de octubre de 1492, un buen amigo español me envió un video transmitido por youtube donde el historiador mexicano Juan Miguel Zunzunegui en una charla llamada “El día siguiente de la conquista mexicana” habla de este acontecimiento y hace un análisis novedoso sobre Hernán Cortés y su llegada al palacio de Montezuma, del buen recibimiento y los meses de estadía del conquistador en calidad de huésped del gobernante mexicano; en general es interesante escuchar su disertación, pero afirma de manera sesgada o maliciosa que no puede ser que solo 400 españoles hayan derrotado a los mexicanos, y que el oro de América no se envió a España y está en los altares de nuestros templos, y que los indígenas, sin mayor intervención del clero español, amaron a la virgen María y a la religión católica.
Aunque el señor Zunzunegui nunca leerá mi escrito, trataré de desmontar las falacias en sus afirmaciones; no solo 400 españoles combatieron a las tropas de Moctezuma, estaban aliados a Cortés todos los malquerientes del gobernador, incluso la Malinche entregada al español para buscar una alianza entre el mandatario y los recién llegados, participó con sus conocimientos de esos otros grupos indígenas opositores al mandatario mexica, además para combatir a los nativos los españoles traían algunos caballos, armas de fuego de mayor alcance que las de los indígenas y estaban protegidos con corazas metálicas y conocían tácticas de guerra producto de sus luchas contra los moros; los indígenas, por su parte, combatían en montonera, a pie, casi desnudos y con lanzas y flechas con menor potencia que las armas españolas. Otra arma secreta española eran perros feroces, como uno famoso, experto en destripar indígenas: “Leoncico fue un perro de raza Alana que acompaño a Vasco Núñez de Balboa en muchas batallas durante la conquista de América. Se le considera el primer perro europeo en ver el mar del Sur, que era el nombre que se le daba al Océano Pacífico en las primeras exploraciones españolas”. “Era capaz de distinguir entre nativos y españoles. Recibía una ración doble de comida y un sueldo similar a un ballestero” (Visión general creada por IA). Otro perro famoso por combatir junto a los españoles fue Becerrillo, un alano español.
Además, por la explotación económica en las Mitas y Encomiendas, muchos indígenas murieron, y para rematar, se contaminaron de viruelas traídas por los invasores; eso explica que, en solo los primeros 50 años del “Encuentro entre dos mundos”, dos terceras partes la población nativa hubieran muerto, lo que obligó a la importación de africanos como mano de obra.
Aunque no se quiera reconocer, el capitalismo mundial prendió motores cuando los ingleses en la Revolución Industrial empezaron a fabricar productos en grandes cantidades; los ríos de plata y oro que circulaban entre España y sus colonias fueron a dar a Inglaterra y Holanda para pagar esas mercancías, de manera que los españoles poco beneficio obtuvieron de esas grandes riquezas. No hay que olvidar que el contrabando es una actividad tradicional en algunas partes, casi siempre en la costa guajira, desde el inicio de la conquista, pues los barcos ingleses vendían mercancía de mejor calidad y más barata que la española, al escondido de las autoridades vi-reinales.
Afirmar que que no se sacó ni oro o ni plata de nuestros territorios americanos hacia Europa, es en el mejor de los casos una tesis errónea, por no decir perversa, basta recordar tres episodios conocidos sobre los que he escrito anteriormente: el naufragio del barco San Pedro de Alcántara, Frente a las costas portuguesas “El Naufragio del último Inca” que publiqué en ”elopinadero.com”, el primero de febrero de este 2024, allí recuerdo que se tardaron 20 años en reconstruir este episodio y que muchos de los tesoros que el barco llevaba (más de 200 toneladas de oro y plata y, más de 600 toneladas de cobre de Chile), fueron rescatados por cerca de 40 buzos que estuvieron en la ciudad de Peniche, durante la primavera de 1786 en esas labores de rescate.
No siempre el oro y plata esquilmados a los americanos llegó al torrente económico español; en ese escrito ya reseñado (“El Naufragio del último Inca” ”elopinadero.com” primero de febrero 2024), recordé el episodio del rescate del Galeón San José hundido en 1708 por ataque de corsarios ingleses en el Caribe colombiano, que se supone llevaba en sus bodegas un tesoro avaluado en más de 20.000 millones de dólares, de los que temo se apoderen compañías extranjeras (llámense gringas), con superior tecnología que la de nuestra Armada, que pueden robarse nuestro tesoro y dejarnos viendo un chispero.
Traeré a colación otro caso más de oro de América embarcado para España y perdido en el camino, se trata del episodio de un combate naval que ocurrió el 5 de octubre de 1804, frente a las costas portuguesas del Algarve, la batalla del cabo de Santa María, en dicho enfrentamiento la escuadra comandada por José de Bustamante y Guerra, fue atacada sin previa declaración de guerra por una escuadra británica al mando del comodoro Graham Moore; no hay que olvidar que gracias al dinero sacado de América, España fue la mayor potencia económica y naval mundial entre los siglos XVI y XVII periodo en el que, en varias ocasiones estuvo en guerra contra Inglaterra.
En tiempos de paz, quien atacase naves de otro país era pirata y podía ser juzgado y condenado a muerte, eso le ocurrió a William “Captain” Kid (Foto 1), enjuiciado y condenado por piratería, aunque historiadores modernos han encontrado pruebas que Kid actuó como corsario de Guillermo II de Inglaterra.
