Por FABIO OLMEDO PALACIO
Antonio Machado, el gran poeta español, en 1939 dijo una de las frases más celebres sobre la política: “Haced política, porque si no lo hacéis alguien lo hará por vosotros y probablemente contra vosotros”.
Ella recoge todo el sentimiento nacional, sobre uno de los ejercicios que más animadversión produce en el acontecer del país, por las consecuencias buenas, regulares o malas que esta trae consigo, pero que indiscutiblemente sino se ejerce, se la padece.
En la inmensa mayoría de la población colombiana, la palabra política le produce muchas sensaciones negativas: corrupción, compra de votos, malos gobernantes, atraso, los causantes de muchos males para la nación, la falta de oportunidades, obras inconclusas (elefantes blancos), subdesarrollo, en fin la lista es grande.
La triste realidad es que esto no es gratuito, son innumerables las decepciones que nos hemos llevado de la política y sus actores a lo largo de la historia republicana de Colombia, pero también es cierto que, como consecuencia de esas decisiones, hoy el país es distinto, mejor que ayer, pero desafortunadamente a un costo muy alto y a una velocidad, que no se compadece con un país con dos mares, valles y montañas, con una enorme biodiversidad, con un potencial hídrico insuperable y con microclimas que hacen posible que esta tierra produzca lo que se le siembre, con una riqueza inmensa en recursos renovables y no renovables (petróleo, gas, esmeraldas, coltán, carbón, oro, entre otros ).
La historia de la humanidad nos muestra cómo muchas naciones que carecían de una sola de las fortalezas que nosotros tenemos, ofrecieron la vida de millones de sus compatriotas en campañas expansionistas para tratar de obtenerlas. El Premio Nobel Ilya Prigogine, dijo muy acertadamente “el futuro no se puede predecir, pero sí, diseñar”, aquí es donde quiero hacerle un llamado a todos los que amamos este país y que anteponemos el bien general de la nación, por encima de los intereses particulares o cálculos politiqueros mezquinos que están aflorando en muchos rincones de la patria, a los empresarios para que asuman el papel que les corresponde en la historia, a los gobernantes y elegidos popularmente, para que entiendan de una vez por todas que no tendremos una segunda oportunidad, al país nacional, que son la inmensa mayoría , para que despierten y no se dejen llevar de los cantos de sirena que traen consecuencias tan graves como en Venezuela, Cuba o Nicaragua, referentes completamente claros de las nefastas consecuencias que puede acarrear una mala decisión.
En el año 2022 debemos sacar lo mejor de nosotros y elegir un congreso que sea capaz de auto reformarse, que se trasforme en actuante frente a los grandes temas de la nación y que por primera vez, se conviertan en la plataforma para que los partidos y movimientos sociales de Centro, Centro derecha y Derecha, ayuden a la consolidación de un gran movimiento por Colombia y presenten sus mejores hombres y mujeres que los hay y muchos, para que el 2022 le entreguemos a nuestro país un líder que consolide el fortalecimiento de nuestra imperfecta democracia, pero democracia al fin y al cabo.
El Expresidente Álvaro Uribe anoto muy acertadamente “nosotros vemos en la confianza, un medio de inversión, en la inversión una herramienta de crecimiento y en el crecimiento una posibilidad de superar la pobreza y construir equidad”, construyamos entre todos un mejor país para las próximas generaciones. Por ahora, quiero comprometerme públicamente con el señor Petro, a trabajar muy duro para que cumpla su sueño de retirarse de la política en el 2022, por el bien de la Republica.
El cimiento de toda construcción es la confianza, aunado a la participación con honestidad, alcanzando el tan anhelado éxito que es inherente a la felicidad!!!!!
Doctor Fabio excelente columna. Dios quiera que el señor Petro se retire en el 2022.
Muy cierto, Colombia debe guardar distancia de la pobreza y la miseria que hoy viven Venezuela, Cuba, entre otros.