Sí se ejercía la piratería contra un país en guerra con su patria, y lo hacía con permiso y a en favor de su rey era llamado corsario, eso ocurrió con Francis Drake (Foto 2): “Fue un corsario, explorador, comerciante de esclavos, político y vicealmirante inglés. Dirigió numerosas expediciones de la Marina Real Inglesa contra objetivos en territorio español. Dirigió la tercera excursión para circunnavegar el mundo” (es.m.wikipedia.org). Incluso asaltó Cartagena en 1586, la reina Isabel I, le concedió título de caballero, los españoles, aun en estos tiempos, lo consideran un simple bandido.
Este ataque alevoso de los ingleses a una flota española fue rechazado en su época: “Esta batalla fue duramente criticada por la prensa británica, que consideraba que el ataque estaba totalmente injustificado por haberse producido en tiempos de paz: Un gran delito acaba de cometerse. La ley de las naciones ha padecido la violación más atroz: Una potencia amiga ha sido atacada por nuestra fuerza pública en medio de una profunda paz, sus leales súbditos han perecido en su defensa, infestando nuestras costas sus saqueados tesoros, y, como el de un pirata nuestro pendón tremola sobre el débil, el infeliz y el oprimido” (es.m.wikipedia.org).
Ahora los los cazadores de tesoros, son los nuevos piratas, como los que quieren tomarse las riquezas del galeón San José, en un caso similar al ocurrió con la fragata Nuestra Señora de las Mercedes (Foto 3), hundido en la batalla del cabo de Santa María: “ha estado envuelto en una gran polémica desde 2007 hasta primeros de 2012, ya que España denunció judicialmente en Florida a la empresa de cazatesoros estadounidense Odyssey Marine Exploration argumentando que la Mercedes es el buque expoliado ilegalmente por dicha empresa frente a la costa del Algarve portugués. En enero de 2012, en un fallo que no admite recurso, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó el recurso de Odyssey Marine Exploration y obligó a la empresa a devolver a España las cerca de 500.000 monedas sacadas del pecio en 2007, monedas y restos arqueológicos que volvieron a España el,25 de febrero de 2012 para engrosar el Patrimonio Nacional y al que la justicia estadounidense reconoció su propiedad” (es.m.wikipedia.org). Lastima que los españoles, tan prestos a reclamar lo que creen sus derechos, no tengan la misma presteza para devolver nuestro ”Tesoro Quimbaya”. patrimonio cultural en su poder.
Respecto al cuento que los indígenas aceptaron entusiasmados la doctrina traída por los nuevos amos, hay que rememorar que hubo sacerdotes como el obispo fray Diego de Landa (Foto 4), quien, al quemar imágenes y documentos de los nativos americanos, acusándolos de rendir culto al demonio, no solo borró sus “falsas doctrinas” sino que eliminó las huellas de los conocimientos y la sabiduría de estas comunidades en campos como las matemáticas, astronomía, arquitectura, etc.
Para aceptar la nueva religión, los nativos fueron manipulados con imágenes de la Virgen María con rasgos indígenas, este es el caso de la virgen de Guadalupe: “El culto a la Virgen de Guadalupe tiene su origen remoto en un santuario prehispánico situado en el cerro de Tepeyac, al norte de la ciudad de México, dedicado a la diosa Tonantzin” (ru.historicas.unam.mx). Afirman que en una tela rústica que cargaba el indio Juan Diego, apareció pintada de manera “milagrosa” la imagen.
Se habla de varias apariciones de esas Vírgenes mestizas a humildes personas, generalmente mujeres, incluso una humilde lavandera, encontró un pequeño cristo de madera que fue creciendo y que se venera en Buga, ¡pamplinas, no me vengan con esos cuentos ¡, ¡mejor, cuéntenme uno de vaqueros¡ Aclaro eso sí, que prefiero seguir siendo el católico tibio que soy, a un nuevo evangélico, converso y fanático, y que prefiero ir a misa, que practicar sangrientas religiones como la de los aztecas, donde a similitud del viejo testamento se hacen sacrificios de sangre a un dios que lo pide.
Aunque me crean ateo, estoy seguro que Jesús ya pagó por el perdón de mis pecados, con su sufrimiento y su sangre.
Hola Isdaen: mil saludos, excelentes comentarios, muy ciertos y precios. Lo que UD plantea sobre los distintos tópicos es una realidad. Mil Bendiciones.
Buen día Danilo. Un gran escrito con varias líneas a comentar.
Respecto al triunfo de los Españoles sobre las culturas indígenas yo si sospechaba que además de su formación militar, armamento, caballos y perros caza indígenas, necesitaron ayuda desde el interior, torciendo a los enemigos de los lideres indígenas y como lo expresé alguna vez en uno de sus documentos Danilo, esto acá no era un paraíso, esas culturas también se erigieron con la opresión y los ríos de sangre de los débiles y debido a dicho inconformismo se aliaron a los Españoles, ignorando lo que les esperaba.
Con relación a los tesoros, siempre han existido y existirán ladrones por mar, tierra y aire, además, las cuantías que habían en esos navíos eran bastante tentadoras para ser robadas, tanto en ese tiempo como ahora, ya que 20 000 mil millones de dólares del Galeón San José a tiempo presente no es cualquier cosa. Actualmente los tesoros se los roban de otras maneras y los los piratas siempre estarán haciendo lo suyo.
Respecto a la religión, la iglesia tiene sus pecados y oscuridades propias sobre todo de esa época. La iglesia como cualquier institución no esta libre de las manzanas podridas y la historia lo ha demostrado. En este mundo no todo es color de rosa y el poder no siempre se consigue de las mejores maneras, al contrario, está cargado de abuso, maldad y pecado. En fin, es una realidad de nunca acabar.
Feliz día Danilo y muchas gracias. Siga escribiendo Danilo y un feliz día le deseo.